N° 1943 - 09 al 15 de Noviembre de 2017
N° 1943 - 09 al 15 de Noviembre de 2017
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLos resultados de la 16ª Encuesta de Expectativas Empresariales de Deloitte, divulgados esta semana, mostraron una leve mejora en la percepción sobre la marcha de la economía en general, aunque la evaluación respecto a la situación de las firmas y del clima de inversiones no mostró todavía cambios positivos significativos.
El sondeo se efectuó del 2 al 20 de octubre entre 335 gerentes y altos ejecutivos de empresas radicadas en Uruguay. Consultados sobre cómo ven la situación de la economía uruguaya respecto a un año atrás, 32% manifestó que es mejor (frente al 21% y al 6%, respectivamente, de las encuestas de abril pasado y de octubre de 2016, marcando el mayor registro desde el 58% de marzo de 2011). A su vez, 14% consideró que la situación empeoró (lo que marca una baja importante respecto al 26% y al 64% de las encuestas de abril de 2017 y de octubre de 2016). Se mantuvo en 53% el porcentaje de empresarios que visualizan la economía igual que hace un año.
Mirando hacia el futuro, 30% de los encuestados espera que la situación vuelva a mejorar en los próximos 12 meses, 15% proyecta que habrá un deterioro, mientras que la mayoría absoluta (55%) no espera cambios relevantes.
La mejor evaluación de los empresarios respecto a la marcha de la economía en general no se trasladó en la misma proporción cuando evaluaron la situación de la empresa y el clima de negocios. De hecho, es la primera vez desde 2011 que la evaluación de la situación de la empresa se ubica por debajo de la evaluación de la economía en general. En relación con la encuesta de abril de 2017, en términos netos aumentó el porcentaje de empresas que manifestaron que se dio un deterioro de la rentabilidad, a pesar de que al mismo tiempo creció el de empresas que aumentaron la producción. En sentido positivo, para los próximos 12 meses 25% de los encuestados afirmó que aumentará la rentabilidad de sus empresas, mientras que 18% cree que caerá. En relación con cómo ven la situación global de la firma para dentro de un año, 36% cree que será mejor y 13% proyectó un escenario peor que la actual. También en sentido positivo, 42% de los empresarios estima que su producción aumentará en el próximo año mientras que solo 8% estima que disminuirá; 25% dijo que aumentará la inversión frente a 13% que prevé una baja.
Pasando al clima de negocios, la evaluación sigue siendo negativa ya que solo 13% de los empresarios consideró que mejoró en el último año, al tiempo que 27% opinó lo contrario. Según Deloitte, “la evaluación absoluta del clima de negocios siguió siendo pobre desde una perspectiva histórica, con solo 32% de los empresarios considerándolo bueno o muy bueno” (entre 2011 y 2012 dicho porcentaje superaba el 60%).
Un punto a destacar de esta última encuesta es que a pesar de las expectativas de mejoras en la producción y en la rentabilidad en los próximos 12 meses, los empresarios se muestran reticentes a aumentar el empleo. De hecho, solo 11% afirmó que espera un aumento del empleo en sus firmas, mientras que 24% estima que se contraerá y 65% que no habrá cambios. En esa línea, tan solo 5% de los empresarios señaló que evalúa contratar más personal en el próximo año, contra 24% que está revisando sus planes de contratación a la baja y 71% que no contempla cambios en esta área. Vinculado al tema empleo, 20% de los encuestados afirmó que está incorporando “significativamente” tecnología “ahorradora de mano de obra”, al tiempo que 40% lo está haciendo de manera “moderada”, y un 35% señaló que no lo estaba haciendo “sustancialmente”.
Estos resultados no trajeron mayores sorpresas al reflejar tanto la mejora evidente en el contexto macroeconómico, como las crecientes dificultades que están enfrentando las empresas a escala microeconómica por los incrementos de costos (aspecto señalado en primer lugar dentro de los principales desafíos que enfrentan las empresas, seguido de la creciente competencia y el rediseño de procesos) y la pérdida de rentabilidad. Ello se refleja en la cautela que continúan mostrando los empresarios tanto a la hora de realizar inversiones como de expandir su plantilla laboral.
Aunque el cambio en la situación regional ha mejorado la perspectiva global de la economía uruguaya en los próximos trimestres, estamos lejos de un escenario sostenido en ese sentido, a la vez que al menos en lo que resta de la actual administración, es virtualmente imposible pensar en que se tomarán medidas para bajar el gasto público y contribuir a reducir por esa vía el “costo país”, o que se flexibilizarán las normas en materia laboral para bajar los costos implícitos y explícitos para contratar mano de obra. Es por ello que la cautela aparece más que justificada, más allá de que el contexto general coyunturalmente luce algo mejor que hace un año.