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El realizador Barry Jenkins coescribió el guion de Luz de luna junto a Tarell Alvin McCraney, autor de In Moonlight Black Boys Look Blue, la autobiográfica obra original en la que se basa esta película, la ganadora del Oscar 2017. McCraney creció en la década de 1980 en Liberty Square, un barrio marginal de Miami; su madre, adicta al crack, murió a causa de una enfermedad relacionada con el sida; su padrastro fue asesinado por traficantes locales; en medio de esto, McCraney descubrió su homosexualidad, sobrevivió al bullying, la miseria y la violencia de un ambiente siniestra y naturalmente homófobo. No estaba solo: lo rescató un narcotraficante. Como en el filme.
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Luz de luna optaba por ocho premios Oscar. Además de los galardones como Mejor película y Guion adaptado, conquistó el de Mejor actor secundario, que fue concedido por primera a vez a un intérprete que profesa el Islam —es un detalle que hoy no parece menor—, Mahershala Ali, conocido por su trabajo como secundario en la serie House of Cards.
La película se divide en tres partes a través de las cuales la cámara de Jenkins explora las circunstancias que rodean o se derivan de algunos momentos determinantes y significativos en la vida de Chiron, personaje que a lo largo de la historia es interpretado por tres actores. Estas tres partes están bien diferenciadas: infancia, adolescencia y juventud. Y en ellas se percibe una especie de constante: hay alguien que huye. Para evitar el dolor, primero huye de los demás, sin darse cuenta, tal vez, que al hacerlo también escapa de sí mismo, enredándose en una angustiante circularidad: intentará salvarse siendo otro, pero lo que lo salvará será ser quien es.
Bellamente fotografiada por James Laxton, la narración está coloreada por los recuerdos y los pensamientos del protagonista. El primer tramo está dedicado a Little (Alex R. Hibbert), tal como llaman a Chiron, que vive con Paula (Naomie Harris), su madre, dominada física y mentalmente por la adicción al crack. Little es la reafirmación física de su apodo: de brazos finos, piernas flacas y una constitución tan delicada que parece mal alimentado. Y lo primero que se lo ve hacer es escapar de un grupo de compañeros de escuela que se burlan de él y buscan maltratarlo. Es en esta etapa cuando conoce a Juan (Ali), un narco duro por fuera y blando por dentro, que asume el papel de guía, de padre postizo del pequeño y silencioso niño. Y Little, al principio, no sabe muy bien qué hacer con el cariño y el espacio, la playa y la comida que tanto él como Teresa (Janelle Monáe, adorable), su novia, le conceden desinteresadamente.
Luego viene la parte de la adolescencia. Ahora intenta llevar su nombre, Chiron (Ashton Sanders), aunque es obvio que hay partes de Little que siguen todavía allí: aparecen en esa incómoda relación con su cuerpo, en la necesidad de sentir afecto, en la dificultad para encontrar interlocutores para expresar algunas emociones. En el universo dentro de otro universo que es la secundaria en Liberty Square, entre la hostilidad de los matones y las presiones de la comunidad, Chiron descubre el sexo, quizás el amor, y también la traición y el desengaño.
Ahora, la tercera parte: Chiron llega a la juventud con otro alias, Black (Trevante Rhodes), vive en Atlanta, luce un cuerpo cubierto de placas de compacta musculatura de macho alfa y una sonrisa melancólica y literalmente metálica. Black se reencontrará con Kevin (André Holland, el médico negro capo de The Knick), aquel amigo de la infancia, quizás para aclarar algunos puntos. Y también va aquí una aclaración necesaria: no es Luz de luna el tipo de película que a veces suele etiquetarse como fuerte, tanto por los golpes melodramáticos como por las escenas de sexo. El drama está, por supuesto, impregnado en la realidad que retrata el filme, en las preguntas que plantea (qué es ser hombre, qué clase de vida quiere o puede una persona vivir). El sexo está, por supuesto, pero no de un modo directo, sino por medio de imágenes que se generan en el espectador a través de las que Jenkins pinta en la pantalla. Efectivo y sutil.
Luz de luna (Moonlight). EEUU, 2016. Dirección: Barry Jenkins. Guion: Barry Jenkins y Tarell Alvin McCraney. Con Trevante Rhodes, Naomie Harris, Mahershala Ali, Ashton Sanders, André Holland, Alex R. Hibbert, Janelle Monáe, Jharrel Jerome. Duración: 111 minutos.