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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáDías pasados leía en “El Observador” (18.12.14) una entrevista con el presidente de Alur, Sr. De León, que es interesante analizar porque en sus declaraciones entran en contradicción con lo dicho en otras oportunidades y deja en evidencia lo absurdo de la inversión en la planta de etanol en Paysandú.
No vamos a extendernos aquí en que se pagó por esta planta tres veces más de lo que vale realmente, lo cual quedó demostrado en la comparecencia de los directores de Alur al juzgado ante la denuncia penal que nos hicieron el año pasado por difamación e injurias. En dicha oportunidad nuestro abogado formuló unas 15 preguntas para que explicaran los valores pagos por dicha planta y ninguna fue respondida, quedando en evidencia la sobrefacturación. Considero esta inversión una verdadera estafa de Alur al erario público.
Volviendo al artículo publicado en “El Observador”, De León comenta que 2014 es el cuarto año consecutivo con resultados positivos para Alur. En abril de 2012, en sesión de la Comisión de Industria y Energía, el Directorio de Alur informó que se había aprobado, en referencia al precio en que Alur le vende el etanol a Ancap, un incremento de hasta 35% sobre el costo de producción y con retroactividad a tres años en vez del 5% aplicado hasta el momento. Esos porcentajes se irían reduciendo en los años siguientes. Todo esto para reducir las pérdidas que Alur venía generando.
Con una opción como esta de transferirle las pérdidas a un tercero, cualquier empresa tendría balance positivo.
Más adelante, De León informa que el etanol de Alur tiene un costo de producción de U$S 2,00 el litro. En el mercado internacional se cotiza a U$S 0,43 el litro (Bolsa de Chicago). En Brasil al productor se le paga U$S 0,40 el litro y en el surtidor el precio de venta al consumidor, con los impuestos locales y el margen de distribución es el equivalente a U$S 0,60 el litro. O sea que el costo de producción de Alur es cinco veces el precio de mercado.
Más adelante informa que con los impuestos incluidos, el precio de la nafta al público en Uruguay es de U$S 1,72 y que se está mezclando en ella 5% de etanol. En definitiva, Ancap compra de Alur a U$S 2,00 más un porcentaje de ganancia (que varía según sus necesidades financieras), lo mezcla con la gasolina y esa mezcla la vende a U$S 1,72 el litro, ya con impuestos incluidos.
Por lo tanto, el subsidio de Ancap al etanol de Alur debe rondar los U$S 2,00 el litro.
Sendic, en su comparecencia al Senado en abril de 2013, afirma que en el Uruguay no hay subsidios al biocombustible.
Es importante destacar que el valor energético del etanol es mucho más bajo que el de la nafta. Es decir, se ruedan muchos más kilómetros con un litro de nafta que con uno de etanol. A título de ejemplo, en Brasil la mayoría de los vehículos son flex (usan indistintamente gasolina o etanol) y la relación de precio entre estos combustibles, para que sea equivalente el uso de uno u otro, es de 2,70 reales para la nafta contra 1,70 reales para el etanol. A medida que se aumenta el porcentaje de etanol en la mezcla, el combustible va perdiendo valor energético y, como consecuencia, el consumo aumenta.
El año pasado, en la Comisión de Industria y Energía del Senado y también en el Juzgado, presenté un diagrama con un flujo de caja de la planta de etanol de Alur en Paysandú en donde mencionaba la inversión absurda realizada en la planta y que, considerando los precios internacionales de la materia prima y los productos obtenidos, esta no podría ser amortizada ya que las pérdidas generadas iban a ser unos 35 millones de dólares al año. Para evitarlo, sería necesario vender el etanol para Ancap a un precio tres veces más alto de lo que cuesta en el mercado. Me quedé corto ya que el precio que De León anuncia es 600% más alto que el del mercado y como gran logro se informa que en los próximos años van a reducirlo un 35%. ¡Es una abierta tomada de pelo!
En los contratos agrícolas que Alur realiza con los productores, les asegura para la canola U$S 500 por tonelada y para el sorgo U$S 180 por tonelada. Estos precios son mucho más altos de los del mercado internacional, un negoción para los beneficiarios de estos contratos, pero crean una situación económica insustentable para Ancap y para el Estado.
Me pregunto: ¿cuál es entonces el objetivo de producir biocombustible a partir de granos?
Reducir costos, imposible; es mucho más económico importar el etanol y exportar el grano. Ambiental, tampoco, ya que al quemarse más etanol que nafta por kilómetro rodado, la contaminación provocada por la quema de etanol termina siendo mayor que la resultante del uso de nafta (la Universidad de São Paulo tiene un estudio muy interesante en este aspecto).
El estímulo a la producción de granos no es necesario. Basta con observar el crecimiento de la agricultura en los últimos años en Uruguay.
En el mundo, la tendencia es producir los llamados biocombustibles de segunda generación. Por ejemplo, producir el etanol a partir de celulosa que vale la mitad que el grano y la eficiencia es casi la misma. Como información, desde 2010 no se ha construido en Estados Unidos ninguna planta de etanol en base a granos.
La política de inversiones de Ancap parecería estar más guiada por voluntarismos y egos personales exacerbados, que por una lógica económica. No hay en estos proyectos ningún compromiso con la realidad del mercado ni con la conveniencia del país.
Jugar a ser grandes empresarios con plata de los contribuyentes es de una irresponsabilidad total, porque compromete seriamente el crecimiento. Estas aventuras hay que pagarlas y es en parte por ellas que tenemos la energía más cara de la región y corriendo bien para ser la más cara del mundo.
Es además, en estos grandes emprendimientos, con reglas de inversión poco transparentes y casi sin controles del Estado, en donde se pueden ‘morder’ comisiones y desviar dinero para fines personales y esto lo estamos viendo en toda la región.
Esperemos, aunque sin mucha esperanza, que la nueva administración vea claro esto y tome las riendas de esta situación así como también el Juzgado de Crimen Organizado cumpla con su parte atribuyéndole a cada uno su cuota de responsabilidad.
Gabriel Pérez Morgan
CI 1.103.598-9