La cifra refleja el crecimiento que tuvieron los premios económicos del golf en los últimos años. Viejas leyendas de este deporte como Jack Nicklaus, Arnold Palmer, Ben Hogan y Gary Player, entre otros, obtuvieron por sus victorias montos mucho menores. ¿Qué pensarán al ver premios de US$ 25 millones?
Scheffler empleó 254 golpes para los 72 hoyos, 30 bajo el par de la espectacular cancha del East Lake Golf Club de Atlanta, sede tradicional del certamen. Se trata de un trazado magnífico, destacado al máximo por los propios protagonistas. Los tres hoyos finales constituyen un verdadero desafío para los mejores golfistas del mundo.
Esta victoria, la séptima del año, confirma a Scheffler como el Jugador del Año, distinción que es votada por los jugadores del PGA Tour en el final de cada temporada. Además, el golfista estadounidense obtuvo la medalla de oro en los recientes Juegos de París, donde terminó con una excepcional tarjeta de 62 golpes.
En segundo lugar, con cuatro golpes más, finalizó Collin Morikawa, quien embolsó un premio por US$ 12,5 millones. En total el torneo repartió US$ 100 millones.
Un certamen millonario
El jueves 29 de agosto pasado comenzó una nueva edición, la 18a, del Tour Championship, con la gran controversia que plantea su sistema de definición, que otorga un hándicap a cada jugador antes del comienzo de la competencia de acuerdo con su posición en el ranking tras la disputa del BMW Championship. El propio Scheffler, quien llegó por tercer año consecutivo como líder a East Lake, fue categórico: “Los profesionales no jugamos con hándicap”.
Por las declaraciones planteadas por jugadores y dirigentes en los últimos días, el sistema parece asomarse a cambios para la próxima temporada.
“El mejor gross del campeonato lo hizo Morikawa con 22 golpes bajo el par, luego con uno más llegó Sahith Theegala y tercero terminó Scheffler”, dijo el comentarista de Golf Channel, Francisco Aleman, a Búsqueda. En consecuencia, abonando a la polémica, consideró que “no parece justo que el que mejor jugó los 72 hoyos no reciba al final el premio”.
“Es un sistema muy discutible, creo que lo van a terminar modificando. Fíjese, a los efectos del ranking mundial, ese score previo no es tenido en cuenta, por lo tanto, los puntos se otorgan a partir de los resultados de las cuatro vueltas sin ventajas”, concluyó Aleman.
En esa primera jornada, Scheffler, con un recorrido de 65 golpes, quedó en lo más alto de las posiciones en un día donde se dieron scores muy bajos. Las complicaciones con el clima y la suspensión del juego por casi dos horas —con todos los inconvenientes que esto conlleva— llegaron en la segunda vuelta, a raíz de tormentas eléctricas en la zona. Finalmente, una tarjeta de 66 golpes le permitió a Scheffler mantener la punta en esa ronda, en la que se destacó la actuación de Morikawa con un recorrido de 63 impactos que le permitió ascender varios puestos.
En la tercera ronda los scores no fueron tan bajos y una tarjeta de 66 golpes le dio a Scheffler una ventaja de cinco golpes para afrontar la vuelta final y tratar de conquistar la FedEx Cup, algo que no había logrado aún en su carrera.
La definición
Un comienzo formidable en los primeros hoyos le dio a Scheffler ya en el cuarto hoyo una ventaja de siete golpes. El torneo parecía casi cerrado. Sin embargo, tres bogeys del puntero en los siguientes cuatro hoyos (con un shank, el peor tiro que hay en el golf, incluido) cambió radicalmente la definición.
Pero Scheffler es distinto. Con una fortaleza mental impresionante volvió a su ritmo para hacer a continuación tres birdies en cuatro hoyos, con los que recuperó esa diferencia.
Morikawa, su compañero de juego en el grupo final, fue categórico al describir a Schefler una vez terminada la ronda: “A Scottie le llevó, luego del shank del hoyo 8, medio minuto volver a su rutina. Esto es algo que no se enseña, o se tiene o no se tiene”.
En la misma línea se manifestó el australiano Adam Scott, cuarto en el certamen. “Scheffler rememora con su claro predominio las mejores épocas de Tiger Woods. Considero que lograrlo hoy, con el altísimo nivel de juego que hay en el PGA Tour, es una tarea mucho más difícil”, dijo.
Luego de esos errores, el hierro cuatro que pegó Scheffler en el par tres del hoyo 9 de 230 yardas para dejar la pelota a un metro del hoyo es de los mejores golpes en la historia del golf.
Por si fuera poco, luego de hacer dos birdies en los hoyos 10 y 12 llegó el águila en el par cinco del hoyo 14 para cerrar el torneo de manera definitiva.
Así llegó a siete victorias en el PGA Tour. En total fueron US$ 63 millones en premios los que ganó en la temporada, lo que constituye un nuevo récord para el principal circuito. Su desempeño lo consolidó, además, como el número uno del mundo.
La palabra del campeón
Detrás del green del hoyo 18, Randy Smith, el profesor de Scheffler, recibía múltiples felicitaciones por el extraordinario rendimiento de su mejor alumno. “El golf es un deporte sumamente difícil pero Scottie (Scheffler) se las arregla para que parezca un juego fácil”, afirmó.
Scheffler, en conferencia de prensa tras la ceremonia de premiación, se mostró orgulloso por las siete victorias que logró en la temporada. Explicó que por su forma de ser “el festejo es interior” pero reconoció que no encontraba “palabras para describir” lo que sentía.
“Siento orgullo por el trabajo que estamos llevando adelante junto con mi equipo, además del enorme soporte que significa mi familia, algo fundamental para poder obtener estos logros. Ha sido un año muy movido en varios sentidos pero la llegada de nuestro primer hijo está por encima de todo”, dijo.
También aprovechó la conferencias para agradecer el apoyo que recibe de los seguidores del golf. Dijo que lo sintió en East Lake durante el Tour Championship y en los distintos clubes en los que compitió en la temporada. “Intento hacer el trabajo de la mejor manera y quiero dedicarlo a ellos”, afirmó.
Sobre su juego, dijo sentir que mejoró “sobre el green”, algo que se reflejó en su mejor nivel de aciertos en putts. “Eso es lo que me ha llevado a ganar varias veces en el año”, opinó. Respecto al shank del hoyo 8, el número uno fue categórico al afirmar: “Llegó en el peor momento de la vuelta, luego de hacer dos bogeys. Aquí quiero destacar el trabajo de mi caddie, Ted Scott, quien me tranquilizó y ayudó a pasar ese momento de turbulencias”.
Las próximas semanas, Scheffler las dedicará a descansar, según contó en la conferencia de prensa. Luego empezará la preparación de la Presidents Cup.
