El futuro ministro de Economía

Ni Harvard ni Moscú, el futuro ministro de Economía viene de Bélgica, el execonomista jefe del BID, el argentino Guillermo Calvo, suele repetir como un mantra que el drama de Uruguay es que vive en un barrio complicado en alusión a los vaivenes de las dos grandes economías entre las que está innerso: Brasil y Argentina. En una de las varias charlas que mantuve con este profesor de la Universidad de Maryland —algunas de las cuales fueron publicadas en Búsqueda—, este profesional que ganó fama mundial por anticipar en 1995 una de las primeras crisis financieras de escala global, con mercados interconectados y comercio relativamente libre, conocida como “del tequila” por su inicio en Mexico, llegó a comentarme ya con el grabador en off que Uruguay es “una especie de virgen suelta en un prostíbulo”. Calvo se refería a la imprevisibilidad y constantes desajustes económicos que durante el último siglo provocaron los grandes países del Cono Sur. Esa especie de mantra que se cierne sobre la penillanura levemente ondulada está nuevamente revoloteando en la cabeza de hombres y mujeres de negocios y hacedores de política económica uruguayos y se exacerba cada cinco años cuando se elijen los nuevos gobernantes. Por estos días, otra vez los dirigentes políticos se azuzan mutuamente a anticipar quién será el encargado de conducir el Ministerio de Economía y Finanzas desde el 1 de marzo de 2025. En realidad, como nos gusta decir a los periodistas, se trata de viru viru para la tribuna que poco o nada mueve la aguja a nivel del ciudadano común, pues en medio siglo de democracia si algo ha quedado refrendado más allá de chisporroteos o empujes más o menos estatistas es que nadie ha estado dispuesto ha apartarse del modelo de economía liberal que a la salida de la dictadura encarnaron desde la política económica el difunto ingeniero Alejandro Vegh Villegas, nacido en Bélgica en 1924, y desde la liberalización financiera y la prédica liberal con la fundación de Búsqueda, Ramón Díaz. Como periodista especializado en asuntos económicos, me tocó hablar con todos los jerarcas que ocuparon el sillón ministerial de la calle Colonia desde la restauración democrática y ninguno se apartó un ápice de la economía liberal que tiene al capital privado como genuino generador de riqueza.