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Políticos en actividad, ex ministros, senadores, diputados, militares retirados y empresarios. El ballroom del hotel Radisson estaba repleto en la noche del martes 16 para escuchar a tres ex presidentes y la presentación de un libro sobre la década que va de 1980 a 1990. Pero para el ex presidente Luis Alberto Lacalle lo del martes fue “mucho más que la presentación de un libro”. Es que en esa actividad, que sirvió para presentar el libro “La reconquista. Proceso de la restauración democrática en Uruguay (1980-1990)”, del ex presidente Julio Sanguinetti, se reivindicó la salida de la dictadura y se valoró la actitud de actores como el general Líber Seregni o Wilson Ferreira Aldunate.
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“Tenemos mucha cosa que hacer”, dijo Lacalle, y en esa línea de elogios planteó que se tome el texto de Sanguinetti como “un libro de campaña, no un libro de historia”.
“Es mucho más importante lo que pueda representar como dinamizador de fuerzas políticas que como libro de historia. Aquí hay municiones, fundamentos y argumentos para la lucha republicana que tenemos que encarar mañana mismo, porque lo que está en juego es justamente complementar el concepto de democracia y legitimidad de origen con las prácticas republicanas que son su complemento indispensable”, afirmó.
El libro de Sanguinetti es la continuación de su anterior trabajo “La agonía de una democracia. Proceso de la caída de las instituciones en el Uruguay (1963-1973)”. En esta nueva publicación, Sanguinetti relata lo sucedido en el plebiscito de 1980, las internas de 1982, las conversaciones entre militares y políticos, el pacto del Club Naval, las elecciones de 1984, su gestión en el gobierno y la consulta popular por la “ley de caducidad”, entre otros.
Lacalle manifestó que “lamentablemente” los problemas por el pasado reciente “no han terminado”. “Tendría que haber terminado, pero los intentos inconstitucionales con que se ha intentado torcer la voluntad popular nos hacen reafirmar que vamos a estar alertas para que se respete esa misma voluntad popular, para que la misma no sea torcida y para que los magistrados de la República —dicho con todo respeto— tengan también la sensación de lo que está en juego. Está algo más que el análisis de la debida constitucionalidad de un proyecto: está la voluntad popular de decir ‘esto terminó y vamos a ocuparnos del mañana’”, remarcó, y provocó el aplauso de toda la sala.
Por su parte, el ex presidente Jorge Batlle sostuvo que el libro de Sanguinetti es “necesario”. “La democracia no es la revolución; es la reforma permanente. Es natural que Julio escribiera este libro. Le ha hecho un enorme bien a la historia global que otros algún día intentarán escribir. Las próximas generaciones, los futuros historiadores deberán tomar este libro para estudiar lo acontecido”, consideró.
Luego comentó que los dos libros de Sanguinetti “enseñan, entre otras cosas, que los pueblos prefieren las elecciones y la voluntad popular a las armas de cualquier signo”.
En el acto de presentación estaba previsto que participara el vicepresidente de la República, Danilo Astori. Sin embargo, no concurrió debido a que estaba presente en el lanzamiento del sector Frente Líber Seregni en apoyo a la candidatura de Mónica Xavier a la presidencia del Frente Amplio. En una carta enviada a Sanguinetti, el vicepresidente aclaró que “más allá de las diferencias” que se pueden tener “respecto a la interpretación de algunos hechos ocurridos” en ese período, el trabajo de Sanguinetti representa un “muy importante aporte para el conocimiento de un tramo crucial” de la “historia reciente”.
Asimismo, valoró que con este libro y el anterior Sanguinetti no evitó el “abordaje” de la historia reciente “pese al riesgo de tratar hechos y sucesos cuyo encadenamiento e impactos está aún vigente”. Asimismo, sostuvo que se apegó a la “verdad en la historia”.
“Hay que celebrar que usted, doctor Sanguinetti, haya logrado compatibilizar su memoria, con la decisión y la dedicación que seguramente ha exigido la producción de este trabajo importante para el conocimiento de nuestra trayectoria como sociedad y —a partir del mismo— nuestras reflexiones para la definición de un proyecto nacional con proyección hacia el futuro”, concluyó.
Hechos.
Sanguinetti explicó que su libro pretende relatar “hechos” y que es un “documento”. “La historia no es pasado coagulado, no es un mausoleo de hechos muertos. La historia son los mecanismos a través de los cuales una sociedad transmite sus valores de generación en generación. Y sobre esta historia reciente tan polémica, tan dura, la sociedad uruguaya también tiene que saber cómo se encontraron los caminos para superar esas divisiones profundas y para que todos pudiéramos reconciliarnos”, sostuvo.
En esa línea volvió a defender el “cambio en paz”, como se denomina a la salida de la dictadura, de la que fue uno de los actores principales.
“La sociedad uruguaya está reconciliada. Habrá minorías que buscan revanchas o expresan nostalgias, pero la inmensa mayoría del pueblo uruguayo acompañó ese proceso y sigue creyendo. Y por eso con 20 años de distancia volvió a ratificar la ‘ley de caducidad’ en el 89 y en el 2009. ¿Y lo hace porque quiere perdonar a los militares, porque quiere fomentar eso? No. En las dos oportunidades votó por lo mismo: por la paz, por la institucionalidad, porque el período de confrontación debía terminar”, argumentó.
Sanguinetti explicó que el libro sirve para “mostrar las enormes acechanzas” que caracterizaron “este largo proceso”.
“En julio no sabíamos si habría elección y estábamos todos lanzados en la elección; y venían unos rayos y centellas de las alturas y cierres de diarios, de semanarios y luego en el gobierno todos sabemos lo difícil que fue. Teníamos una crisis bancaria larvada. Teníamos técnicamente el 60% de los bancos quebrados”, relató Sanguinetti, quien acotó que intenta hacer historia, como “hay tantos historiadores hoy día que hacen política con la historia. No está vedado también que un político intente hacer historia con honestidad intelectual”.
“El ‘cambio en paz’ primero fue un eslogan político pero después fue un proyecto político que es permanente y tenemos que seguir rescatando esos valores. No es lo mismo respetar el voto y los referendos que no respetarlos. No es lo mismo. Si eso da lo mismo, estamos en situación de riesgo. Si da lo mismo ejercer la violencia en la vida política que someterme a las leyes, estamos en una situación de riesgo. Si la ley pasa a ser un fenómeno adjetivo, estamos en una situación de riesgo”, advirtió.