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La historia comienza con un funeral. El del padre de Sachi (Haruka Ayase), Yoshino (Masami Nagasawa) y Chika (Kaho). Es en este marco que conocen a Suzu (Suzu Hirose), de quien ya habían oído hablar tiempo antes. Es que la chica, de unos 13 años, es fruto de una relación que su padre tuvo con otra mujer. Tras el funeral, las tres hermanas la invitan a irse a vivir con ellas a su casa en Kamakura, ciudad costera de Japón, ampliamente conocida por sus templos y santuarios y por la emblemática e imponente naturaleza que la envuelve.
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Souchi, la mayor, es “la jefa”. Aparentemente es la más responsable, una especie de figura paterna-materna de sus hermanas. Es una enfermera dedicada que, al parecer, no se ha permitido tiempo para proyectarse más allá de sus deberes laborales y familiares. Yoshimoto, la del medio, es bancaria, parece ser la más independiente, la clase de persona que suele hacer lo que quiere aunque eso no signifique que sea verdaderamente libre. Chika, la más joven, trabaja en una tienda de ropa deportiva y cumple con el arquetipo de hermana criada por hermanas. Las tres llevaban mucho tiempo sin hablar con su padre, que se marchó hace más de 15 años. Traer a su hermanastra a casa puede ser una forma de reconectar con el padre, una figura espectral y cambiante (a veces se lo juzga duramente, se lo ignora, se lo idealiza), pegamento invisible que une la vida de las hermanas. Todos tienen una opinión acerca de la presencia de la hermanastra/hermanita en Kanagawa, desde la señora Ninomiya, que las crio a las tres, a Fuji, el noviete de Yoshino.
La película de Hirokazu Kore-eda (Tokio, 1962) no es la última de su cosecha. Filmó otros cinco títulos luego de Nuestra hermana menor. Su obra más reciente, Somos familia, ganó en Cannes y es candidata al Oscar como película de habla no inglesa. Atento cronista de la vida doméstica y de los vínculos familiares, como demostró en De tal padre, tal hijo o Un día en familia (o Todavía caminando), es un maestro para captar la serena belleza que encierran aquellos momentos triviales, sencillos, esos que parecen suceder todo el tiempo pero que en realidad suceden solo una vez: el desayuno, la cena, una caminata o un paseo en bicicleta, un viaje en tren, un partido de fútbol. Así lo hace en este filme, basado en un manga homónimo de la reconocida Akimi Yoshida, que con esta obra obtuvo el Premio a la Excelencia en el Japan Media Arts Festival de 2007. El optimismo atípico del realizador lo lleva a mostrar el lado luminoso de casi todo, lo cual puede resultar un poco extraño, aunque lo hace siempre con cierta sutileza y sin golpes bajos, a pesar, a veces, de que la banda sonora se esfuerza por hacer algún subrayado innecesario.
Nuestra hermana menor (Umimachi Diary). Japón, 2015. Dirección y guion: Hirokazu Kore-eda. Con Haruka Ayase, Masami Nagasawa, Kaho, Suzu Hirose y Ryo Kase. Duración: 127 minutos.