Desperdicio cero es otro fruto del proyecto que impulsan madre e hija, y apuesta a “concientizar y encontrar soluciones para erradicar una problemática que nos atañe a todos, a efectos de generar un compromiso colectivo que traspase fronteras y pueda estar al alcance de todo público”.
El libro está orientado al buen uso de los recursos naturales, la aplicación de la economía circular y la importancia del aporte individual cuando se vuelve colectivo para reducir el impacto negativo en el medioambiente. “Tenemos presente que si no tiramos, ahorramos. Y lo más importante es que cuidamos los recursos naturales”.
El libro está orientado al buen uso de los recursos naturales, la aplicación de la economía circular y la importancia del aporte individual cuando se vuelve colectivo para reducir el impacto negativo en el medioambiente.
Algunas recomendaciones para esa vida sostenible son elegir alimentos de proximidad (producidos en un radio de distancia cercano a nuestro entorno), comprar alimentos en envases reutilizables, reciclables o compostables, reducir el consumo de carne (es responsable de 18% de los gases de efecto invernadero) y almacenar los alimentos con sensatez (lo más reciente en la parte trasera de la alacena o heladera, y lo de vencimiento más próximo adelante; y siempre en tuppers, frascos o bolsitas reutilizables). Otro consejo es, al comer fuera de casa, pedir que lo que no se consuma del plato lo empaquen para llevar, evitando la pérdida de esa comida.
Desperdicio cero se divide en 11 capítulos, que parten con información que apunta a la toma de conciencia, y siguen con recetas para hidratarse (jugos, infusiones, bebidas espirituosas, leches vegetales), desayunos y meriendas, picadas, entradas, platos principales, postres y pautas para ser “un anfitrión de lujo sin desperdicios”. El último capítulo está destinado a tablas de medidas y equivalencias: “En la cocina te ayuda a evitar errores y lograr recetas perfectas”.
Según Cabrera Nahson y Bauer, “el desperdicio es falta de imaginación”.
Limonada refrescante de cáscaras de cítricos
Ingredientes:
Las cáscaras de 2 limas, 2 naranjas, 2 mandarinas y 2 pomelos rosados
2 litros de agua filtrada o mineralizada
Azúcar o edulcorante a gusto (también se puede endulzar con dátiles)
Procedimiento:
Cuando se consuma a lo largo de la semana alguno de estos cítricos, primero lavarlos, luego usar su pulpa de la forma que se prefiera y así prepararemos este delicioso refrescante. Para eso vamos a verter las cáscaras en una o dos jarras grandes, cubrir con agua y agregar el endulzante que elijan. Dejar reposar en la heladera por 48 horas y listo. Se le puede agregar a esta preparación una rama de romero o algunas flores comestibles.
Tempura de cerveza
Es ideal para freír pescados, carnes, mariscos o vegetales y una buena manera de no desperdiciar los restos de cerveza que quedan sin gas.
Ingredientes:
1 taza de harina
1 taza de cerveza
Procedimiento:
Colocar la cerveza en un bowl.
Añadir la harina tamizada.
Batir con un batidor de mano.
Rebozar lo que deseemos: vegetales crispy o la proteína que más nos guste.
Focaccia con cáscara de papa (sin gluten)
Ingredientes:
Las cáscaras de 4 papas grandes
300 g de premezcla de harina sin TACC
10 g de levadura seca
4 g de polvo de hornear
1 cda. de azúcar
3 cdas. de aceite de oliva virgen extra
1 taza de agua
1 huevo
½ taza de leche
Procedimiento:
Cocinar las cáscaras de papa y, cuando estén blandas, hacer un puré. Reservar.
En un bowl, unir la leche con la premezcla de harina, la levadura, el polvo de hornear y el azúcar.
Agregar el puré de cáscaras de papa, el agua y el aceite hasta formar una mezcla que será bastante pegajosa. Con las manos húmedas, colocar la mezcla en una asadera pincelada con bastante aceite y cubrir toda la superficie. Dejar reposar por 25 minutos a temperatura ambiente. Llevar a horno precalentado a 180 °C por unos 20 minutos. Podemos agregar romero seco y pimienta negra o, en el momento de preparar la mezcla, añadir queso parmesano rallado o hierbas frescas picadas.
Pizza de pencas de remolacha y panceta
Ingredientes:
1 prepizza o una base caserita precocida
4 cdas. de salsa de tomate
1 taza de pencas (tallos) de remolacha
200 g de panceta ahumada
1 cebolla roja
1 diente de ajo
Sal y pimienta negra a gusto
Procedimiento:
Lavar las pencas (tallos) de la remolacha y picarlas bien. Cortar la panceta en cubitos.
En una sartén con un poco de aceite, sofreír la cebolla picada con las pencas, el ajo y la panceta.
Cuando el sofrito esté listo, esparcirlo sobre la masa de pizza previamente pincelada con la salsa de tomate.
Salpimentar a gusto y llevar a horno precalentado a 200 °C, hasta que la base quede bien crujiente.
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Trufas con tres ingredientes
Ingredientes:
300 g de restitos de budín, bizcochos dulces o salados
2 bananas bien maduras
Coco rallado o frutos secos
Cacao en polvo (opcional)
Procedimiento:
Colocar en un bowl los restos de budín, bizcochos o galletitas. Desgranarlos y mezclarlos con el puré de las bananas.
Formar bolitas de un tamaño no muy grande y pasarlas por coco rallado o frutos secos molidos. Si quedan demasiado húmedas debido a la madurez de las bananas, podemos agregar un toque de cacao.
Es una forma distinta de preparar trufas sin hacerlas, como siempre, con dulce de leche.
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Fiestas bien calculadas
Ideal para tener en cuenta en estas fechas, el libro incluye un capítulo dedicado a organizar fiestas sin desperdicios. Para eso, ofrece algunos consejos y señala algunos aspectos a tener en cuenta.
Uno de ellos es la hora del día. “Obviamente, no es lo mismo una celebración a la mañana que a la noche”. Las autoras explican que los eventos que tienen platos principales requieren de menor cantidad de bocados, tanto dulces como salados.
También hay que considerar qué tipo de evento es (empresarial, familiar o encuentro entre amigos) y la fecha del año: “Es fundamental para adaptarse a las temperaturas, pero en lo concerniente a los productos de estación, sin dudas son un punto esencial en el cuidado de los recursos naturales y en nuestra economía”.
En este apartado se encuentra, además, una guía para calcular el consumo de bebidas: de vino, se calcula media botella por persona; de aguas saborizadas, elixires, refrescos o gaseosas, medio litro por persona (en verano se puede calcular un poco más dependiendo de las temperaturas); de champagne, 200 ml (2 copas) por persona.
La cantidad adecuada de bocados por persona en una recepción de 1 a 2 horas de duración sería 6 bocados salados y 2 bocados dulces, y para un evento con una duración de 4 a 6 horas, en un horario entre comidas, habría que calcular 8 bocados salados por comensal, un plato principal o varios de menor tamaño, y 3 a 4 bocados dulces.
En las celebraciones que tienen lugar durante una comida, con plato principal, que duren de 4 a 6 horas, deberían estimarse de 4 a 6 bocados salados por persona y, si hay mesa de postres o se sirve un postre, no se ofrecen bocados dulces.
“Calcular 12 bocaditos o canapés por persona si lo que se servirá a continuación es solamente un plato caliente (cóctel + plato caliente). Si solamente se sirve cóctel, calcular 15 a 18 bocaditos por persona”.
“En la medida que se sirvan varios postres, calcular para las tortas 60 g por persona. Si el postre es un helado, calcular 150 g por persona”.