Las ventas al exterior solo fueron superadas por carne, soja y celulosa; la cámara de empresarios aspira a recibir “más bola” del Instituto Uruguay XXI
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa industria uruguaya de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) es “pujante”. En 2022 alcanzó una facturación de US$ 3.000 millones —equivalente a 4% del Producto Bruto Interno—, de los cuales US$ 1.800 fueron exportaciones de software, solo superadas por los rubros de carne, soja y celulosa. “(El instituto de promoción) Uruguay XXI nos tiene que dar más bola de la que nos da”, señaló, fundado en esos datos, Amílcar Perea, secretario general de la Cámara Uruguaya de Tecnología de la Información (CUTI), al disertar el lunes 11 en un evento organizado por el Centro de Estudios de Políticas Públicas. (*)
La charla se centró en la inteligencia artificial (IA) y el mercado laboral. Además de Perea, también disertaron Guillermo Spinelli, CEO de la empresa de tecnología Quanam, y Andrés Silva, fundador de Flumarketing, una comunidad para compartir contenido de marketing.
Para Perea, Uruguay está especialmente preparado para el futuro del trabajo que implica la disrupción de la IA porque “la materia prima para esto, más allá de los datos y la computación cuántica, es la gente”. Recordó que jóvenes estudiantes de la Universidad Tecnológica de Rivera salieron campeones del mundo en robótica este año. Y mencionó otros casos de empresas y emprendedores uruguayos que trabajan con IA, como la reciente aplicación para WhatsApp Zapia o Genexus, cuyos fundadores ya en 1987 trabajaban en soluciones de IA.
El secretario general de la CUTI informó que el sector empleó a 20.000 personas en 2022. Dijo que, a pesar de la escasez de mano de obra calificada, con la IA las empresas de tecnología “van a ser más eficientes, van a poder vender y exportar más”. Y señaló que el 85% de las exportaciones de la industria de TIC tuvieron como destino Estados Unidos y Reino Unido. “Estamos preparados para competir. No tenemos techo, y la IA es un potenciador de nuestra productividad”, expresó.
Las ventas de software al exterior fueron por US$ 1.800 millones el año pasado, un 76% de aumento frente a 2021, informó Perea.
Uno de los puntos centrales del evento fueron los temores a la reducción de puestos de trabajo. Spinelli opinó que “la IA no va a sustituir trabajos, pero sí tareas”, y alentó a incorporar la IA en las tareas de los trabajos para aumentar la productividad y aprender a usarla.
En esta línea, Silva aludió a la necesidad de un liderazgo digital y advirtió el advenimiento de la computación cuántica, una tecnología que “acelerará el desarrollo de la IA y el tiempo de aprendizaje de los algoritmos”, volviendo todos los procesos aún más rápidos y disruptivos de lo que hoy son. “En Chile ya llegó la primera computadora cuántica, hay que actuar ya”, enfatizó.
El fundador de Flumarketing propuso una actualización del sistema educativo para fomentar el pensamiento creativo y crítico, instaurar el aprendizaje continuo y apoyarlo con procesos personalizados gracias a la IA, para así “reciclar a los profesionales cuyos trabajos dejen de existir y preparar a los profesionales-emprendedores del futuro”. Consideró que todo ese proceso deberá contar con un marco ético para el uso de la IA.
El CEO de Quanam también identificó otros riesgos en el desarrollo de la IA, como el hecho de que a veces inventa al momento de dar soluciones, por lo cual siempre hay que revisarlas. A modo de ejemplo, mencionó un caso de Estados Unidos donde un abogado fue sancionado por usar —sin saberlo— casos inventados por Chat GPT como antecedentes de casos reales. También se refirió a los deep fakes, videos e imágenes falsos creados con IA que al ojo humano resultan sumamente creíbles.
A pesar de estos riesgos, existen oportunidades que trajo la IA, como la capacidad de predecir enfermedades antes que los doctores y crear nuevos puestos de trabajo, entre otras. En el futuro, Spinelli se imagina que en los trabajos se contará con “un asistente, una IA para subir el nivel y aumentar la productividad”. Contó que en su compañía se estudió la IA tras la irrupción del Chat GPT y actualmente el 70% de la empresa la usa en el día a día. Y alentó a usar la IA para ser más productivos y “hacer cosas que antes no podían hacer, porque si no va a venir un competidor que lo haga y los va a dejar sin trabajo”.
Sobre la necesidad de regular la IA y la velocidad con la que se siguen las disrupciones, Perea recibió aplausos del público tras afirmar que “a veces está bueno que no hagan nada, que regulen en base a la experiencia y no con barreras al desarrollo”. Agregó que las empresas de tecnología trabajan para el mundo; “Hoy en día creo que queda claro que tenemos una oportunidad, está en manos de nuestro gobierno que no nos hagan salir de Uruguay”.
El CEO de Quanam apoyó el argumento del ejecutivo de la CUTI. “Todos estamos en un mundo digital, tenemos que potenciar el desarrollo de esto”, y llamó a poner otro pie en el acelerador.
Mientras, el fundador de Flumarketing llamó a no “cerrarse a la tecnología”.
Acerca de la distancia de Uruguay con otros países en el desarrollo de la IA, Silva opinó que al país le falta lo mismo que a gran parte de la región: “Abrazar la tecnología como algo formal dentro de la educación” y que no se deje en manos de un grupo pequeño de la sociedad. “Un profesor maneja menos tecnología que el estudiante, ¿cómo le va a enseñar?”, se preguntó.
Por otra parte, Perea cuestionó que no todos los jóvenes que quieren formarse en tecnología consiguen cupos para estudiar. Según él, “lo que falta son profesores”. Agregó que se está planteando la universidad virtual y afirmó que “hoy, esa carencia, no se suple solamente por temas burocráticos. Nos faltan dos cosas: primero, difundir, entender la oportunidad desde todos lados, y segundo, romper nuestras propias barreras burocráticas y de reglas de juego. La oportunidad está, hay más gente dispuesta a subirse a ese tren de la que estamos dejando que se suba a esto”.
(*) Después de la publicación de esta nota, Perea aseguró a Búsqueda que su comentario pidiendo más "bola" de Uruguay XXI no fue un reclamo sino una "broma" hecha a un funcionario de ese instituto presente en la sala, aunque en el evento no aclaró que ése era el carácter del planteo.