En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
+
Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad
Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.
Suscribite a Búsqueda
DESDE
UYU
299
/mes*
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En el transcurso del año pasado las personas y las empresas pagaron $ 585.595 millones en tributos a la Dirección General Impositiva (DGI). Si se compara ese monto con el tamaño de la economía —el Producto Bruto Interno (PBI)—, la presión de esos impuestos se ubicó en 19,98%, un máximo al menos desde fines del siglo pasado, desde cuando están disponibles las estadísticas en el sitio web de la oficina recaudadora.
Estos impuestos constituyen la principal fuente de ingresos para el sector público.
Estrictamente, no todo ese dinero entró a la caja estatal, ya que una parte fue reintegrado a contribuyentes como certificados de crédito (por pagos de IVA, IRAE e Impuesto al Patrimonio) o devoluciones en efectivo o por cuenta bancaria (IRPF, IRNR e IASS). Deducido eso de la recaudación bruta por impuesto debido a que no se originan, quedó un neto de $ 505.567 millones. Eso equivalió a 17,25% del PBI, que, si bien es un nivel de presión de la DGI más alto que el del año anterior, se compara con un ratio más alto de 2020 (17,42%).
En su Boletín Estadístico de 2022, publicado el lunes 9, esa repartición del Ministerio de Economía señaló que la recaudación bruta total aumentó más (5,2%) que lo que lo hizo la economía uruguaya (4,9%) debido —entre otras cosas— al cierto defasaje temporal entre la generación de las bases imponibles y el momento del cobro de los tributos.
En relación con el Producto, los impuestos sobre el consumo fueron los que más recaudación generaron el año pasado (11,18%). A su vez, las cargas sobre las rentas y las utilidades produjeron el equivalente a 7,36% del PBI, mientras que los gravámenes a la propiedad recaudaron 1,24%.
Los cambios en el nivel de presión de la DGI pueden originarse en modificaciones en las tasas de los tributos o en sus bases imponibles y en la propia dinámica económica (y su indicador, el PBI). En el caso del IVA —el impuesto que más recauda—, el informe menciona algunas alteraciones introducidas en 2022, aunque solo tuvieron “impacto significativo” la devolución prevista en la Ley de Inclusión Financiera —por el mayor uso de los medios de pago electrónicos— y la reducción total del IVA a servicios gastronómicos y otros servicios con fines turísticos prestados a no residentes.
Costo
Por otro lado, para cobrar los impuestos, la DGI incurre en determinados gastos. Ese costo en 2022 fue de $ 4.195 millones, equivalente a 0,72% de la recaudación bruta, una leve disminución en comparación con el año anterior (0,79%).
Las retribuciones de su personal constituyeron el principal costo de la DGI (63%), a lo que se agrega otro 14,1% correspondiente a las cargas sociales. Otros costos relevantes son las comisiones pagadas a redes de cobranza u otros “servicios externos” de cobro, que significaron casi 11% del costo recaudatorio total del año pasado.
