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La sustancia refrigerante conocida como HCFC (hidro clorofluorocarbono), que está en los aires acondicionados split y se usa en cámaras de frío industriales, daña la capa de ozono y además contribuye al calentamiento global. Como consecuencia comenzará a desaparecer del mercado uruguayo e internacional, ya que los países en desarrollo negociaron limitar en 2013 la producción e importación de productos refrigerantes que tengan HCFC, mientras los países desarrollados llevan ventaja y están en sus últimas etapas de reducción a cero.
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El cambio impone un desafío para los importadores, vendedores y encargados de service de aires acondicionados y refrigerantes industriales en Uruguay, ya que la tendencia mundial está derivando en una modificación en los mecanismos de enfriamiento. Ahora deben garantizar no dañar la capa de ozono y tampoco contribuir al calentamiento global. Por eso a nivel internacional la investigación en esta área está en auge y existen numerosas alternativas incipientes y otras tantas que aún están en etapa de prueba.
El Protocolo de Montreal, que Uruguay integra, es “una herramienta”, un tratado multilateral que regula las sustancias que agotan la capa de ozono. “Es el primer tratado multilateral ambiental que tiene reivindicación universal. Todos los países de Naciones Unidas lo han ratificado y tienen compromisos y es uno de los más exitosos”, dijo a Búsqueda el ingeniero químico Roberto Marvid, integrante de la Unidad de Ozono de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).
El compromiso de reducción de esta sustancia se firmó en 2007, pero recién este año comienzan los plazos para detener el incremento de este consumo. Los países en desarrollo deben cumplir con congelar la cantidad de HCFC en 2013 a niveles de la cantidad utilizada en 2009 y 2010, lo que equivale a 400 toneladas métricas anuales. Para lograrlo tendrán que restringir las importaciones para evitar superar el límite.
“El consumo en Uruguay de HCFC es prácticamente igual a las importaciones y en 2013 vamos a tener que cumplir con el congelamiento de las 400 toneladas de HCFC. Vamos bien, hemos hablado con los importadores, tenemos una legislación y sistema de licencias”, explicó Marvid frente a un auditorio de empresarios y trabajadores de la industria de la refrigeración durante su disertación sobre “el Programa de eliminación del Consumo de HCFC en Uruguay” en la Expo Frío Calor (Exposición Internacional de Productos y Servicios para el sector Climatización y Refrigeración) que se realizó en agosto en Montevideo. Para 2015 el desafío aumentará porque el límite será 360 toneladas con una disminución gradual los años siguientes hasta 2030. La Unidad de Ozono de la Dinama es la encargada de implementar las medidas para que Uruguay cumpla con las obligaciones que firmó en el Protocolo de Montreal, porque el país tiene “obligaciones concretas y pasos a seguir” (ver gráfica).
“Ya tenemos instrumentos que nos dicen que no vamos a superar los límites permitidos. Uruguay tiene una política de ‘mientras se pueda importar, importen hasta el tope’. Lo hicimos así para los CFC —(clorofluorocarbono), una de las principales sustancias que agotan la capa de ozono, ahora prohibida—. Uruguay cumplió con estos objetivos y eliminó el 100% de sus importaciones en 2010. Pero la diferencia es que en esta oportunidad se está dando una reducción propia del mercado porque ya están llegando a Uruguay equipos con alternativas”, aclaró Marvid.
Éxito.
El protocolo de Montreal ha logrado eliminar el total del consumo de los CFC. Fue producto de un trabajo de reducción gradual, ya que en 1992 en Uruguay se consumían 300 toneladas anuales de CFC. Hoy existe un “consumo residual” en algunos países con específicos usos medicinales o en la industria espacial de Estados Unidos.
En su momento los CFC con alto potencial de agotamiento de la capa de ozono fueron sustituidos por los HCFC con menor afectación a la capa de ozono y potencial de calentamiento global. No fue la decisión ideal y ahora se propone también eliminarlos.
“En lugar de tener un potencial de agotamiento de 1 como los CFC, estos HCFC que se usan en la actualidad tienen 0,005. Es un remanente, pero hay que comenzar a eliminarlos y buscar sustitutos”, comentó Marvid, quien aclaró que Uruguay por ser país en desarrollo integra el grupo que tiene “compromisos más laxos”. Lo mismo ocurrió en su momento con los CFC, que en Uruguay se eliminaron 10 años después que en los países desarrollados, como Alemania, por ejemplo.
“A raíz del cambio climático el tema ha adquirido una magnitud importante. Muchos países quieren tratar de adelantar más la eliminación de los HCFC porque contribuyen al calentamiento atmosférico, además de dañar la capa de ozono”, comentó Marvid.
Dentro de los HCFC hay distintas sustancias que se utilizan para refrigerar. En Uruguay la más popular es la llamada R22. De hecho el 98% de los HCFC que hay en el país son de este tipo y son de origen importado. Es el que contienen los aires acondicionados split. Es China quien produce el 80% del R22 que se vende en todo el mundo y este país ya se comprometió a reducir la fabricación. Debido a este compromiso del mayor fabricante del mundo “es esperable que los precios cambien y que empiecen a existir sustancias adulteradas. Cuando hay regulaciones empieza a proliferar el comercio ilícito y la adulteración, sobre todo en China e India”, comentó Marvid.
Más exigentes.
Aunque aún la discusión no está saldada, hace dos años un grupo de países (Estados Unidos, Canadá, México, Islas Mauricio y Micronesia) plantearon incorporar a los compromisos del Protocolo de Montreal también la eliminación del los HFC (hidrofluorocarbono) con potencial de calentamiento global. Esta sustancia se usa como alternativa del HCFC, que ya se acordó eliminar.
Algunos países como India, China y Brasil han defendido el uso alternativo de los HFC en el entendido de que, si bien contribuyen al calentamiento global, no agotan la capa de ozono y por lo tanto no deberían estar incluidos en los compromisos del Protocolo de Montreal que se restringe al tema ozono. Debido al poco consenso que logró a nivel internacional el uso de esta otra sustancia, las industrias buscan otras alternativas que no incluyan los HFC.
“Mientras nosotros eliminamos los HCFC, en Europa ya eliminan los HFC”, agregó Marvid. Además, Estados Unidos está promocionando la liberación de los HFC de la refrigeración que se usa en el transporte, en vehículos, buses y camiones.
Alternativas.
“A nivel mundial cualquier alternativa que se utilice debe tener en cuenta todos los temas ambientales. Ahora ya no es aceptable utilizar una sustancia alternativa que no dañe la capa de ozono solamente, sino que se está exigiendo que no contribuya al calentamiento global. Hay que buscar sustancias que no dañen la capa de ozono y tengan el mínimo potencial de calentamiento global posible”, explicó Marvid.
La Dinama está realizando cursos para capacitar a la industria en las nuevas tecnologías. Las alternativas son dos: sustancias sintéticas —que no dañan la capa de ozono y producen un muy bajo calentamiento global— y sustancias naturales. Estas últimas funcionan con dióxido de carbono (CO2), amoníaco, agua o hidrocarburos en muy baja cantidad. “Estamos en un período intermedio con productos intermedios. En Europa la tendencia es hacia las naturales”, comentó Marvid.
En la industria automotriz estadounidense ya son varias las empresas que están trabajando y realizando pruebas para cambiar las sustancias que hasta el momento se utilizan en los sistemas de refrigeración para hacer funcionar los aires acondicionados de los vehículos. Mercedes Benz realizó pruebas con CO2 pero ahora está probando otras alternativas. Por otra parte, Coca-Cola anunció que la empresa se comprometió a sustituir el uso de HFC de las heladeras-vitrina en las que se exhiben sus productos en los supermercados. Incluso las heladeras domésticas son un rubro en el cual la tecnología de refrigeración está en etapa de cambio. “Ya hay equipos que están viniendo a Uruguay con gases alternativos” que a su vez son más eficientes y gastan menos energía, informó Marvid.
“Las empresas están compitiendo con sus departamentos de ingeniería y desarrollo. Hay varias que ya no hablan solo del potencial de calentamiento atmosférico sino suman toda la cadena, hablan del ciclo de vida. Es la herramienta más completa porque analizan al producto desde que se diseña, sintetiza, produce, hasta su disposición final. El mundo va hacia este lado”, comentó el ingeniero químico.
El futuro.
“Vamos a preparar a Uruguay para lo nuevo, en el mercado van a empezar a aparecer nuevos productos y los precios de los aires acondicionados split con R22 van a empezar a subir y a escasear. El mercado está muy dinámico. Hay que ayudar a que cambie de forma gradual pero sin generar estrés. Nuestra obligación es introducir tecnologías nuevas y enseñárselas” a los uruguayos que integran este rubro de la industria, dijo el ingeniero de la Dinama.
“No vamos a obligar a los usuarios a sacar todos los equipos y cambiarlos porque es imposible”, aclaró Marvid. Aún quedan en Uruguay algunas pocas heladeras viejas que continúan funcionando con CFC. Lo mismo ocurrirá con los aires acondicionados split que usan HCFC dentro de unas décadas. Su uso será residual y solo se encontrará en viejos equipos que aún funcionen.
