—¿Le sorprendió que haya ganado?
—Esperábamos que la gente nos apoyara por toda la situación que se vivía en el Casmu. Teníamos sí miedo de que la gente no votara. Pero ya a media mañana nos llamaba la atención que muchos se acercaban a nuestras mesas a pedirnos las hojas, gente joven. Eso no pasaba antes, donde se percibía hasta el miedo de saludarnos.
—¿Hoy qué predomina? ¿Felicidad o miedo? Casmu está intervenido desde el 2024 y su situación financiera es crítica.
—Desde el punto de vista funcional y de la institución, estoy contento. Desde el punto de vista de la gente, también. En estos días luego de las elecciones uno percibe otro ambiente, tanto en los médicos como en los funcionarios. Un colega, que no está en nuestra agrupación, me dijo que este domingo fue a pasar visita y vio a tres médicas dentro de una habitación sin pacientes festejando, con música, bailando con unos funcionarios. Ya notás la diferencia desde la puerta de entrada. ¡Antes la gente no me atendía, no me escuchaba! Y era más miedo que apatía. Eso se notaba, sobre todo en los médicos más jóvenes. Por eso tener el aporte de varios profesionales jóvenes y su participación fue sustancial.
—Esa es la felicidad, ¿y el miedo?, ¿la intervención?
—Yo creo que la intervención, la de este gobierno y del anterior, trata de ayudar a la mutualista. Realmente discrepo con el doctor Raúl Rodríguez cuando dice que no debía haber intervención. La situación lo necesitaba, y por algo este gobierno sigue con la intervención, respaldado por ley por todo el sistema político, decretada por la administración anterior. Por un año más tenemos que trabajar con los interventores, sacar juntos al Casmu adelante.
—Menciona a los interventores. Álvaro Niggemeyer, presidente del Colegio Médico del Uruguay, exreferente de El Casmu que Queremos hasta que fue expulsado de la mutualista, había cuestionado que el último informe que realizaron, el 30 de junio, al ser declarado confidencial por el MSP no fue presentado a la oposición y, por lo tanto, los médicos capitalizadores que votaban lo hicieron no sabiendo la situación que viven. ¿Usted lo sabía?
—Hicimos una campaña sin decir cosas que no sabíamos, sin inventar nada y siendo realistas. Entonces, lo hicimos en base al balance presentado (por las autoridades del Casmu) en marzo de este año y con el informe de los interventores del gobierno anterior, que fue público. Con eso ya teníamos bastante. Además digo… Por algo el doctor Raúl Rodríguez lo decretó confidencial. Era un arma para usar políticamente.
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Domingo Beltramelli, presidente electo del Casmu.
Javier Calvelo, adhocFotos
—Pero la confidencialidad la decretó el ministerio.
—El ministerio le entró la información a Raúl Rodríguez, que es la mayor jerarquía en el Casmu, para que él hiciera lo que él considerara (en la interna). Y en el actual directorio él decretó la confidencialidad. Eso fue aceptado por nuestros representantes (Virginia Massobrio y Julia Galzerano). Ya estaba la experiencia de la expulsión de Niggemeyer, luego de haber hablado de temas internos. Además, en la última reunión que tuvimos antes de las elecciones, a la que nos citó el MSP, la presidenta de la Junta Nacional de Salud (Junasa, Gabriela Pradere) dijo que si lo considerábamos podíamos acceder al informe. Pero a esa altura, a 10 días de las elecciones, no nos servía mucho.
—¿Y ahora lo vieron?
—Sí, nos lo dieron el viernes (19).
—¿Cómo está el Casmu?
—Como el informe anterior, con una situación económica y financiera más grave todavía.
—Se va a sentar en un volcán entonces.
—En cualquier momento salgo corriendo (se ríe)… Mi miedo era realmente saber quién nos iba a trabajar desde el punto de vista económico. Y contratamos a un 10, al Messi de la selección argentina, para la gerencia económica financiera. Es la contadora María Ana Porcelli, hoy directora general del FNR. Deja ese cargo y vuelve al Casmu, ya se lo dijimos a la ministra (de Salud Pública, Cristina Lustemberg). Ella fue la que sacó adelante al Casmu en 2009 y 2010 (como gerenta de Presupuesto, poco después de que el Casmu se separara del Sindicato Médico del Uruguay —SMU— y naciera con patrimonio negativo). ¡Si ella no nos saca adelante, no nos saca nadie!
—Ya se reunió con Rodríguez. ¿Cómo estuvo ese encuentro?
—Bien, acorde a la situación, cordial. Nos planteó la situación inmediata de la empresa. Nosotros asumimos el 2 y el 5 hay que pagar los sueldos. Nosotros le pedimos a la gerenta general, Raquel Pannone, que va a seguir al menos por un año más, un flujo de caja hasta el 10 de noviembre por lo menos para tener dos meses tranquilos.
—¿Se puede tender puentes con la otra agrupación? Fue una campaña muy dura.
—No queremos salir a la prensa por líos internos, que ha sido la rutina estos años. Queremos salir a decir las cosas buenas que tenemos. Con Rodríguez queremos una relación respetuosa. Si él se quiere sumar al trabajo que planteamos, bienvenido. Y si no, será oposición. No hay otra. Sí estoy totalmente en desacuerdo con la manera en que funcionó el Casmu estos últimos años, desde lo personal hasta lo asistencial.
—Antes de las elecciones usted dijo que quería dar importancia a los cuadros gerenciales y a fortalecer el primer nivel de atención.
—Exacto. No quiero una gestión solamente política. Y ya tenemos compañeros que van a fortalecer el primer nivel de atención junto con los funcionarios. Históricamente, el Casmu fue muy fuerte con los médicos de zona, estableciendo relaciones muy cercanas con los pacientes. Eso se ha perdido y llama la atención que el doctor Raúl Rodríguez, médico de familia, que viene de ese palo, haya cerrado tantos centros médicos y haya achicado el trabajo a ese nivel.
—Habló de Pannone, que fue nombrada por el gobierno hace pocas semanas, como alguien que va a seguir. Con el director técnico, Gustavo Burroso, que también fue designado por el gobierno, ¿va a pasar lo mismo?
—Todavía no hablé con él. Es un funcionario muy honesto, con 20 años en el Casmu, que demostró su valor en un lugar muy sensible como es la farmacia. Seguramente, el adjunto, que es de la actual gestión, sí cambie.
—Apunta a cuadros técnicos en puestos directivos y gerenciales, ¿cuál será su rol?
—Tenemos que corregir al Casmu, enderezarlo desde lo económico-financiero, a través de la gerencia respectiva en conjunto con la intervención. La realidad la tengo ahí. Y nosotros tenemos que evitar que se profundicen los problemas asistenciales. Los interventores —el MSP— se han comprometido a trabajar en conjunto con nosotros. Pannone está totalmente de acuerdo con el nombramiento de Porcelli. Yo no iba a poner a alguien con quien ella no quiera trabajar. Es un realidad que tenemos. Luego Porcelli habló con la ministra. Sé que con esto van a decir que a ella la puso la ministra, pero quien habló con ella y le pidió que viniera fui yo.
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Domingo Beltramelli, presidente electo del Casmu.
Javier Calvelo, adhocFotos
—¿Cuánto es el patrimonio negativo del Casmu hoy?
—Rodríguez siempre dijo que cuando él era tesorero del Casmu, en 2007, eran US$ 100 millones. Empezó a trabajar con prestamistas y se ve que los extrañaba porque como presidente los trajo de nuevo… Es cierto que se ha ido pagando y se ha ido reduciendo, pero eso pasó en todas las administraciones, no solo en la suya. Creo que quedan 42 o 43 (millones), no hay otra vuelta que pagar.
—¿Estudia la posibilidad de pedir un nuevo fideicomiso?
—Eso hay que hablarlo con Porcelli. Hay una deuda de ASSE (Administración de los Servicios de Salud del Estado) con nosotros, que se arrastra del gobierno anterior, que está en US$ 15 millones. La deuda con los prestamistas anda en US$ 13 millones o US$ 14 millones. Si a esta la corregimos, no sé si hace falta solicitar el fideicomiso. Si no, cortamos rápidamente eso y quizá pedimos un fideicomiso convencional, sin garantía del Estado ni nada, uno a través del Banco República, como siempre se ha pedido.
—¿Qué piensa hacer con Medis Group, el servicio VIP?
—Tiene 3.500 socios, está instalado y hay que atenderlo. No hay otra. No será lo primordial de mi asistencia, pero no lo puedo desconocer. Hay un contrato firmado y todos los contratos, buenos o malos, tienen que ser cumplidos. ¡Yo no les puedo decir a los prestamistas que no les debo nada!
—Asume el 2, ¿cuál será su primera medida?
—Hay que hacer ajustes importantes a nivel gerencial. Hay más de 30 cargos entre gerentes y directores de los cuales muchos se superponen. Tiene que haber una disminución significativa. En dinero serán chirolas, pero como señal es importante. Además, si tengo que disminuir el cobro de $ 10 millones en ticket de medicamentos, haciendo eso me ahorro $ 14 millones. Es un paso para salir lo antes posible del gasto de los prestamistas, que es algo primordial. Igual, Raúl (Rodríguez) ya me los ofreció: “Si no tenés para pagar los sueldos, yo te los presento”, me dijo...
—Según dijo, en estos seis años se perdieron 17.000 socios. ¿Cómo los recupera?
—Sin descuidar al público de Medis Group, tenemos que volver a las fuentes de nuestros usuarios: los socios del SMU, los de Adeom (Asociación de Empleados y Obreros Municipales), los de los diferentes sindicatos. El Sunca (Sindicato Único de la Construcción) tiene 50.000 afiliados y solo 4.000 están en Casmu. Me parece que tenemos que salir a buscarlos.