“Esa Policía necesariamente tendrá un perfil más comunitario. Se va a necesitar que interactúe con los productores rurales, que haga visitas a los establecimientos, que se haga conocer, que genere confianza, que dé y reciba información”, describió Perdomo. Y dijo que en Florida ya existe una Policía rural de perfil comunitario que ha sido “muy exitosa”.
“Hoy dan más resultados los grupos especializados con una amplia movilidad que poner un policía en un destacamento, en un lugar fijo, sobre todo por las grandes extensiones que tiene el ámbito rural”, argumentó.
Contar con una fuerza de esas características es fundamental para poder realizar una tarea efectiva y cumplir con las distintas etapas de prevención, disuasión y eventual represión, insistió el jerarca.
Al igual que la Bepra, el Servicio de Seguridad Rural y su personal dependerán de cada jefatura, aunque contarán con una oficina en el Ministerio del Interior.
Si el Parlamento aprueba la creación del organismo con la ley de Presupuesto del año que viene, el mismo entrará en funcionamiento y contará con los recursos necesarios en 2016.
La iniciativa que promueve la Policía coincide con la propuesta que el candidato presidencial frenteamplista, Tabaré Vázquez, lanzó a principios de setiembre en un encuentro que mantuvo con los directivos de la Federación Rural, a quienes prometió la creación de una Policía comunitaria rural en caso de ganar las elecciones nacionales.
Uno de los principales asesores de Vázquez en materia agropecuaria, el senador Rodolfo Nin Novoa, quien participó en esa reunión, dijo a Campo que desconocía esta propuesta. Para el legislador, lo que se debería hacer para disminuir el abigeato es “reforzar presupuestalmente” la Bepra, la cual realiza un trabajo “muy eficiente”, valoró. De todas formas agregó que, a su entender, el abigeato no es uno de los principales problemas del campo.
“Mensaje claro”
Una de las técnicas del equipo de asesores en materia agropecuaria del Partido Nacional, Fernanda Maldonado, evaluó en diálogo con Campo que “en algunas situaciones no son necesarios más recursos humanos, sino una mejor redistribución y capacitación” de los mismos.
En este sentido dijo que es “fundamental” mejorar la coordinación entre la Bepra y el Instituto Nacional de Carnes para optimizar la gestión en el control de los delitos del medio rural, particularmente del abigeato.
También señaló que hay que brindarles “más herramientas” tanto al Poder Judicial como al propio Poder Ejecutivo para que tengan más margen de acción para atacar el problema de la inseguridad, que incluye desde robos hasta copamientos.
“Si bien hoy se dice qué hacer, no se dice claramente el cómo, ni tampoco se proporcionan los medios idóneos y necesarios para quien tiene que tomar la decisión” sobre cómo actuar, argumentó.
En este sentido insistió en que es “fundamental” la capacitación en el Poder Judicial para que sus funcionarios generen conciencia sobre los problemas del medio rural. “Si das un mensaje claro de que hay que combatir el problema, se va a encarar de manera diferente”, aseguró.
Otras de las propuestas del Partido Nacional vinculadas con la seguridad en el campo están dentro de un abordaje más general, que incluye la creación de la Guardia Nacional Republicana en el combate contra el delito.
Ley “dormida”
“Evidentemente, lo que ha ocurrido y ha desistimulado mayormente a los productores es que no ha habido una acción decidida por parte de la Justicia en penar a aquellos infractores que han sido, incluso, tomados in fraganti, con el delito de abigeato (...) en la mayoría de los casos son personas procesadas sin prisión”, evaluó en diálogo con Campo el asesor del presidenciable colorado Pedro Bordaberry y ex presidente de la Asociación Rural, Fernando Mattos.
En 2004, la Comisión Asesora Honoraria para la Seguridad Rural —compuesta por las principales gremiales agropecuarias y por jerarcas del gobierno de distintas dependencias— envió al Parlamento un proyecto de ley con el fin de darle más respaldo al Poder Judicial a la hora de juzgar los delitos cometidos en el medio rural.
Mattos consideró que la aprobación de esta ley es muy importante para contrarrestar los robos de ganado. Sin embargo, “la bancada que responde a la mayoría parlamentaria del partido de gobierno no ha tenido interés en llevarla adelante”, criticó.
Mattos dijo que espera que con una nueva conformación de fuerzas en el Poder Legislativo —donde el Frente Amplio no tenga mayoría parlamentaria— a partir del primero de marzo del año que viene se pueda avanzar en la aprobación de esta ley, que ahora está “dormida” en la Cámara de Diputados.
La propuesta es “fruto” del consenso y de la definición que han tomado los actores involucrados en la problemática y de la seguridad rural, que va mucho más allá del abigeato, dijo. Y agregó: “Todos los días estamos escuchando problemas de copamientos en establecimientos rurales”.
De aprobarse la ley, la Justicia contaría con un “instrumento más integral” y con “mayor respaldo”, interpretó. “Hoy, las propias instalaciones de trabajo no están comprendidas dentro del mismo estatuto que tiene el hogar, la vivienda residencial”, y eso es un problema, consideró. “Los galpones, las salas de ordeñe, son todas salas que están a merced de lo que la propia delincuencia apunta, y, evidentemente, no tenemos las garantías de defensa”, criticó.
Poco sensibles
Luego de una investigación, la Bepra constató que las motos encontradas en el establecimiento de Echeverría eran de Ombúes de Lavalle, un pueblo de Colonia que se encuentra a 15 kilómetros de su predio.
En la comisaría de ese lugar se habían presentado tres jóvenes (uno menor de edad) diciendo que habían robado sus motos de un baile. Esos vehículos coincidían con los encontrados en La Lucha. Esos muchachos, sin embargo, resultaron ser los propietarios de las motos, y quienes habían carneado los animales en forma clandestina.
Echeverría consideró que “a veces” los jueces son insensibles al tema del abigeato y otros delitos vinculados al campo, lo que, entendió, “desistimula” a la Policía, porque las penas que imponen a quienes son capturados son poco severas.
Los dos mayores que realizaron el delito fueron procesados sin prisión, mientras que el menor fue enviado 60 días a un centro del INAU. Otras tres personas estuvieron vinculadas al hecho delictivo, dos de las cuales fueron capturadas por la Policía.
Datos del abigeato
Según datos oficiales, en 2010 se recibieron 1.979 denuncias de abigeato. Esa cifra fue descendiendo en los años consecutivos: en 2011 fue de 1.876, en 2012 de 1.658 y en 2013 de 1.042.
En el primer semestre de 2014 las denuncias de abigeato fueron 581.
El rastro de la carne de “precios sospechosos”
El martes 7 de octubre se realizó en Durazno un encuentro nacional entre distintos actores vinculados a la seguridad rural en general, y al abigeato en particular. Estuvieron, entre otros, representantes de distintas Jefaturas de Policía, de la Brigada Especial de Prevención y Represión del Abigeato (Bepra) y del Instituto Nacional de Carnes (Inac).
Una de las estrategias discutidas para abordar el problema de la inseguridad en el medio rural está vinculada a rastrear el origen de la carne cuando quedan los restos de los animales faenados ilegalmente en el campo y cuando se venden a “precios sospechosos” en distintos locales, resaltó a Campo el subdirector nacional de Policía, Raúl Perdomo.
Los funcionarios policiales son los encargados de tomar las muestras de los restos de los animales y enviarlas al Inac, que contrasta ese material con otras muestras tomadas de locales en donde la carne se vende a “precios sospechosos”, relató.
“Hay que demostrar ante la Justicia que esa carne que se está comercializando pertenece a un animal cuyos restos se encontraron en la propiedad de un productor”, dijo.
Para concretar este objetivo, valoró, es importante el aporte del Sistema Nacional de Información Ganadera, una herramienta del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca que contiene información relevante de los productores, que ahora está a disposición de las Jefaturas.
En el encuentro del martes, el Inac realizó una presentación en donde detalló cómo se deben operar las muestras de carne, hueso y pelo que la Policía toma en el campo de los productores.