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Me encanta hacer estos huevos rellenos para la mesa de Navidad, son un clásico eterno. Esta versión tiene el upgrade de que, al estar teñidos con agua de pickle de remolacha, tienen ese color divertido y una acidez interesante. La parte del teñido podés hacerla o no, es un plus pero no es esencial.
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Cocinamos las remolachas, que luego usaremos para hacer una ensalada o alguna otra preparación. Lo que vamos a usar ahora es el agua que queda de la cocción; por eso es muy importante que laves muy bien las remolachas antes de cocinar.
Cocinamos los huevos duros, pelamos y reservamos.
En una olla colocamos una taza de agua de pickle (remolacha) y ½ taza de vinagre. Llevamos a hervor y dejamos enfriar. En un frasco colocamos los huevos duros y tapamos con el agua de pickle. Dejamos macerar por una hora por lo menos para que se tiñan bien.
Pasado este tiempo, con cuidado retiramos los huevos del agua de pickle y los cortamos a la mitad en cortes precisos para que queden bien prolijos.
En un bowl vamos colocando todas las yemas y reservamos las claras en un plato o placa para luego rellenar.
Para el relleno, picamos el ciboulette y sumamos el queso crema, la mostaza de dijón, sal, pimienta y cúrcuma. Mezclamos bien y testamos el sabor, tiene que estar saladito y un poco picante.
Ayudándonos con 2 cucharas de té chicas o una manga, rellenamos todas las claras de huevo.
Colocamos un poco más de ciboulette por arriba y servimos en un plato lindo.
Del libroEn tu casa, Editorial Grijalbo, Penguin Random House.