El Consejo de Formación en Educación (CFE) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) inició un sumario y separó del cargo al director del Instituto de Perfeccionamiento y Estudios Superiores (IPES), Claudio Rama, y a su asistente académico, Nelson Simatovich. La resolución del 19 de setiembre los aparta de sus funciones con “retención de medios sueldos” a raíz de denuncias de acoso laboral presentadas por funcionarios de dicho instituto. Rama dijo a Búsqueda que está sufriendo “persecución política” por expresar públicamente su opinión contraria a la creación de la universidad de la educación, una de las principales propuestas del actual gobierno en materia educativa, que está a estudio del Parlamento.
Rama, hijo de la poetisa Ida Vitale y del escritor y crítico literario Ángel Rama, tiene 70 años y un amplio currículum. Es economista, doctor en educación y también en derecho. Dirigió el Instituto Nacional del Libro entre 1987 y 1990 y ocupó la vicepresidencia del Sodre de 1995 al 2000. Luego, hasta el 2005, fue director del Instituto Internacional para la Educación Superior para América Latina y el Caribe de la Unesco, más tarde aceptó ser decano de la Universidad de la Empresa y, después, su director académico. Tras ganar un concurso, asumió en abril del 2024 la dirección del IPES “Juan E. Pivel Devoto”, con sede en el barrio La Blanqueada. Además, es ensayista, artista plástico y publica columnas en La R y en Opinar, un semanario hermanado al Partido Colorado.
La denuncia contra él y su asistente fue presentada por “una gran parte de los funcionarios de la institución” que dirige, expresa la resolución del consejo a la que accedió Búsqueda. Allí se preserva la identidad de los denunciantes por “la posible lesión a su dignidad e integridad” de acuerdo a “los hechos” denunciados y “la obligación” del CFE “en el mantenimiento de un clima de trabajo acorde a los fines institucionales”. Tal como indica el Protocolo de Acoso Laboral, la denuncia fue analizada por la Comisión Bipartita Asesora sobre Acoso Laboral. El consejo dispuso “la reserva” de las “actuaciones” y nombró a una instructora para realizar el sumario.
El director del IPES alertó que lo separaron del cargo sin una investigación administrativa ni un sumario previo. Vinculó la resolución a su crítica a la universidad de la educación y a su defensa de cambios institucionales implementados durante el anterior gobierno, una posición que sostuvo este año desde sus columnas de opinión y desde la dirección del instituto que dirige (o dirigía), uno de los 33 que dependen del CFE.
Aseguró que “la denuncia de acoso es una manifestación sin sustrato y sin basamento armada por la Asamblea Técnico Docente (ATD) y el sindicato”. Rama apuntó en particular a una funcionaria administrativa del instituto con un cargo jerárquico —de quien destacó que es “sindicalista“— por “armarla” y recoger la firma y los “agregados” de funcionarios que están a su cargo. Planteó que lo denunciaron por “llamar ‘flaco’ y ‘flaca’ a algunos funcionarios”, por delegar en la funcionaria en cuestión el proceso para tramitar “las licencias o pedir hacer un plano del estacionamiento”. Sostuvo que esta trabajadora habló de “la sobrecarga de funciones como acoso, cuando faltó 84 días en el año”.
Agregó también que lo denunciaron por increpar a un trabajador cuando estaba gritando “se van los fascistas” el día que tomaron el cargo las nuevas autoridades de la ANEP y por “exhortar el cumplimiento de instrucciones de la dirección, que son actividades funcionales mínimas y rutinarias”.
La resolución por la que se iniciaron los sumarios y se los separa del cargo lleva la firma del presidente del CFE, Walter Fernández Val, y la del secretario general, Edison Torres Camacho.
Autor de la ordenanza de posgrados
“Yo soy, o era, o fui, por concurso público abierto, director del IPES”, dijo Rama a Búsqueda. Aunque accedió al cargo por tres años, al cumplir 70 de edad, el Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP debe renovárselo cada año, como sucedió a fines del 2024.
El economista consideró que la “persecución política” de la que es víctima responde sobre todo a su crítica pública a la universidad de la educación. “No se necesita” una nueva institución “para ofertar posgrados” para educadores, “porque trabajé y propuse una ordenanza que se aprobó que permite que haya posgrados” en la ANEP, explicó.
Como director del IPES, Rama diseñó la Ordenanza de las Carreras de Posgrados con el propósito de “amparar y sustentar un verdadero programa de posgrados académicos para docentes y formadores educativos de todos los niveles y de todo el país”. El CFE la aprobó en noviembre del 2024, dos semanas después la homologó el Codicen de la ANEP y el Diario Oficial la publicó el 18 de febrero del 2025.
El sustento político de este paso puede leerse en una columna de opinión de su autoría publicada el 1º de setiembre en Opinar: “Los promotores de la creación de una Universidad Nacional de la Educación (UNED), fundamentalmente el Frente Amplio y los sindicatos del CFE-ANEP, han esparcido una fake news que sostiene que los maestros, profesores y educadores no se pueden formar en el cuarto nivel de posgrados salvo en la Universidad de la República (Udelar), en convenio o creando la UNED. Eso no es verdad, y ha limitado por años crear posgrados propios de la ANEP, y mejorar a fondo la formación de los docentes y no solo hacerlo con un débil y dificultoso sistema de actualización”.
Claudio Rama
Claudio Rama
Negativa a firmar títulos de egresados
Su posición sobre la política de posgrados lo llevó a librar una batalla dentro de la ANEP durante este año, puesto que, alegó, el CFE actual ha intentado “ningunear” la ordenanza para justificar la creación de la universidad de la educación. Rama destacó que en los últimos meses presentó seis propuestas académicas de posgrado, las que, a su entender, fueron “encajonadas” por el consejo.
El director del IPES chocó además con las autoridades por negarse a firmar los títulos de los egresados del Diploma de Sociología y su Enseñanza, un posgrado aprobado por el CFE en 2021, en el marco de un acuerdo previo con la Udelar. Lo cursaron 27 estudiantes; cuatro de ellos aprobaron su tesina final y solicitaron la expedición de su título y otros cuatro están “en condiciones de realizar la defensa de la tesina final y egresar”, indica un informe de la bedelía del IPES del 16 de junio. El escrito agrega que se le envió documentación de los dos primeros egresados para el inicio del trámite de titulación a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Udelar, que respondió que en esa unidad no se gestiona este diploma, dado que los estudiantes no figuran en sus registros como suyos ni cuenta con información alguna sobre el mencionado diploma. Ante el mismo planteo, la Facultad de Ciencias Sociales, también de la Udelar, contestó que el referido posgrado no pertenece a esa institución.
Rama elevó entonces el 20 de junio por escrito al CFE el programa de este posgrado “para su validación y aprobación” por parte de ese consejo “en el marco de la Ordenanza de las Carreras de Posgrado vigente”. Además, pidió que se ponga en conocimiento de la comisión mixta formada por el CFE y la Udelar para incluir las firmas de la universidad.
Sin embargo, el proceso administrativo fue distinto al esperado por el director del IPES. “El CFE lo pasó a la comisión mixta, y esa comisión, según me informó la consejera Laura Donya (del CFE), había aprobado ese posgrado y había dispuesto que se entregaran los títulos por parte de la Facultad de Humanidades. Yo, efectivamente, ya tenía la información de que esos títulos no tenían basamento y, por lo tanto, me negué a firmarlos”, relató Rama, en referencia a la respuesta que habían dado antes las facultades respecto a los diplomas.
El 3 de setiembre, el CFE resolvió encomendar a la Secretaría Administrativa del IPES y al Comité Académico del Diploma de Sociología y su Enseñanza “enviar el listado de egresados a la Facultad de Humanidades”. Según Rama, de esta manera lo puentearon y también eludieron a la Facultad de Ciencias Sociales, la que debería validar el título en cuestión.
Intento de “destitución”
En este contexto de enfrentamiento con las autoridades, Rama recibió el 10 de setiembre un correo electrónico desde el Sistema de Gestión Docente del CFE en el que se le comunica la ”baja parcial o total de horas docentes, funciones y/o cargos”. El director del IPES aseguró que ”esto demuestra la persecución política” que sufre. ”Sin ninguna investigación previa o notificación me destituyeron. Al día siguiente me volvieron a incorporar y tuve que firmar el alta como mi primer día sin ninguna explicación o legalidad”, expresó.
Además, alegó que, por comentarios de colegas que escuchó, la Junta de Directores del CFE, que reúne a los 33 titulares de los centros de formación docente, “hace ya semanas que sabe” que lo están “destituyendo”.
Desde su perspectiva, lo que está en la mira de las actuales autoridades es combatir su idea de que la ANEP puede realizar posgrados por sí sola y sin necesidad de la Udelar ni de la proyectada universidad de la educación. “Sin falsa vanidad, me honro de haber visto esta oportunidad en el marco normativo, académico y político, y de haber tenido la posibilidad de formular ese marco específico en el año 2024”, publicó Rama el 1º de setiembre en Opinar. En alusión a la ordenanza que diseñó y se aprobó ese año, agregó que “es un avance histórico que no será desmantelado tan fácil como algunos quisieran”.
En esa columna, titulada La innecesaria universidad de posgrados para maestros y profesores, el director del IPES repasó su trabajo durante este año, la formulación de seis maestrías y especializaciones, entre otras acciones, y cuestionó a las actuales autoridades: “Parecería que la ordenanza y el actual equipo de dirección molestamos a los nuevos administradores políticos, y que el objetivo central no es la calidad y formación docente, sino demoler el andamiaje académico, tecnológico e institucional construido previamente y focalizar que todo pase por crear una universidad propia, la cual parece visualizarse por los actos como un modelo político de homogeneidad ideológico y de enfoque, y no como un espacio de diversidad intelectual, integración territorial nacional, con múltiples protagonistas diversos aportando, nombrados por concursos exigentes de calidad, y no endogámicos”.