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Brasilia, 7 de setiembre de 2016. (De nuestras agencias). En el mismo día que en Brasil se celebra el “Grito de Ipiranga”, fecha de la independencia, el Senado votó afirmativamente el “absolute impeachment” por el cual el presidente interino Elivelton de Souza Moraes do Terreiro (a) “Brasuquinha” será separado de su cargo y ahorcado en un acto público en el jardín del Palacio da Alvorada, residencia oficial del Jefe de Estado.
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La votación, que ratificó una vez más la particularísima y cuasi surrealista manera de votar que tienen los parlamentarios brasileños, se llevó a cabo en la sala senaturial del Congreso con la presencia de la batucada oficial “Marcheiros do Tico Tico”, los que al ritmo de samba enredo hacían sonar sus tambores, pandeiros, birimbaos y cavaquinhos, dándole una ruidosa cortina musical a la ceremonia.
Algunos senadores votaron dedicando su sufragio a la Igreja Pentecostal dos Santos Milagreiros, otros a Satanás, Belcebú y Mefistófeles, otros al Rey Momo, y la mayoría a São Lula da Silva, el ex presidente fallecido años atrás en un accidente de aviación, cuando su jet privado se quedó sin combustible mientras sobrevolaba su fazenda de 550.000 hectáreas en el nordestino Estado de Piauí.
Lula fue canonizado como santo súbito por la Iglesia Pentecostal Dios es Amor, y subido de inmediato a los altares. Se le atribuyen a este santo milagroso algunos episodios extraordinarios acontecidos en el país desde su trágico final, tales como la aparición de un pajarito que sobrevuela a sus sucesores en la presidencia (“o passarinho progressista”) de similares características que el que sobrevuela al emperador vitalicio venezolano Nicolás Maduro, dándole instrucciones para el correcto desempeño de sus tareas de gobierno.
El presidente que será ajusticiado mañana había sucedido a otro desdichado político brasileño, don Suburbio Melancia do Cocoteiro (a) “Macaco”, el cual había asumido la primera magistratura tras el “impeachment mais leve”, que consistió en su derrocamiento y la ulterior cadena perpetua a la que fue sometido.
Durante su mandato, don Suburbio había expropiado por decreto la mitad del Estado de Paraná, fraccionándolo en fazendas de 20.000 hectáreas, las que fueron entregadas en perpetuidad a los senadores de su partido, el MPAADTSPN (Movimento Para A Apropiaçao De Terras Sem Pagar Nada), lo cual le aseguraba la votación sin discusión de los proyectos de ley que enviaba el Ejecutivo al Congreso. Cuando una senadora de su partido, dona Epifania Moreira da Fonseca, (a) “A Emperatriz do Afano” se pasó a la oposición, más precisamente al partido MDONPMR (Movimento Da Oposiçao Negociadora Por Montos Razoáveis), o presidente Macaco la asesinó de tres balazos a la salida de una fiesta ofrecida por la senadora opositora dona Endometria Sarabanda da Palmeira (a) “A Rainha do Mensalão”. El Senado lo destituyó y la justicia lo condenó a estar preso de por vida.
Toda esta seguidilla de curiosos y crueles episodios tuvo su comienzo hace una década, cuando el senado brasileño destituyó a dona Dilma Russeff, y pasó a ocupar su lugar el vicepresidente Michel Temer. El interinato de 180 días previsto en la Constitución se transformó al vencimiento del plazo en definitivo, ya que dona Dilma fue encontrada culpable de haber modificado las cifras del balance oficial del gobierno, delito este que fue derogado del código penal brasileño una vez que la ex presidenta fue encarcelada. Dona Dilma fue condenada a veinte años de cárcel, y, aunque el delito por el que fue juzgada se eliminó, también se eliminó del código penal la disposición que establecía que si un delito se eliminaba, quienes habían sido condenados por el mismo recuperarían la libertad. Actualmente la señora Russeff está encarcelada en el Penal de Recife, donde ha sido encargada de la limpieza de la cocina del establecimiento.
Los años que siguieron bajo la presidencia de Michel Temer fueron muy convulsionados, ya que las tres cuartas partes del Congreso fue renovado, a medida que los juicios por corrupción contra diputados y senadores, tanto del gobierno como de la oposición, iban concluyendo, y de los mismos surgían condenas por largos años de cárcel, entrando en sus lugares los suplentes, buena parte de los cuales también terminó en la cárcel por haberse probado los delitos de los que se les acusaba.
Algunas leyes aprobadas en estos turbulentos tiempos fueron consideradas como revolucionarias por los politólogos, tales como la que le cambió el nombre a Petrobras, la empresa más grande del Brasil. Se la rebautizó “Braspetro”, razón por la cual todos los funcionarios públicos, diputados, senadores, ex ministros integrantes de los gabinetes desde Lula hasta la fecha del cambio de nombre de la empresa, fueron puestos en libertad, ya que la empresa que les había pagado coimas y financiado las campañas de sus partidos no existía más, y desaparecían así los nexos causales con los delitos de los que habían sido acusados. Estas medidas son objeto de estudio en las universidades del mundo entero, dando lugar a simposios, congresos, seminarios y talleres, en virtud del carácter innovador y transgresor de su esencia.
Durante estos años se han sucedido mandatos presidenciales y ministeriales con sorprendentes medidas, desembocando en el mandato de don Elivelton de Souza Moraes do Terreiro (“Brasuquinha”), quien ha sido destituido y será ajusticiado mañana por haberse atrasado en el pago del mensalão durante un semestre, cosa que ni los miembros de su partido ni los de la oposición le perdonaron.
Tras el ahorcamiento de Brasuquinha, asumirá la presidencia el vicepresidente don Fagundo Maravilha da Conceiçao (a) “O Quindín da Comissão”, de quien no se espera demasiado, ya que para ocupar el cargo debió ser liberado de la cárcel en la que estaba preso, purgando una condena por sobrefacturación de obra pública, y por la ilegal expropiación por decreto de 100.000 hectáreas en el Mato Grosso, las que vendió en su provecho a una multinacional turca que fabrica pasta de celulosa.
Por los años sesenta del siglo pasado, un senador norteamericano acuñó la célebre frase “Brasil es el país del futuro… y siempre lo será”.