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“La verdad es que ni la Justicia ni el FBI alertaron a nadie hasta mayo del 2015” de que las denuncias contra el ex vicepresidente de la FIFA tenían sustento. Ese es el argumento que utilizó Juan Pedro Damiani para explicar por qué su estudio, JP Damiani & Asociados, siguió trabajando para el ex vicepresidente de la FIFA Eugenio Figueredo pese a que era indagado por la Justicia uruguaya.
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Como presidente de Peñarol, Damiani junto a otros equipos del fútbol uruguayo y la mutual de jugadores presentaron en diciembre de 2013 la denuncia por presuntas estafas, asociación para delinquir y lavado de activos. La demanda se presentó luego de que el empresario deportivo Francisco Casal ofreciera U$S 805 millones hasta 2020 a la Conmebol para adquirir los derechos de televisación de los torneos que esa entidad organiza, pero los derechos se le concedieran a la firma T&T, que ofreció U$S 381 millones (ver BúsquedaNº 1.762 y 1.763).
En el programa “En la mira” de VTV, el jueves 13, Damiani aseguró que su estudio siguió trabajando para Figueredo hasta el día que lo detuvieron en Zúrich porque “hasta el 2015 no había ningún tipo de irregularidad que involucrara” al ex dirigente. Añadió que después de que apresaron Figueredo fue “el primero” en recurrir a la Justicia uruguaya y al Banco Central para presentar los reportes de operaciones sospechosas de las empresas que su estudio gestionaba. Uno de los últimos trabajos del estudio Damiani para ese cliente fue tramitar, en febrero de 2015, un “poder general” a favor de Carmen Burgos, esposa de Figueredo, según surge de los “Panama Papers”.
Damiani dijo que “simplemente a Figueredo le hacía cuestiones menores de compañías”.
“La verdad es que ni la Justicia ni el FBI alertaron a nadie hasta mayo del 2015 y ahí nosotros resolvimos”, explicó Damiani ante la consulta del periodista Gabriel Pereyra.
En los hechos, la denuncia sobre presuntas irregularidades en la Conmebol avanzó rápido en Uruguay antes de que Figueredo fuera detenido en Suiza a pedido de Estados Unidos. En febrero de 2014, el fiscal de Crimen Organizado Juan Gómez consideró que había mérito para investigar; en agosto desestimó un pedido de la Conmebol de archivar la causa y citó a varios involucrados como testigos y a Figueredo en calidad de indagado.