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    Pagos a la DGI fueron por unos US$ 3.590 por uruguayo, algo menos que el promedio mundial

    A partir de una encuesta, el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias comparó diversos aspectos de la gestión de las oficinas recaudadoras en 179 países, incluido Uruguay

    Un relevamiento estadístico internacional ubicó a Brunéi y a Suecia en los extremos en materia de ingresos por tributos nacionales, que fueron en un caso equivalentes a 1% del Producto Interno Bruto (PIB) y a 42% en el otro. Dentro de ese panorama heterogéneo, Uruguay se posicionó levemente por encima del promedio, con una recaudación de 17,5% del PIB. Calculados por habitante —por “uruguayo”—, los pagos a la Dirección General Impositiva (DGI) fueron de US$ 3.588, que este caso se comparan con cifras promedio de US$ 3.682 para los 179 países abarcados en el estudio y de U$S 2.026 en América Latina y el Caribe.

    Otros datos comparan los gastos de recaudación, los tamaños de las plantillas de empleados de las oficinas recaudadoras y el uso de los canales digitales para el cobro de impuestos. Este análisis toma como insumo la última versión de la Encuesta Internacional sobre Administración Tributaria conocida como Isora (International Survey on Revenue Administration, por sus siglas en inglés), que refieren a datos de 2022 y fueron recopilados en 2023. El comparativo fue publicado en estos primeros días de enero en el documento Panorama de las Administraciones Tributarias en los Países del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT).

    La encuesta Isora, efectuada por primera vez en 2016, es una iniciativa desarrollada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Intra-Europea de Administraciones Tributarias, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el CIAT y, desde 2018, el Banco Asiático de Desarrollo. Su más reciente edición abarcó a cinco países más que en la precedente.

    En la encuesta hay representación de países de todos los niveles de PIB per cápita; Uruguay está en la categoría alta.

    IVA y rentas

    Los impuestos a la renta son los que más recaudan, un 42,9% del total para el conjunto de países que respondieron al Isora. A continuación figura el IVA neto total (interno e importaciones), que aportó el 37,9% del ingreso promedio. El resto provino de otros impuestos (selectivos, sobre patrimonio y aduaneros, entre otros), con un aporte medio del 7,9%, de contribuciones sociales (5,4%) y de los ingresos no tributarios (6%).

    El análisis del CIAT contrasta ese panorama global con la situación en América Latina y el Caribe, y afirma que el gravamen sobre la renta empresarial “también ocupa un lugar importante” por la “conocida debilidad” del impuesto sobre las rentas personales y, en algunos casos, del IVA. En el caso de Uruguay, los cuadros estadísticos muestran que el IVA aportó el 44,7% de la recaudación total, mientras que el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) contribuyó con el 14% y el IRPF (personas) con el 19,2%; el resto de las categorías sumaron 22,3%.

    Costo de la recaudación

    Los gastos operativos de las administraciones tributarias participantes en Isora fueron, en promedio, equivalentes a 0,171% del PIB. El cociente entre los ingresos recaudados y el presupuesto operativo —que se puede interpretar como el “costo operativo de recaudación”— fue, a su vez, de 1,09; es decir, la recaudación de 100 unidades monetarias tuvo un costo operativo promedio de 1,09 unidades. Este costo resultó menor para los países del CIAT (0,86) y algo mayor para los de América Latina y el Caribe (1,13).

    En el caso de la DGI, sus gastos operativos significaron 0,145% del Producto —77,5% de ese total en salarios— y el costo de recaudación fue 0,826.

    Personal

    A finales del año fiscal 2022 la suma de la plantilla de personal para el conjunto de países participantes en la encuesta ascendió a cerca de 2 millones de trabajadores (en su equivalencia de tiempo completo o ETC; un ETC de 1,0 significa que los recursos equivalen a un miembro del personal a tiempo completo que trabaja durante un año entero). En términos de población, el promedio se ubicó en algo más de 5.000 habitantes por cada trabajador de las administraciones tributarias.

    La DGI figuró en el Isora con una plantilla de 1.152 funcionarios en su equivalencia de ETC, una disminución de 49 respecto a la anterior encuesta. En relación con la población de Uruguay, la cifra fue de 2.971 en el relevamiento más reciente. El 65,7% del personal eran mujeres. Uno de cada 10 ingresaron a trabajar en esta dependencia del Ministerio de Economía y Finanzas hace no más de cinco años.

    En el caso particular de los países del CIAT, existe una “gran heterogeneidad en cuanto al personal empleado. No sólo respecto al tamaño absoluto de la plantilla, sino también en términos relativos, con países que se ubican muy por encima de los promedios globales o regionales. Incluso considerando el número de contribuyentes por empleado ETC, las cifras son muy elevadas en países miembros del CIAT tan distintos como Chile, Kenia, México, Italia o Uruguay”, consigna el estudio.

    Canales

    En los últimos años “se ha puesto un énfasis especial en la importancia de facilitar y mejorar los contactos de comunicación entre los contribuyentes y las administraciones tributarias”, comenta en el capítulo referido a los canales de contacto por servicios. La disponibilidad de distintos canales de comunicación, los digitales —en línea, correo electrónico y asistencia virtual— “han ganado presencia en un gran número de países, como complemento o incluso reemplazo de los canales tradicionales, como el teléfono, presencial o en papel (correo postal). La pandemia del Covid-19 aceleró aún más esta tendencia”, añade.

    En promedio, para los países participantes en Isora, el canal telefónico concentró el mayor porcentaje de contactos entrantes (37% del total), seguido por la vía en línea (24,8%), “que ya ha superado a la presencial” (18,5%). Por el contrario, la participación relativa de la asistencia digital, el correo electrónico y el correo postal (papel), “es baja”.

    En Uruguay, el 91,6% de los contactos entrantes de servicios fue en línea, 2,9% “asistencia digital”, 3,1% por teléfono, 1,6% por mail y 0,8% asistieron de manera presencial a la DGI.

    Declaraciones

    En cuanto a las declaraciones presentadas a través de canales electrónicos —por sus diferentes modalidades posibles—, los promedios globales de Isora fueron 73,6% en el impuesto a la renta empresarial, 70,1% en el caso del tributo sobre las rentas personales y de 78,5% en el IVA.

    A nivel individual de los países del CIAT, los porcentajes de presentación varían. “Existen casos con cifras superiores al 90% en algunos impuestos”, como Canadá en el impuesto a la renta personal o El Salvador en ese tributo y el que grava las ganancias empresariales, analiza el estudio.

    Por otro lado, agrega, la implantación de la declaración electrónica en los países del CIAT “es muy elevada; de hecho, en un número importante alcanza el 100% (Argentina, Barbados, Brasil, Costa Rica, Ecuador y Uruguay, entre otros)”.