• Cotizaciones
    jueves 16 de enero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Mario Lubetkin, director regional de FAO, sostuvo que el conflicto entre ganadería y sostenibilidad “es falso”

    En entrevista con Agro de Búsqueda afirmó que “Uruguay demuestra que no hay que ser un país grande para poder contribuir desde el punto de vista de la calidad y del conocimiento” y planteó invertir para “avanzar más rápido”

    Redactor Agro de Búsqueda

    El conflicto entre ganadería y sustentabilidad “es falso”, afirmó el director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin. En entrevista con Agro de Búsqueda, destacó que “Uruguay demuestra que no hay que ser un país grande para contribuir con calidad y conocimiento”, que “se ha avanzado”, pero hay que invertir para “ir mucho más rápido”.

    Planteó que las soluciones a estos problemas deben venir del presupuesto nacional y aseguró que “multiplicará el escenario económico”. Sostuvo que los países ganaderos deben tomar una posición “más ofensiva” respecto a los temas vinculados con el cambio climático. Y advirtió que “quienes no lean la realidad como es van a quedarse atrás”.

    Señaló que la seguridad alimentaria y el cambio climático “son dos nudos decisivos, que no tienen color político y van a mover cada vez más un escenario de desarrollo económico”. En tal sentido, dijo que la FAO “se plantea trabajar cada vez con más fuerza con el sector privado”. Y planteó sus dudas sobre cuál será la postura definitiva de la Unión Europea respecto a prohibir la importación de productos de zonas deforestadas.

    ¿Cómo surge la idea de hacer una conferencia sobre ganadería sostenible en Uruguay?

    En setiembre del año pasado organizamos en Roma (Italia) la conferencia mundial sobre ganadería sostenible. Fue la primera reunión con esta temática, partiendo del antecedente de la gran conflictividad entre lo ganadero y lo sostenible. En verdad es una conflictividad falsa.

    La conferencia que convocó el director general de FAO (QU Dongyu) en setiembre fue para empezar a reflexionar sobre cómo es necesario afrontar desde los diferentes puntos de vista, primero el desarrollo ganadero y segundo pensar el futuro, a 10 o 20 años, en el concepto de la sostenibilidad.

    De esa conferencia en Roma surgió la idea de empezar a hacer conferencias de carácter regional. Desarrollar la pirámide para afrontar las especificidades que hay en cada región, porque Asia no es América Latina, América Latina no es África, ni África es Europa.

    Las autoridades uruguayas tuvieron la brillante iniciativa de candidatear al país para que se hiciera aquí la primera conferencia regional, después del acuerdo establecido en setiembre del año pasado. Fue el ministro (Fernando Mattos) quien le sugirió al director general de la FAO, quien aceptó la propuesta.

    Allí empezamos a construir esta conferencia. En este período mantuvimos dos reuniones con el ministro, ajustamos muchos puntos. Cada uno de los países piensa en su lógica local para desarrollar, que es lo válido. Nuestra tarea es unir a la región. Para nosotros era muy importante que esta conferencia, que para Uruguay tiene gran validez, tuviera ese espacio regional que permita una multiplicación de resultado positivo. Tanto para un país que tiene un rol bien interesante, como Uruguay, como para el resto de América Latina y el Caribe.

    ¿A nivel global qué se entiende por ganadería sostenible?

    Sobre ganadería sostenible tenemos 33 proyectos que se están desarrollando en América Latina. Hubo una fase en la que se planteaba que sostenibilidad y ganadería no iban, sobre todo en el aspecto climático, y la ciencia está demostrando que no es así.

    La ciencia no nos ha dado todos los resultados que necesitamos, pero no hay dudas de que vamos en un camino en el cual la ganadería sostenible, en función del desarrollo económico, de la inclusión social y de las garantías ambientales, no son contradictorios.

    A esos aspectos todavía le faltan muchísimas respuestas, y esta conferencia ayudó a eso, a encontrar respuestas. No hay que temer decir que no tenemos respuestas para todo, porque no las tenemos. El mundo va muy rápido, está cambiando todo muy rápidamente.

    Nuestro drama sería no reconocer los datos, y los datos indican que un país de enorme potencialidad ganadera no puede parar su economía. Esa economía no va a destrozar al país si verdaderamente se demuestra, con datos científicos, que no lo va a destrozar.

    Hubo un proyecto aquí, que se llevó entre el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el GEF (Fondo para el Medio Ambiente Mundial, por su sigla en inglés) que es sobre sostenibilidad. Los resultados muestran que está creciendo, sobre una zona muy específica, donde se están desarrollando los escenarios de ganadería, y al mismo tiempo se están reduciendo los gases de efecto invernadero.

    Por lo tanto, es posible. Hay que seguir avanzando, articulando y generando un diálogo horizontal, porque todos los países ganaderos tienen experiencias positivas. Lo que falta es un diálogo mayor entre los actores directos, para que no hagamos lo que muchas veces hacemos en América Latina, que es empezar de cero de vuelta.

    Uruguay tiene mucho para demostrar externamente, para que los países tomen las experiencias positivas y quiten las negativas, porque eso también es un costo económico, y desde aquí se avance en un desarrollo que tiene que ir lo más rápido posible, para lograr el desarrollo económico del país.

    ¿Se ha avanzado en el concepto de ganadería sostenible?

    Eso sin dudas.

    ¿Al ritmo que se quiere?

    No. Hay que ir mucho más rápido, y eso significa inversiones mucho más fuertes, mayor conocimiento, mayor innovación, desarrollo tecnológico. Es un proceso. Se trata de no quitarle una coma al valor económico del desarrollo ganadero, y no transformarlo en algo contradictorio con el desarrollo social y ambiental.

    Vamos por ese camino, no hay dudas. Pero podríamos ir mucho más rápido, y ahí sí tiene que haber mucha más innovación, más técnicas, y eso requiere de inversiones para poder desarrollarlo.

    Pero soy optimista. El éxito de este evento es una prueba, con casi 500 personas participando, casi 15 ministros y viceministros, no son datos normales, reflejan un gran interés, la búsqueda de respuestas y la necesidad de cooperación.

    ¿De dónde pueden venir las inversiones en ganadería sostenible?

    Pueden venir desde la propia realidad nacional. Antes, cuando nos poníamos a analizar la inseguridad alimentaria, pensábamos en que tenía que venir el Mesías, un país europeo a ayudarnos. No hay dudas de que es bienvenida la cooperación extranjera, pero eso no va a resolver el problema.

    La solución al problema viene del presupuesto nacional, y ese presupuesto nacional, con las modificaciones que se hagan, multiplicará el escenario económico. A veces se plantean falsas contradicciones, se dice que no es inversión sino gasto, pero en realidad es inversión, porque permite multiplicar.

    A la sostenibilidad la van a dar los diferentes mecanismos estructurales del país, y eso va de la mano del presupuesto. Eso no significa sacarle presupuesto a otras áreas, disminuyendo la capacidad de la educación, por ejemplo, porque el desarrollo sostenible de la ganadería exige educación. Tampoco significa sacarle a la salud, porque el desarrollo sostenible de la ganadería necesita salud.

    ¿Cómo ve FAO a Uruguay?

    Tiene mucho para dar, naturalmente también para recibir. Uruguay demuestra que no hay que ser un país grande para poder contribuir desde el punto de vista de la calidad y del conocimiento. Uruguay, cada vez más, es un país de referencia para otros, que son mucho más grandes. A veces en un país más pequeño es más fácil avanzar en ciertos temas estratégicos, frente a otros países inmensos, que viven con otros tipos de contradicciones.

    Uruguay lo demostró cuando comenzó a hablar de la trazabilidad ganadera. Si bien es un tema con el que empezó hace mucho, algunos otros países recién están comenzando. Esos países tienen modelos como Uruguay, que ha recorrido un camino de éxito en temas que son absolutamente centrales, inclusive en las nuevas reglas comerciales. Esos temas que al inicio eran innovadores o revolucionarios, ahora son absolutamente necesarios en el comercio internacional.

    En un momento la FAO sostuvo que la ganadería era responsable del cambio climático, luego cambió su posición, ¿cómo fue ese proceso?

    Eso ocurrió hace más de 20 años, yo no estaba en la FAO. Pero más allá de ponerse a ver qué fue lo que pasó en tal o cual tema, lo que tenemos que entender es dónde estamos. Y no lo digo por quitarle responsabilidad a nadie.

    Hubo un proceso, con un conjunto de científicos, de técnicos y el director general de aquella época, generaron una coyuntura que luego no se repitió. Lo que tiene valor no es el elemento histórico. De quienes estaban en 2006 debe de haber muy pocos hoy.

    Lo importante es lo que está afrontando ahora la FAO, que no solamente está afrontando el escenario de los responsables, sino que está buscando soluciones, y para mí ese es el escenario de fondo.

    Porque hay dos formas de afrontar el tema de la responsabilidad de la ganadería. Uno es decir no somos responsables de nada y los culpables son otros, que es un error tan grande como el otro y que todavía se comete a ciertos niveles. Si repasas reuniones de los últimos dos o tres años vas a ver que eso se mantiene.

    La virtud de reuniones como esta es que afrontamos el tema, porque el tema existe. Vamos por buen camino, aceleremos. Hay que tomar una posición más ofensiva sobre un tema tan sensible como el cambio climático. Esa es una posición más cómoda para todos los países productores, como Uruguay, y segundo porque es la más lógica.

    Hay un crecimiento productivo que genera cierto porcentaje de gases de efecto invernadero, pero también se está demostrando que cuando se realizan los procesos de cierta forma se reducen esas emisiones.

    Este es el camino que hay que recorrer, pero no debemos quedarnos solo en zonas limitadas, sino ampliarlo a todo el país. Uruguay es uno de los países donde esto puede ampliarse.

    Y este tipo de conferencias que miran hacia adelante, con una posición positiva y ofensiva, son absolutamente centrales.

    ¿El mercado puede castigar a los países ganaderos que no trabajen en estos temas vinculados con el cambio climático?

    Creo que quienes no lean la realidad como es van a quedarse atrás, van a quedar marginales. Esto ya se demostró en otros terrenos. Algunos parlamentos decidieron la ley del etiquetado, que empezó en Chile. En estos países los envases de los productos advierten si tienen demasiado sodio, azúcares, grasas y demás. Se armó toda una discusión en el sector empresarial, que dijo que se lo estaba atacando, que perderían mercado.

    Sin embargo, los datos muestran que el mercado no se redujo, sino que se redistribuyó. Las empresas que ofrecen mejor calidad desde el punto de vista alimentario se posicionaron mejor, y le ganaron espacio a las que producen alimentos menos saludables. Esto vale también para la industria ganadera.

    A la industria ganadera no se la puede aislar, hay que conectarla con la seguridad alimentaria, con la salud, con la educación. Conectándola con todo va hacia un desarrollo natural, porque países como Uruguay, que tanto se cuidan desde el punto de vista del desarrollo ganadero, tienen mucho para dar, incluso desde el punto de vista de la seguridad alimentaria.

    En la actualidad la seguridad alimentaria y el cambio climático son dos nudos decisivos, que no tienen color político, y son los que van a mover cada vez más un escenario de desarrollo económico.

    Por eso la FAO se plantea trabajar cada vez con más fuerza con el sector privado, pero esta intención tiene que venir de los dos lados. Esto es parte de lo nuevo.

    ¿Hacia dónde van las nuevas exigencias de los mercados sobre estos asuntos?

    Quiero ver cómo va a seguir la Unión Europea con las exigencias para productos de origen no deforestado. Esto se postergó por un año, ¿por qué? ¿simplemente porque son caritativos con otros países en el ámbito comercial? ¡Por favor! No es así.

    Hay escenarios internos dentro de la Unión Europea que se están poniendo a reflexionar sobre los temas de la no deforestación, sobre el escenario comercial. Porque esto no solamente los favorece, también los afecta, dependiendo de las políticas de equilibrio.

    Nadie habla de que no existe el problema ambiental, ni de no tomar medidas. Simplemente tiene que haber un escenario de diálogo y de equilibrio para avanzar gradualmente.

    Siempre se habló que el Amazonas tiene que ser el pulmón verde del planeta, pero nuestros datos indican que la mayor fragilidad desde el punto de vista alimentario está en los ocho países del área amazónica. Entonces lo importante no es solo el pulmón verde para otras regiones del mundo.

    Se trata de resolver desde el punto de vista social, ambiental y alimentario los problemas del Amazonas. Esto es una novedad, es una visión diferente de una realidad objetiva.

    Por lo tanto, en Europa no se puede plantear este problema de una forma diferente, no lo van a poder hacer porque les afecta a ellos mismos.