Un buzo entre la nieve. Un explorador de un Buenos Aires devastado y el sobreviviente de una amenaza extranjera, tan extranjera que no pertenece a esta Tierra. Las viñetas que ilustraban la aventura del héroe revolucionario de El Eternauta, Juan Salvo, son reconocibles para los lectores de historieta en el Río de la Plata. Seis décadas después de la publicación de su primer número, la odisea de ciencia ficción concebida por Héctor G. Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López, considerada un clásico del cómic, está a punto de convertirse en un fenómeno masivo.
La editorial Planeta anunció en julio que El Eternauta será reeditada a partir de 2022 bajo el sello Planeta Cómic. Será la primera reedición en español de la obra de Oesterheld y Solano López con un lanzamiento a escala mundial.
La nueva publicación también será acompañada, tarde o temprano, por la primera adaptación (fructífera) que El Eternauta tenga dentro del terreno audiovisual. El gigante del streaming Netflix se encuentra en pleno desarrollo de una serie de múltiples temporadas para narrar la batalla que Juan Salvo y su grupo de supervivientes dan contra una invasión extraterrestre que, bajo la forma de una nevada mortífera, anuncia su llegada a la metrópolis argentina.
Leer El Eternauta en 2021 es, según anuncia el propio Oesterheld en los primeros cuadros de su relato, como “para creer en fantasmas”. Son, como el propio Eternauta de la historieta, fantasmas de un pasado capaces de navegar en el tiempo y materializarse en el presente con sensaciones irremediablemente vigentes en los tiempos de pandemia. “¿Será posible que quizá tengamos que vivir años en esta forma?”, se pregunta Salvo en su primer viaje hacia lo desconocido tras partir del refugio improvisado en el que se ha convertido su hogar, en la localidad de Vicente López, a raíz de la amenaza mortífera en el aire. “¿Totalmente liberados a nuestros propios medios, más aislados aún que Robinson en su isla?”, continúa cuestionando Salvo, mientras camina alerta en búsqueda de provisiones y armas.
El Eternauta se publicó en la revista Hora Cero entre el 4 de setiembre de 1957 y el 9 de setiembre de 1959 bajo un formato de tira semanal que terminaba cada historieta con la palabra Continuará. En ese primer número, Oesterheld, conocido por ser un guionista prolífico, también tenía historias como Ernie Pike y Randall The Killer, con dibujos de Hugo Pratt y Arturo del Castillo.
En su vida, Oesterheld trabajó en dos entregas más de la tira. La segunda, publicada en 1969, fue una reversión de la historieta original a cargo del dibujante argentino, nacido en Uruguay, Alberto Breccia. Oesterheld también publicó una secuela, titulada El Eternauta II, en 1976, nuevamente con los trazos de Solano López. Las tres obras coincidieron con los gobiernos de facto en Argentina de Pedro Aramburu, Juan Carlos Onganía y Jorge Rafael Videla.
La crítica sociopolítica de la obra, al igual que su metáfora de una reacción popular ante una amenaza invisible, se hizo notoria con cada entrega. Las posturas de Oesterheld se tornaron más explícitas y reflejaron su participación y conciencia militante en la organización Montoneros. El autor, quien decidió pasar a la clandestinidad tras el golpe de Estado en Argentina en 1976, fue secuestrado en La Plata en 1977. Permaneció detenido en una cárcel ilegal y se estima que fue asesinado en la ciudad de Mercedes (provincia de Buenos Aires). Sus cuatro hijas también fueron desaparecidas. Francisco Solano López, en cambio, murió en 2011, a los 82 años de edad.
Entrevistado por Búsqueda, el autor español Pedro Paredes, magíster en Cómic y Educación por la Universidad de Valencia, sostiene que en el relato del argentino sobresale un elemento particular a lo largo de la obra. “Oesterheld tenía una inclinación muy clara por la empatía”, indicó Paredes, responsable de análisis minuciosos sobre el noveno arte publicados en Twitter y en sitios especializados. “Con esta novela gráfica, Oesterheld concibió una lectura capaz de sobrevivir a todas las épocas. Vale tanto como los años 50 de Argentina, Uruguay o España. El propio final de El Eternauta se ejecuta como un aviso y un adelanto de lo que su país enfrentaría. Tras todas esas batallas surge la pregunta sobre qué pudo haber aprendido Juan y, particularmente, qué pudo haber aprendido el lector”, reflexionó.
Sobre la otra parte integral de la dupla creativa responsable de la historieta, Paredes destacó el talento de Solano López al convertir el guion de Oesterheld en una experiencia de escala cinematográfica que, de todas formas, aprovecha a su favor los recursos del arte secuencial, ya sea alterando el campo de visión entre una viñeta y otra o a través de un uso mesurado pero astuto de los planos detalles o las splash pages, término utilizado para describir a una viñeta compuesta por dos páginas enteras. Solano López solo dedica una página doble para reproducir el “Cuartel General” de la invasión extraterrestre. “El Eternauta bebe mucho de un estilo que llega a través de historietas como Terry y los piratas. Hay una parte cinematográfica en la narrativa de Solano López, sí, como el uso del plano/contraplano, algunos de ellos magníficos, pero también las resoluciones propias de la historieta, a través de sus sombras y el uso del blanco, que no pueden reproducirse en el cine así como así”, detalló Paredes.
En su lectura de El Eternauta, el autor español también destacó cómo la novela gráfica supo adelantarse, gracias a la construcción de un relato de supervivencia, a varias historias populares de la ficción contemporánea. “Lo que hace a El Eternauta muy actual son los múltiples niveles de lectura. Antecede a The Walking Dead y a libros como Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, y eso la hace una novela gráfica eterna”, concluyó.
Reedición y Netflix
Sobre la próxima reedición a cargo de Grupo Planeta todavía se desconocen varios detalles. Más allá de un repaso por el argumento de la obra y de su trascendencia en el ámbito literario, el anuncio oficial no incluyó elementos sobre el formato que tendrá el futuro libro ni qué versión de los dibujos tomará como fuente. Consultados por Búsqueda, representantes de la división argentina de Planeta indicaron que la editorial aún se encuentra ultimando detalles contractuales con los herederos de los autores y que por el momento no habrá novedades sobre la próxima edición, estimada para el próximo año.
Grupo Planeta posee los derechos de publicación que, durante 15 años, le pertenecieron a la editorial argentina Doedytores. Según informó a la prensa su editor, Javier Doeyo, la búsqueda por la adquisición de los derechos de publicación de El Eternauta comenzó en 2020, cuando Netflix anunció la adaptación de la obra. “En estos 15 años hemos hecho con la obra casi todo lo que pensamos se podía hacer”, repasó Doeyo en una entrevista para el medio español Agencia Nova. “Evidentemente la obra merece tener una editorial internacional detrás que pueda mover ese material y cubrir las expectativas que se van a generar por un producto televisivo”, agregó.
La adaptación al cine ha sido una de las grandes deudas de la industria audiovisual argentina. Abundan piezas hechas por fanáticos y hasta la directora Lucrecia Martel hizo el intento. En 2008, tras estrenar La mujer sin cabeza, la cineasta se embarcó en la adaptación de la novela gráfica. Su propuesta, que resultó demasiado libre para los herederos de los creadores responsables del proyecto, fue descartada. Martel emprendió el camino que luego la llevaría a rodar Zama y el legado de Oesterheld y Solano López siguió en búsqueda de un realizador. Entre los candidatos que sobrevolaron el emprendimiento estuvieron Juan Solanas y el director francoargentino Gaspar Noé.
Finalmente, fue Netflix quien tomó las riendas: convirtió la película en una serie y presentó el proyecto como uno de sus caballos de batalla, a comienzos de 2020, como parte de la inversión que la compañía de streaming busca hacer en la producción de películas, series y programas de variedades en América Latina, y específicamente en Argentina. La adaptación será responsabilidad de la productora K&S y contará con Martín Mórtola Oesterheld, nieto del autor, como consultor responsable.
Al frente de la dirección y escritura estará el realizador Bruno Stagnaro, director del filme Pizza, birra, faso. El argentino reestrenó recientemente en Netflix una versión remasterizada de su serie Okupas y se encuentra actualmente en pleno proceso de escritura del guion. “Lo que más me interesaba de Bruno (Stagnaro) era su capacidad para entramar argumentos y personajes bien urbanos”, dijo Mórtola Oesterheld en una entrevista a la revista argentina Crisis. “En su obra hay una actualización muy natural de la idea del ‘hombre común’ presente en El Eternauta ”.
Entre los pocos detalles revelados por el equipo, se adelantó que la serie estará ambientada en la actualidad. La pandemia, en tanto, obligó a reacomodar los plazos previstos originalmente para el rodaje, cuyo inicio se estima para 2022; aún no hay fecha de estreno ni ha sido anunciado el elenco.
Con el relanzamiento editorial de Planeta, que arribará probablemente antes que la serie de Netflix, será cuestión de tiempo antes de volver a ver a Juan Salvo emprender una vez más el viaje que lo llevará, con esfuerzo y dolor, a convertirse en el protagonista de una obra mayúscula de la ciencia ficción.