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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáDebo confesar que la actuación de nuestros políticos (en sentido amplio) me tiene muy cansado. Quien piense que la casta política era una creación solamente argentina está equivocado, también la hay en nuestro país. Y además debo decir que esto no es algo solo presente o reciente, sino que va bastante para atrás.
Limitándonos a este siglo, algunos de los casos que indican que las cosas no van bien en el Uruguay: la fulminante destitución de una ministra del Interior dispuesta por el Dr. Vázquez en su primer gobierno ante actitudes, diríamos, inconvenientes para hacerlas públicas; el affaire del título universitario de un expresidente más todo el embrollo de las compras con su tarjeta de crédito, que lo obligaron a renunciar siendo este el único caso, si no estoy equivocado, de un cargo de tal relevancia forzado a dimitir desde 1830; todo el asunto de Pluna, que culminó con dos jerarcas gubernamentales procesados y condenados; nuevo embrollo de otro título universitario de parte de un exministro hoy fallecido; la cuestionada designación de un jefe de la custodia presidencial con antecedentes policiales, aunque no fueran procesamientos; el procesamiento con prisión de un exsenador de la República por presuntos delitos que involucran a menores de edad; el procesamiento de un exdiputado vinculado a una empresa fabricante de vidrio; el verdadero jeroglífico entre jerarcas que supuso el otorgamiento de un pasaporte a un ciudadano privado de libertad en el Medio Oriente; la cuestionada actuación política de dos exministras de Vivienda; el comportamiento también cuestionado de un exrector de la Udelar, y, en fin, algún otro caso que me queda por el tintero.
Y aclaro que no estoy señalando ni responsabilidades jurídicas ni políticas, eso no me interesa, para ello hay otros ámbitos, señalo simplemente hechos. Pero hechos que cansan. Porque en lugar de estar tratando de ver cómo hacer para aumentar nuestro bajísimo —casi nulo— crecimiento demográfico, para implementar nuevas formas de combate contra el narcotráfico, para lograr que un número mayor a la cantidad esmirriada de estudiantes que no terminan el liceo lo hagan, para garantizar mayor seguridad social tanto del BPS como de entes paraestatales, para ver cómo se puede bajar en algo la altísima carga impositiva que sufrimos los uruguayos, en suma, cuestiones de fondo, ya al inicio de un nuevo período de gobierno aparecen los cuestionamientos ad hominem.
De más está decir que para nada expreso que todas esas irregularidades, llamémoslas piadosamente así, no sean criticables y que pueda existir una suerte de dejar hacer libremente lo que quiera a quien quiera; en absoluto, nada de eso. Simplemente pido que la casta política vernácula piense en que, a lo largo de nuestra historia y más allá de excepciones, había personas, cada una con sus ideas, que en la vida pública se preocupaban más y mejor por el país y sus habitantes y actúe en consecuencia.
Dr. Esc. César Eduardo Fontana