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Con empresas que atraviesan dificultades financieras y necesitan una inyección de dinero, otras que se presentaron a concurso, varias que están inactivas hace tiempo y algunas ideas productivas nuevas que están buscando salir al mercado, el Instituto Uruguay XXI está armando una “cartera de proyectos”. La idea, dijo a Búsqueda su nuevo director ejecutivo, Sebastián Risso, es “atraer inversión al país” presentando oportunidades concretas a potenciales inversores a través de las embajadas y en reuniones de negocios puntuales.
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“Estamos trabajando en una cartera de unos 25-30 proyectos para socializar con las embajadas, consultoras, etcétera. Porque muchas veces el inversor dice: ‘Está fantástico Uruguay, pero concretamente, ¿dónde puedo poner la plata?”, explicó.
Risso señaló que la mayoría de las oportunidades identificadas por el instituto y que forman parte de la cartera, pertenecen al sector industrial. Apuntó que la mitad son empresas que están inactivas y que en general los emprendimientos incluidos en la cartera precisan ser apalancados con inversiones de entre US$ 1 millón hasta US$ 60 millones. Sin identificarlas, dijo que en la cartera hay algunas que están “en concurso o en vías de, en las que se puede hacer una inyección de dinero y tomar una parte con una transferencia de acciones o comprar la firma”. Valoró que esa sería una “herramienta útil” para “reflotar” empresas que atraviesan problemas financieros pero “tienen potencial”. “Le sirve al país que esas empresas refloten y le sirve al inversor, que podrá ver cuál es la inversión requerida, cuáles han sido los últimos balances, en qué rubro y en qué departamento” funciona o se proyecta el emprendimiento. “Es un producto palpable para presentar a inversores puntuales, o a fondos de inversión, con información confidencial y que se debe manejar con cuidado”, agregó el jerarca.
Aclaró que no se trata de la tarea que suelen realizan las consultoras, ya que el instituto “no cobrará” por presentar la cartera de proyectos y porque su finalidad, como agencia de promoción de la inversión y las exportaciones, es “traer dinero al país”.
La presentación de esas opciones de inversión es parte del plan estratégico para Uruguay XXI que Risso está terminando de armar y presentará en las próximas semanas al Consejo de Dirección del instituto, que está integrado por los ministros de Relaciones Exteriores, Economía, Industria, Ganadería, Turismo y Planeamiento y Presupuesto. La herramienta de proyectos de inversión ya estaba trabajándose durante la gestión de Jaime Miller, quien fue destituido en julio debido a la falta de sintonía que existía con el canciller Francisco Bustillo (Búsqueda Nº 2.130).
Risso dijo que la gestión durante el último año y medio del instituto —cuyo “ADN es mirar para afuera, salir a buscar y recibir inversores”— logró “mucho más” de lo que a priori él pensaba que se habría podido hacer, por el impacto de la pandemia de Covid-19. Como ejemplo, resaltó que en 2020 Uruguay XXI recibió 162 consultas de inversión, 42% más que el año anterior. De ese total, se concretaron 22, afirmó.
En el primer semestre de 2021 el instituto canalizó 68 comunicaciones de potenciales interesados, lo que significó 11% más que en igual período del 2020. “Según las cifras que acabamos de cerrar, 16 empresas ya confirmaron que invertirán en Uruguay y siete ya empezaron efectivamente a operar”, dijo. Por origen, el interés de los inversores fue de Estados Unidos (26%), Argentina (22%), Europa (18%) y Brasil (15%), entre otros con menor participación.
Buena imagen
“Si bien no hemos podido salir físicamente a buscar oportunidades, las mismas están apareciendo”, añadió el director ejecutivo del instituto. Consideró que ello está ocurriendo porque el país se encuentra “muy bien rankeado” en temas de negocios sustentables (EGS, por Environment Goberment Social). A su juicio, “hay una percepción global de Uruguay como país estable para este tipo de inversiones, que pasan los gobiernos y las cuestiones macro no se modifican. Claramente no pasa igual en otros países y eso los inversores, a la corta y a la larga, lo tienen en cuenta”.
Opinó que “hay una suma de factores” que el país ofrece a la inversión foránea, entre los que mencionó los beneficios tributarios y otros regímenes de promoción, la estabilidad institucional, la baja corrupción, el gobierno electrónico, las fuentes de energía renovables, además del talento, que es “muy bueno, fiable y que se adapta a los cambios”.
Entre las ventajas que se ponen en la balanza también destacó la calidad de vida que ofrece el país. “Cuando lográs que un inversor pise suelo uruguayo es mucho más fácil, se encuentran con algo que no se imaginaban, y muchas cosas que a veces nosotros criticamos son valoradas afuera. Un inversor de San Pablo me decía: ‘Acá estoy yendo de noche, caminando, a comer sushi. En la ciudad donde vivo hay 100 lugares con sushi más rico que este, pero no puedo hacer lo que hago acá’”, relató.
Impronta
Risso alegó que su gestión en Uruguay XXI buscará funcionar como lo hacen las agencias de promoción exitosas en el mundo, “escuchando mucho al sector privado” y siendo el vínculo con el gobierno. “Esa es la impronta: seguir con lo que ya está probado que rinde, básicamente tener dos focos principales, porque históricamente Uruguay XXI tenía un organigrama muy horizontal. Yo quiero que las áreas de inversiones y exportaciones estén un poco más arriba y que tengan sectores individualizados. Y esos sectores no son misterio: TIC, servicios globales, agro, farma, forestal, energía, alimentos gourmet, ingeniería y arquitectura, industrias creativas”, comentó.
En cuanto a las exportaciones de mercaderías, aseguró que “lo más probable” es que el instituto ajuste al alza su proyección de crecimiento para el año. En abril había estimado un incremento de 10%, en relación con el 2020. Sin embargo, las cifras de enero-julio mostraron un incremento en las ventas al exterior de 37%, totalizando US$ 6.129 millones incluyendo las colocaciones realizadas desde zonas francas.
En cuanto a los destinos, Risso dijo que el instituto se ciñe a la política comercial que fija el Poder Ejecutivo.
Mencionó que con la presencia de Uruguay en la Expo Dubái —una feria que tendrá lugar entre octubre próximo y marzo del 2022— se apostará a captar negocios con los mercados de Medio Oriente, donde varios países tienen un Producto Bruto Interno per cápita que cuatriplican al de Uruguay. También se refirió a Japón como otro de los mercados objetivo.
