“No puede haber suelo desnudo en el próximo invierno en Uruguay”, enfatizó a Campo la titular de la Dirección de Recursos Naturales Renovables (Renare), Mariana Hill.
“No puede haber suelo desnudo en el próximo invierno en Uruguay”, enfatizó a Campo la titular de la Dirección de Recursos Naturales Renovables (Renare), Mariana Hill.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáTras dos zafras de resultados negativos en la producción de trigo, debido al exceso de humedad que perjudicó la calidad del cereal, a lo que se sumó la persistencia de un escenario de baja en los precios de los granos, los agricultores prevén reducir el área triguera este año.
Ante esa situación la jerarca avisó que “si el productor, por razones válidas, no plantará cultivos de invierno (trigo, cebada y colza) igual debe hacer la cobertura” del campo.
“Casi ningún plan cierra sin cobertura de invierno, salvo problemas climáticos muy complicados”, dijo.
El mensaje del gobierno en este tema apunta a adoptar medidas de conservación del terreno pensando en el largo plazo. Pero los productores se encuentran en una encrucijada entre la necesidad de mantener la rentabilidad de su negocio y, al mismo tiempo, plantar un cultivo que genere materia seca para proteger al suelo de la erosión, arriesgándose a perder dinero.
Técnicos agrícolas advierten que la degradación de la tierra también implica una pérdida de potencial de productividad, con lo que el productor está obligado a cuidar el suelo.
La directora de Renare dijo que “los grados de libertad no son muy altos porque en invierno es trigo o cebada”, en el entendido de que el productor no tiene muchas opciones para elegir qué plantar.
“Si resuelve no hacer trigo o cebada, debe hacer una cobertura”, remarcó.
Respecto al área agrícola que abarcan los planes de uso y manejo de suelos, que exige el MGAP a las empresas y agricultores, Hill consideró que “se declaró más de la capacidad nacional para plantar”. En los registros oficiales hay 600.000 hectáreas de trigo y cebada y 400.000 hectáreas de coberturas declaradas.
Esas extensiones parecen ser excesivas para los operadores del sector agrícola, que a modo de ejemplo estiman que la superficie de siembra de trigo este año estará por debajo de las 400.000 hectáreas y señalan que es improbable que el área de coberturas llegue al medio millón de hectáreas.
Consultada sobre ese punto, Hill recomendó a los productores “que revisen los planes, porque más allá de los problemas climáticos el escenario de un millón de hectáreas, entre cultivos de invierno y coberturas, tienen que ser cumplidos si están presentados”.
“Hay que revisar la viabilidad de los planes porque una vez por año hay una oportunidad de ajuste”, indicó.
La jerarca habló de “un margen climático” para la adecuación de los planes productivos.
En cuanto a los controles del grado de aplicación de los proyectos de los agricultores, la titular de Renare dijo: “Este año sí vamos a salir a fiscalizar cumplimientos”. Y de inmediato se apresuró a agregar: “Ya estamos fiscalizando”.
En el marco de la Expoactiva, el jueves 19 la Renare, del Ministerio de Ganadería, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés), la Dirección Nacional de Medio Ambiente, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, la Universidad de la República y la Sociedad Uruguaya de Ciencia del Suelo anunciaron una serie de actividades en conmemoración del Año Internacional de los Suelos.
Actualmente, el 33% de la tierra en el mundo está moderada o severamente degradada debido a la erosión, la salinización, la compactación, la acidificación y la contaminación de los suelos por productos químicos, según datos de la FAO.
Uno de los objetivos del comité integrado por las instituciones mencionadas es acercar a la sociedad la importancia que tiene lo que se produce en el suelo, que tiene mucho que ver con el crecimiento y el desarrollo de la población uruguaya.
Para ello realizarán varias actividades de comunicación dirigidas a la sociedad civil y a los ciudadanos, porque generalmente las charlas están enfocadas en los agricultores y técnicos del sector.
“El tomar conciencia y conocer la relevancia que tiene el suelo en nuestra vida, ya es un paso importante para el ciudadano”, opinó la titular de Renare.
Dijo que los productores explotan las tierras para generar productos que terminan beneficiando la economía del país.
El suelo es un recurso no renovable y su conservación es considerada “esencial para la seguridad alimentaria y la producción sostenible”, según la FAO. Advierte que a pesar de ser un “recurso valioso”, a menudo “no se le presta la debida atención”.
Considerando que existe una “necesidad urgente de detener la degradación de la tierra”, ese organismo recomienda a los gobiernos que promuevan “regulaciones estrictas” y “controles eficaces para limitar la acumulación de contaminantes” por encima de los niveles fijados para la salud humana y, a la larga, sanear los suelos contaminados.