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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEsperanzador es que el espectro político asuma el tema de narcotráfico, terrorismo, lavado de activos, trata de personas con un concepto de política de Estado. Existe la acuciante necesidad de mitigarlos mediante acciones de pequeña, mediana y gran escala, ya que la realidad con una población carcelaria estimada en 14.000 personas y con la “espada de Damocles” dada por la presencia de integrantes del Primer Comando Capital (PCC) cumpliendo condenas en estos recintos, que al momento no han sido instruidos para operar sistemáticamente. Es evidente que representan un peligro letal para nuestra seguridad ciudadana y paz pública. Los ejemplos de “ajustes” tristemente se vienen naturalizando. Nuestro país, referente en la región por buenas prácticas, una la solvencia de los partidos políticos con representación parlamentaria. Urge que consensuadamente adopten esta política de Estado con acuerdos partidarios mediante conjunción con el Poder Ejecutivo, reciban, discutan promulguen la optimización de leyes; involucramiento de la Senaclaft, etc. Evitar contundentemente que el lacerante flagelo que coarta la vida, la libertad, salud, educación, economía, fomenta la dispersión de la familia, debilita en un todo a la sociedad truncando principalmente el porvenir de nuestros jóvenes, sumando otro flagelo: la corrupción. Lo sensible del tema, que es global y viene ocupando a organismos de ley y orden tanto locales, regionales e internacionales como Interpol, Europol, DEA y otros que fortalecen nuestra áreas inherentes a la información y coordinación. Si bien somos proclives a esta metodología, no debemos de desechar nuestras propias capacidades acordes a la cultura de nuestro país. Debemos recuperar, sustentar y fortalecer instituciones históricas como las Comisarías Seccionales que hasta el año 2004 estuvieron activas —progresivo deterioro mediante—. Con las tres premisas mencionadas, más tiempo y capacitación se retomaría el vínculo de confianza vecino-Policía que en lo barrial, zonal, regional y nacional serían generadoras de corrientes de información que traspoladas a un análisis dinámico, eficaz y eficiente darían mayores guarismos en la mitigación del delito, a través de las unidades policiales específicas de acuerdo a la magnitud de este. En otro nivel, la capacitación y coordinación comprendería a la Fiscalía General de la Nación, Direcciones Generales y Nacionales, Zonas Operacionales de las Jefaturas de Policía, donde con tecnología de vanguardia se forme al capital humano en tan importantes herramientas (presupuesto acorde). Es imperativo se incorpore un software acorde, que en tiempo real efectúe cruzamiento de “elementos esenciales de información” genere un diagnóstico de certeza para la toma de decisiones por el Ministerio Público y Fiscal. No olvidemos que el advenimiento de la inteligencia artificial reta a las ciencias policiales a desafíos en uno u otro sentido.
Comisario mayor (R) Juan Balbis