La pompita de jabón que salvó al Frente Amplio

“Y un día vimos una vaca contemplando el crepúsculo desde el balcón presidencial, ¡Una vaca en el balcón de la patria! ¡Qué cosa más inicua! ¡Que país de mierda!”, escribió Gabriel García Márquez en El otoño del patriarca. Así bien podría empezar el guion de un filme de los hermanos Cohen que narre las peripecias de un gobierno muerto en vida, que tal vez sea recordado por el que salvó al Frente Amplio, aunque seguro que ni Orwell y capaz tampoco Esteban Valenti lo hubieran pergeñado tan bien. El mandatario se sacó miles de selfies durante su errante y ciclotímica gestión. Se le olvidó sacarse la que pueda probar su inocencia en la Justicia y así poder demostrar si era o no una pompita de jabón como lo llamó socarranamente el expresidente Tabaré Vázquez en su última campaña electoral. Puede el mandatario aún pasar a la historia con un acto de grandeza que lo indulte o se recordará apenas como el líder de una concertación de oportunistas de la desesperanza.