En 2004 compitieron el Partido Intransigente, liderado por el ex director de Aduanas Víctor Lissidini, la histórica Unión Cívica, con Aldo Lamorte como primer candidato, el Partido Liberal, que presentó a Julio Vera luego sustituido por Jorge Borlandelli, el trotskista Partido de los Trabajadores (PT), con Rafael Fernández al frente, Alternativa de Cambio, que postuló a Armando Val y el Partido Humanista, encabezado por Walter Rocca.
Salvo el PT, ninguno de estos llegó a las elecciones siguientes, en las que se sumaron el Partido Cuatro Puntos Cardinales, liderado por Alejandro Sánchez y Comisiones Unitarias Antiimperialistas, con el ex dirigente del MRO Mario Rossi Garretano al frente.
El Partido Federal y Alternativa de Cambio no fueron habilitados por la Corte.
Considerando un período más amplio, desde 1984 existieron por lapsos más o menos breves el Partido Verde Eto-Ecologista, que llevó al médico Rodolfo Tálice como candidato a la Presidencia, el Partido del Sol Federal y Pacifista, una escisión de este, que lideró Homero Mieres, el Partido Azul, fundado por el médico Roberto Canessa y el Partido por la Seguridad Social, conducido por Elías Yaffalian.
A finales del siglo XX intentaron el Partido de la Buena Voluntad, de Belarmino Pintos, el Partido Movimiento Progresista, el Justiciero y el Republicano.
En 1984, al final de la dictadura, el ex ministro del gobierno militar, coronel Néstor Bolentini, había fundado Unión Patriótica, como expresión electoral del “proceso”, pero el proyecto fracasó, entre otras cosas porque el candidato falleció antes de las elecciones de ese año.
El ex juez militar Federico Silva Ledesma se presentó diez años después con el Partido Alianza Oriental, pero obtuvo una adhesión escasa de la ciudadanía.
Para el politólogo Daniel Chasquetti, los únicos casos de éxito en estos intentos de competir con los tres grandes, además del Independiente son el Partido Verde y Asamblea Popular, que si bien no llegaron a ganar una banca en Diputados (que requiere unos 23.000 votos) estuvieron bastante cerca.
Chasquetti dijo a Búsqueda que existen tres premisas para incidir en la contienda electoral: posicionamiento político, prestigio de los dirigentes y dinero para campañas.
Según este politólogo especializado en el sistema de partidos, el desaparecido Partido Verde y Asamblea Popular (AP) pudieron dar la pelea porque contaban con una figura de prestigio como Tálice o en el caso de AP un buen posicionamiento a la izquierda del Frente, corrido al centro para gobernar.
El fracaso de los nuevos —explicó— se debe a que los uruguayos tienen “una proximidad fuerte con los grandes partidos, la más alta de América Latina”.
Esa simpatía con los tres grandes lemas tiene “una base social muy fuerte y a su vez el público independiente termina en esos mismos partidos, lo que finaliza en una especie de oligopolio”.
Si bien el marco normativo alienta en principio el ingreso de nuevos proyectos, porque se requiere la firma del 0,5% del padrón electoral, en la práctica esto no ocurre, incluso por motivos económicos.
“En grande”.
La propaganda del nuevo partido apela a valores como patria, tradición y familia. Junto al eslogan “La derecha uruguaya comienza su camino hacia la victoria 2014” se presentan postulados como transparencia, justicia, trabajo, libertad, orden, prosperidad, democracia, educación, propiedad, seguridad, vida y vivienda, comunidad, patria, familia, honradez, tolerancia y pluralismo.
“Somos la derecha uruguaya, patriotas criollos, nacionalistas y artiguistas. No somos oradores ni demagogos y apenas comenzamos el camino de la política” dice el folleto que contiene la apelación: “Pensá en un cambio, pensá en grande”.
En cuanto a los temas en debate en la sociedad, el PU se expresó hasta ahora contra la legalización del aborto y la venta de marihuana, entre otros.
“El progresismo vuela a su manera” se titula una ilustración colgada en el perfil de Facebook en la cual puede verse al presidente José Mujica con un gorro con los colores de la cultura rastafari, fumando un porro y volando en un avión de “ex Pluna”. Cerca de su boca hay un globo que dice “chanchullos, negociados, mandaderos, coimas, cometas, nabos, giles, corruptos ¡Festejan!”
Otro texto dice: “Basta de paros de la dictadura sindical comunista en la enseñanza pública uruguaya. No a las ATD. No al lavado de cerebro. Boletos para los docentes. Docentes libres”.
Además de abrir el local de la calle Jackson y participar en las redes sociales, el flamante partido ha hecho algunas apariciones no virtuales.
En marzo pasado, un grupo de militantes participó en la marcha por seguridad pública que se realizó en Carrasco y a mediados de agosto apoyó la denuncia penal que un hijo de Carlos Burgueño, muerto el 8 de octubre de 1969 durante la operación del MLN-Tupamaros en Pando, realizó contra dirigentes de esa organización.
Aunque hasta ahora el PU no ha presentado públicamente a sus dirigentes —lo hará a fines de setiembre— fuentes políticas dijeron que se ha nutrido de algunos militantes jóvenes del sector del diputado Jorge Gandini del Partido Nacional, colorados y tiene un contacto importante con algunos militares retirados.
El fundador e ideólogo del partido, Marcelo Fuentes, es un empresario del sector financiero e inmobiliario que —según documentación en poder de Búsqueda y fuentes forenses— tiene un prontuario con ocho antecedentes penales entre 1988 y 2000 por estafa, falsificación de documentos y receptación, entre otros.
Política
2012-08-30T00:00:00
2012-08-30T00:00:00