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    Triste despedida en Punta Carretas

    Luego de 18 años de gestión, la Comisión de Amigos del Museo Zorrilla decidió disolverse por diferencias con el Ministerio de Educación y Cultura

    La mañana del 31 de diciembre, el director de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Hugo Achugar, recibió una llamada “inesperada”. La presidenta de la Comisión de Amigos del Museo Zorrilla, Susana Nunes de Lestido, le anunció que sus integrantes habían resuelto disolver la Comisión y entregar al MEC las llaves del Museo.

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    La Comisión se había creado en 1995, cuando un grupo de vecinos de Punta Carretas, preocupado por el deterioro del edificio, le propuso al MEC colaborar con su restauración. Desde entonces, se encargó del mantenimiento y de la gestión del museo y, por tanto, de exposiciones internacionales —de arte peruano antiguo, entre otras— y de pintores nacionales consagrados como Miguel Ángel Battegazzore, Jorge Páez Vilaró, Pedro Figari y Juan Storm.

    “El Museo Zorrilla dependía del Museo Histórico, pero por resolución del ministro Ricardo Ehrlich pasó a la órbita de la Dirección Nacional de Cultura. Nos reunimos un par de veces con la Comisión de Amigos y le hicimos nuestros planteos sobre la programación. Ahí comenzamos a negociar, hasta que recibí la llamada el lunes 31”, declaró Achugar a Búsqueda.

    Los cambios en el Museo Zorrilla, que implican la cogestión del Ministerio y la Comisión, responden a lo establecido en la Ley de Museos aprobada en diciembre de 2012. Según el artículo 42, los museos bajo administración estatal “podrán contar con asociaciones de amigos del museo o consejos de participación ciudadana, que actuarán con carácter asesor y podrán apoyar la gestión articulando los ámbitos público y privado, así como realizar propuestas en relación a la mejora de la calidad del servicio público prestado”.

    Nunes, presidenta de la Comisión de Amigos desde hace diez años e integrante desde su creación, se asesoró sobre el alcance de este artículo: “La cooperación significa ocuparse de algunas cuestiones como el vino en las recepciones y la búsqueda de apoyos, pero a nosotros nos importa también la gestión cultural, de la que siempre nos ocupamos”, dijo a Búsqueda.

    El museo contaba con dos funcionarias del MEC, aunque una de ellas se había jubilado recientemente, y con cinco empleados que pagaba la Comisión y que ahora tuvo que enviar a seguro de paro. Además, contrataba a personal de mantenimiento para presentaciones de libros, conferencias o recepciones fuera de horario.

    Nunes explicó que la Comisión quedó en una posición “incómoda”: “Nosotros queríamos exhibir la obra de artistas emergentes, pero no fueron aceptados. Teníamos la programación del año completa y quedó en la nada”. La Comisión también tenía un plan de mantenimiento edilicio para el verano, el cual debió cancelar.

    A cinco años de la muerte de Juan Zorrilla de San Martín, ocurrida el 3 de noviembre de 1931, el Estado les compró la casa a los hijos del poeta con el fin de instalar allí un museo. La idea se concretó en 1943, pero durante años sufrió cierres y reaperturas debido al deterioro del edificio y a la falta de rubros para mantener su acervo. “En 1995 encontramos un museo derrumbado, con el techo hundido. No podíamos reunirnos por el frío y la lluvia que se filtraba. En ese momento fuimos a hablar con el ministro de Educación y Cultura, Samuel Lichtensztejn, y le presentamos un plan de refacción. Así surgió la Comisión de Amigos”, agregó Nunes. Sus integrantes se ocuparon de ampliar la casa, de instalar aire acondicionado, cámaras de seguridad, pantallas y equipos de audio. Consiguieron financiación y colaboración de empresas privadas y estatales.

    Achugar, quien se encontraba con licencia cuando recibió la noticia, comentó que el museo permanecerá cerrado hasta el martes 15 y que aún no hay resolución sobre quién lo va a dirigir. “Nosotros aceptamos dos exposiciones que la Comisión tenía programadas y le sugerimos exhibir la muestra de diseño que fue a Helsinki y una de Espínola Gómez. En eso estábamos cuando resolvieron autodisolverse. Por ahora lo único que tengo es una llamada y la devolución de las llaves, pero ningún comunicado oficial”.

    En esta edición, Búsqueda publica una carta de lectores firmada por la Comisión de Amigos, en la que se despide de sus funciones. Hacia el final, los firmantes expresan: “Nos vamos orgullosos de haber tenido la oportunidad de demostrar que con voluntad y esfuerzo todo es posible y que la actividad privada aunada con la estatal puede lograr más y mejores resultados si se aplica de una manera inteligente y profesional”.

    La Comisión estaba integrada por veinte miembros que trabajaban en forma honoraria. “Nos reuníamos prácticamente a pleno todos los miércoles. Ninguno faltaba porque nos gustaba lo que hacíamos. Ahora nos retiramos con un museo que es una maravilla. Espero que lo conserven”, afirmó Nunes.