Dijo que, si bien este tema hoy el MGAP no lo puede poner arriba de la mesa, porque los tiempos no dan, tiene muy presente que eso es lo que va a ocurrir entre este año y los próximos dos años.
El decreto de reducción de abatimiento del 15% “tenemos que cumplir, porque es nuestro deber”, reconoció el titular del MGAP.
Y dijo que para acatarlo esa secretaría de Estado hizo un trabajo “muy fuerte” a nivel interno con participación de todas las direcciones e instituciones, “cuya premisa es que los servicios esenciales se garanticen”.
“No se pone como prioridad tener que reducir”, sostuvo.
Alarmante e inteligente
Uriarte planteó a los diputados que “la distribución etaria que tiene el ministerio es suficientemente alarmante como para tener que preocuparse por que haya que sustituir uno de cada tres”.
“Con las jubilaciones que van a haber va a ser lo suficientemente grave como para pensar en reducir funcionarios”, aseguró.
El presidente de la comisión de Ganadería, el diputado frenteamplista Alfredo Fratti, le retrucó: “No, no, ministro; no me enrede. Reducción de funcionarios es también cuando se jubilan y no se reponen”, acotó.
A lo que Uriarte contestó: “Con el mayor de los respetos, no lo enredo. Le estoy diciendo que, si se van a jubilar novecientos, no podemos reducir el personal en novecientos porque no podríamos cumplir con las funciones del ministerio”, dijo.
Entonces, Fratti le volvió a preguntar: “¿Cuánto va a reducir?”.
“Los que sean necesarios, pero nunca poniendo en riesgo las funciones del Ministerio”, afirmó Uriarte. Y lo comprometió a “contar con su ayuda”, porque “evidentemente vamos a tener que contar con reposición de vacantes que hoy no podemos hacer”, justificó.
Una de las principales funciones del MGAP está concentrada en la Dirección General de Servicios Ganaderos, que es responsable de proteger y mejorar la salud animal, preservando su bienestar, con el fin de garantizar la inocuidad de los alimentos de origen animal, contribuyendo a la salud pública y el desarrollo sustentable.
“La relevancia de esta misión se enmarca en la condición de Uruguay como país agroexportador de alimentos, base de su economía, con presencia en más de 139 mercados en el mundo”, según consta en su sitio web.
Al analizar la situación de esa repartición ministerial con relación al tema planteado en la comparecencia, el director de Servicios Ganaderos, Eduardo Barre, señaló que “tanto en funcionarios como en funciones es más o menos el 50% del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca”.
En cuanto a la franja etaria, en 2017 el promedio de edad de los funcionarios en los Servicios Ganaderos era de 53 años; en 2019, de 51 años, y en lo que va de 2020, el promedio es de 50 años, detalló Barre.
Precisó: “Pero si tenemos en cuenta que el 50% de los funcionarios de los Servicios Ganaderos tiene entre 50 y 70 años, en pocos años van a tener causal jubilatoria”.
“Si hacemos una proyección hacia el futuro y si no ingresan más funcionarios, para 2024 y 2025 tendríamos alrededor de 500 funcionarios en Servicios Ganaderos”, calculó.
Barre opinó que es necesario “ser un poco inteligente y gestionar mejor los recursos”.
“Esa es una de las estrategias que tenemos que aplicar”, dijo y, en ese sentido, el jerarca comentó que “en estos años se han implementado delegaciones de funciones hacia la actividad profesional liberal”.
“Uno de los mecanismos que se puede seguir aplicando en el futuro es delegar funciones y el MGAP o los Servicios Ganaderos ser puramente auditor y estar muy capacitado”, planteó.
Argumentó esa idea en que “eso está ocurriendo a escala mundial”, ya que “todos los servicios oficiales cada vez tienen menos funcionarios, pero la certificación siempre tiene que ser oficial”.
“Tenemos que ser inteligentes para ver cómo la podemos estructurar dentro de los recursos que vamos teniendo y ver qué podemos lograr”, indicó. Y adelantó que “en carpeta hay un montón de actividades para delegar”.
Oneroso y vetusto
Ante una inquietud planteada en Diputados respecto a la falta de personal en el puesto sanitario de Paso de los Toros, el titular de Servicios Ganaderos contó que “al no tener funcionarios directamente ahí deben recurrir a un funcionario de otra localidad”, lo que “genera muchos gastos, sobre todo, de viático, que es bastante oneroso”.
“Entre tres puestos sanitarios, gastamos alrededor de $ 2 millones en viáticos anuales”, detalló.
Otro asunto que preocupa a la actual administración y a los productores por la falta de respuesta del MGAP en el campo está vinculada a la flota automotriz.
La Dirección de Servicios Ganaderos tiene 136 vehículos y el 36% son de 1997, con un kilometraje por encima de los 300.000 y 400.000, según datos oficiales. Barre comentó que “hay cierta cantidad de vehículos de 2003 y el resto de los vehículos, los más nuevos, son del período entre 2015 y 2017”.
“Nuestra flota está bastante vetusta”, se lamentó.
Contó que acaba de “dar la orden de que no se usen más las de 1997, unas Nissan”, porque “cuesta mucho más caro repararlas y que sigan en funciones; además, podemos tener algún problema por accidentes”.
El jerarca se refirió también al monitoreo de los vehículos que utilizan los funcionarios y al mandato de que las diferentes unidades del MGAP cedan automóviles a Servicios Ganaderos. “Hay que ser muy cauto en esto porque ya tuvimos algunos problemas hasta de funcionarios que están procesados por mal uso de los vehículos”, dijo.
Respecto a otras acciones previstas, específicamente en la campaña de control sanitario de la garrapata en la ganadería local, Barre anunció la implementación de controles móviles en ruta, sin especificar en dónde serán, pero indicó que habrá dos controles de ese tipo. Considerando el costo de tener varios empleados en un puesto fijo, el funcionario resaltó la importancia de “medir la eficacia y la gestión” de los controles.