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    Siglo XX cambalache

    “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, de Jonas Jonasson

    Para terminar de una vez por todas con el mito de que los nórdicos son fríos y no tienen humor. Aquí se nos presenta un viejo de cien años, Allan Karlsson, que ha vivido el siglo XX como Forrest Gump o Leonard Zelig, esto es, al lado de los grandes: Stalin, Franco, Churchill, Truman y De Gaulle, entre muchos otros. Es que el señor Karlsson de muy pequeño aprendió el arte de los explosivos y, más adelante, cuando ya era mayorcito, el arte de provocar una reacción en cadena rompiendo pequeñas partículas. Y cuando alguien maneja tal secreto es muy codiciado en este mundo, donde primero dialogamos y después empleamos el garrote, o mejor viceversa.

    Esta peripecia demencial y divertidísima se inicia cuando Karlsson, el mismo día en que cumple un siglo, escapa de la residencia de ancianos y en su huida se topa, casi por azar, con una pandilla de ciudadanos descarriados.

    No conviene adelantar más elementos, pero el lector encontrará pasajes sublimes como el de Truman imitando a Roosevelt en el momento de levantarse de su silla de ruedas; la reacción de Stalin al oír que Vladivostok, la ciudad que habría de convertirse en la base militar de la flota soviética, ahora arde como un teatro de cartón, o la decisión que alguien toma de cortarse el pelo en los dorados días de Mayo del 68, cuando los comercios están cerrados a cal y canto “como si todo el mundo estuviera en huelga, ocupado en tomar casas, manifestarse y volcar coches, en vociferar, maldecir y arrojarse cosas a la cabeza”.

    Si usted desea conocer la historia moderna y las razones por las que llegamos a donde llegamos, éste es su libro. Así entenderá la diferencia entre el socialismo y los urinarios, los secretos de la China de Mao, las cívicas virtudes de permanecer echado 15 años en una hamaca en Bali o el porqué de la mutua antipatía entre Lyndon Johnson y Charles De Gaulle. Y en todos estos hechos se cuela nuestro vejete Allan Karlsson, un declarado apolítico que sospecha, eso sí, de aquel que no bebe.

    Esta farsa desopilante y plagada de mala leche es responsabilidad del sueco Jonas Jonasson (Växjö, 1962), un periodista y productor televisivo que ahora se dedica a la literatura, y lo bien que hace. Su novela fue un éxito de ventas, se tradujo a varios idiomas y ya espera una versión cinematográfica.

    “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, de Jonas Jonasson. Salamandra, 2012, 413 páginas, $ 490.