Plantear que los militares se ocupen del orden interno es “una falta de respeto” a la Policía

—Nosotros no somos partidarios de que los militares intervengan en la seguridad interna. Puede ser que den una ayuda ocasional o una cosa muy concreta, como la vigilancia externa de las cárceles por parte del Ejército. Pero decir que los militares se encarguen del orden interno es alterar el orden natural de las cosas y es una falta de respeto al instituto policial. Hay policías muy capaces y honestos, y podemos confiar en ellos. Lo primero es sostener moralmente a la Policía, porque descartarla como un instrumento eficaz para combatir el delito es una forma de desvalorizarla o desacreditarla, y una falta de respeto. El orden interno es una cuestión policial; no militar. Como dice el dicho: “Zapatero, a tus zapatos”.