El panorama productivo tiende a marcar un rendimiento promedio de 9.000 kilos de grano por hectárea, lo que es unos 400 kilos menos que en la zafra anterior, y la producción de arroz de Uruguay en este año se ubicará en cerca de 1,5 millones de toneladas. Así lo indican las estimaciones preliminares de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA).
“Entre 6% y 7%” del área sembrada del grano “en Artigas se perdió” por el impacto negativo del déficit hídrico y las olas de calor, y hay 15% de chacras afectadas al faltarle riego, por lo que esa parte tendrá una “menor productividad”, dijo a Búsqueda el presidente de esa gremial, Alfredo Lago.
Pese a la baja en el rinde productivo, el volumen total que se cosechará será mayor al de 2021 debido a que este año se sembró una extensión superior a la de la zafra pasada.
En la zafra anterior la superficie sembrada fue de 139.295 hectáreas y la producción alcanzó un total de 1,3 millones de toneladas, con un rendimiento récord de 9.400 kilos por hectárea, según datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (Diea).
De confirmarse la proyección de la ACA sobre el volumen total que se cosecharía en 2022, el sector arrocero registraría uno de los máximos históricos de producción, tras el récord alcanzado en la zafra 2010-2011 de 1,6 millones de toneladas.
En contraste con la situación en el norte, las chacras de la región este tendrán un rendimiento productivo bastante parecido al de la zafra anterior. Además, hay que considerar que esa es la zona de mayor extensión de siembra arrocera, con algo más de 100.000 hectáreas y donde se concentran las mayores fuentes de agua para el cultivo.
Este año el tradicional acto de inauguración oficial de la cosecha de arroz que organiza la ACA se realizará el viernes 18 de marzo en la localidad de Río Branco, departamento de Cerro Largo, específicamente en el establecimiento rural del productor Emiliano Ferreira. Esa actividad contará con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou, que hará un discurso dirigido principalmente a los actores de la cadena arrocera.
La actual administración enfatizó su postura de dar prioridad y atención al sector agropecuario, considerando además el peso que tiene el campo en las decisiones políticas en el interior uruguayo y en general.
Saltos bruscos
Otro factor que juega en el mercado de granos es la guerra en Ucrania debido a que incide en la cotización y en la oferta de los productos agrícolas, así como en el costo de los fertilizantes y agroquímicos. Es que la zona en conflicto es una de las principales regiones graneleras y proveedoras de esos insumos del agro.
Lago señaló que el arroz es uno de los granos que generalmente “no pega saltos bruscos” en su valor, si bien el productor uruguayo registra una “mejoría” en el precio que recibe actualmente.
La valorización de ese grano se explica más bien por la “menor producción” mundial, principalmente en la región y también en Estados Unidos, donde los productores priorizarán la siembra de soja sobre la del arroz, planteó. Ese comentario alude a la tendencia alcista de la oleaginosa en la Bolsa de Chicago, que registra un precio superior a los US$ 600 por tonelada y el del trigo, que trepó a más de US$ 450 la tonelada.
A modo de novedad, el titular de la ACA se refirió a que justamente debido al aumento del precio del maíz, la soja y el trigo en algunos países buscan utilizar el “arroz quebrado” para elaborar raciones como alimento para el ganado.
“Lo importante es encontrar el equilibrio” respecto a “cuánto se pueden sostener estas subas sin generar distorsiones para el consumidor”, consideró.
Destacó la relevancia que tiene el arroz en la alimentación de muchos países en sectores de bajos recursos económicos, como puede ser en Asia y África.
El propio ministro de Ganadería, Fernando Mattos, se refirió la semana pasada a las presiones inflacionarias y el impacto del alza de los alimentos en la población con ingresos fijos en Uruguay (Búsqueda Nº 2.164).
En cuanto al aumento en los costos de los fertilizantes, el presidente de la gremial arrocera dijo que otros productores agrícolas, especialmente de soja y maíz, tienen más posibilidades de “absorber” ese incremento, ya que sube más el precio de esos granos que el del arroz.
Hoy “estamos en una ecuación económica positiva”, admitió, sin dejar de estar atento al factor de “incertidumbre” que provoca un conflicto bélico, como el actual, en el que Rusia invadió territorio ucraniano y se produjeron tensiones entre las potencias mundiales.
Extrema sequía
En los departamentos del norte, específicamente en Salto y en Artigas, hay unas 27.000 hectáreas plantadas de arroz de un total de 160.000 en el campo uruguayo.
La extensión de siembra del grano sumó unas 15.000 hectáreas en esta zafra.
Hasta el momento el avance de la cosecha es de 20% de la superficie sembrada, con rendimientos productivos en esas zonas de 15% por debajo del registro del año pasado, así como también con una “calidad” del grano “inferior”, comentó a Búsqueda el directivo de la ACA, Guillermo O’Brien.
Señaló además que “todo esto es atribuible a la extrema seca” de esa zona hasta el último día de febrero, cuando “llovieron 120 milímetros” tras varios meses sin registros de lluvias.
La zona norte arrocera uruguaya acompaña la realidad del 80% de las regiones productoras del grano del Mercosur, como lo son Río Grande del Sur en Brasil, Corrientes en Argentina y el sur de Paraguay, donde hubo “graves problemas” por la escasez de lluvias, afirmó O’Brien.
En cuanto al principal destino de la producción arrocera que son las exportaciones, este año se registraron mayores ventas a México, que totalizaron US$ 23 millones en febrero, según datos del instituto Uruguay XXI. Además, aumentaron las ventas del grano uruguayo a Brasil, Costa Rica y Bélgica.
Mientras, en el período enero-febrero las exportaciones de arroz acumularon un monto de US$ 61 millones, lo que representa un incremento de 41% en la comparación interanual.
Otros destinos tradicionales para esos negocios son Perú, Irak y Venezuela. En algunos casos el mercado peruano se caracterizó por pagar el precio más alto en 2021, en tanto que el venezolano destaca por concentrar compras de arroz con cáscara y adquirir el grano a un solo molino local, según un informe de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria.
