Renuncia de Díaz dio “oxígeno” a las negociaciones por su sucesor, aunque el gobierno quiere acordar un nombre en este período

REDACCIÓN  

La sede de la Fiscalía General de la Nación, sobre la calle Paysandú, se llenó de periodistas el martes 5, pasado el mediodía. Unas horas antes se había comunicado que el fiscal de Corte, Jorge Díaz, haría un anuncio, y las especulaciones comenzaron de inmediato: iba a informar su renuncia. Con expresión seria, Díaz se sentó frente a las cámaras de televisión y dijo que quería “rendir cuentas”. Recién sobre el final hizo explícito su anuncio. Primero dedicó tiempo a enumerar los grandes hitos que la Fiscalía atravesó bajo su gestión de casi 10 años. Salió de la órbita del Ministerio de Educación y pasó a ser un servicio descentralizado, con lo que consiguió más autonomía. Incorporó los concursos de oposición y méritos para ingresar y ascender en la carrera. Creció en tamaño y redireccionó sus competencias, para concentrarse casi exclusivamente en el área penal. Se convirtió en la responsable de la investigación criminal gracias a una reforma del Código del Proceso Penal que tuvo entre sus principales defensores al propio Díaz.

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