Una oferta integral en salud para los médicos del SEMM y sus familias. Esa fue la idea que 30 años atrás dio origen a Medicina Personalizada (MP), un seguro de asistencia médica privada particular de cobertura total que integra una serie de emprendimientos uruguayos exitosos, tales como SEMM, MP, Cosem, Sanatorio SEMM Mautone, LAC, Medicina Preventiva, Terapfis, Universal Soluciones Tecnológicas, Cardiomovil, Fundación Médica Mauricio Gajer y SEMM Odontología.
Así lo explica Jorge Gerez, director de MP, quien desde el día cero ha estado al frente de la institución y que, tras dejar “cuerpo y alma” en este proyecto, asegura que la empresa atraviesa actualmente un proceso de “transición planificada”, con cerca de 31.000 socios y la aplicación de los más altos estándares en servicios de salud y procedimientos médicos. MP ha logrado posicionarse como una firma pionera y referente en medicina privada, sin perder de vista el espíritu que motivó su creación: considerar el bienestar del paciente como centro de todo.
“Tratamos de atender a nuestros socios como a nuestra propia familia, porque así surgió y es lo que tratamos de transmitir a todos los colaboradores”, afirmó Gerez.
—El nuestro fue un inicio con más de una causa. En aquella época, un par de años antes de 1994, que fue cuando iniciamos nuestras actividades, éramos todos médicos de SEMM que íbamos a domicilio, veíamos a los pacientes, les hacíamos algunas sugerencias y muchas veces los trasladábamos a sus instituciones integrales o mutualistas. Y los socios nos empezaron a preguntar: “¿Por qué ustedes que nos ven acá no siguen la asistencia?”. Por otro lado, dentro del grupo de médicos, algunos compañeros tuvieron situaciones de salud bastante complicadas. Nosotros conocíamos la salud desde la perspectiva técnica, de los médicos, pero no podíamos tomar decisiones desde otras perspectivas. Por lo tanto, tomamos la decisión de hacernos cargo de la asistencia de esos compañeros desde todo punto de vista, técnico, económico y legal, porque pensábamos que iba a dar mejor resultado lo que nosotros aconsejábamos implementar. Y ahí empezó a surgir la pregunta: “¿Por qué no hacemos un emprendimiento médico integral para nosotros y nuestras familias?”, y ahí confluye con lo que planteaban los socios, por lo que se empezó a estudiar. Hicimos estudios de prefactibilidad y de factibilidad, y tuvimos que hacer un largo recorrido. Y en 1994 abrimos las puertas.
—¿A qué aspectos atribuye el crecimiento experimentado por MP, que hoy se posiciona como una firma referente en medicina privada?
—Teníamos que decidir el formato, y decidimos hacer énfasis en lo que ya éramos expertos, que eran situaciones fundamentalmente ambulatorias, como la emergencia y urgencia, si bien proporcionábamos y proporcionamos una asistencia integral. Entonces lo primero que hacemos es el seguro, con las características de su comercialización, más una clínica adherida asociada ubicada en la calle 21 de Setiembre. Y después fuimos creciendo y fuimos consolidando esa asistencia en muchas clínicas. Actualmente contamos con cinco clínicas, tres en Montevideo, una en el contexto de los barrios privados en Canelones y una en Punta del Este. Y empezamos a dotar a las clínicas de determinada potencialidad. Hoy en ellas no solo se ven todas las especialidades médicas y se hacen todas las prestaciones ambulatorias de laboratorio, imagenología, ecografía, radiología, etcétera, sino que también desarrollamos procedimientos, como por ejemplo, dos clínicas con block quirúrgico, Carrasco y Setiembre, donde desarrollamos diversas prestaciones quirúrgicas fundamentalmente ambulatorias y del día. Continuamente estamos actualizando y modernizando, e inclusive tenemos un claro liderazgo en algunas patologías, como la parte urológica. Tenemos técnicas de avanzada que las hace solo MP en el país, como la punción biópsica prostática por fusión de imágenes.
—¿Por qué decidieron crear un departamento de medicina corporativa?
—El tipo de socio ha ido variando y han aparecido muchas empresas, fundamentalmente del sector tecnológico, que para retener a sus talentos les ofrecen otras prestaciones. Y una de las más valoradas es la salud, una salud con agilidad, con una alta accesibilidad y calidad. En ese sentido, se han desarrollado mucho los convenios corporativos e incluso tenemos una gerencia de medicina corporativa dirigida por un médico especialista, para asistir a las empresas que requieren la asistencia de sus funcionarios, así como necesidades propias, como vacunaciones in company, chequeos, nutricionistas, deportólogos o psicólogos, etcétera.
—¿Cómo ha evolucionado la cantidad de socios a lo largo de estos años?
—Al día de hoy estamos en el entorno de los 31.000 socios y no es nuestro interés tener un desarrollo de pacientes que no podamos controlar. Una de las frases que tenemos inclusive en nuestra política de calidad es que tratamos de atender a nuestros socios como a nuestra propia familia, porque así surgió y es lo que tratamos de transmitir a todos los colaboradores. Otro elemento que ha sido central es trabajar en algunos aspectos vinculados no solo a la calidad técnica sino a la calidad de los procesos, y ya desde 1999 y en forma ininterrumpida certificamos por la ISO 9001. Después certificamos todas nuestras clínicas por la ISO 14001, porque, como cualquier organización o empresa, impacta en mayor o menor medida en el medioambiente. Y también impulsamos el desarrollo de una historia clínica electrónica.
—¿Qué beneficios trajo para los socios la historia clínica electrónica?
—Cuando empezamos, se escribía a papel y las historias clínicas se archivaban en carpetas. En el 2000 desarrollamos una historia clínica electrónica que no funcionó de acuerdo a nuestras expectativas, por lo cual hace poco más de 10 años tomamos contacto con el Hospital Italiano de Buenos Aires, que son referentes en la región en materia de informática médica. Ellos estudiaron no solo a MP sino al resto de las empresas del grupo y decidieron acompañarnos en el desarrollo de una historia clínica electrónica, y hoy todos los procesos asistenciales de MP son digitales. También desarrollamos Mi MP, una app en la que el socio realiza todas las acciones relacionadas con la institución y accede a toda su historia en el teléfono. Todas estas tecnologías y procesos nuevos también trajeron nuevos desafíos, como manejar esos procesos de información de una forma correcta. Ahí nos embarcamos en otras dos normas de calidad, la ISO 27001, que es la norma de seguridad de la información, y la norma ISO 27701 de protección de datos personales, en la cual fuimos la primera empresa del Uruguay en certificarse. La institución tiene una serie de elementos concatenados que son procesos médicos, tecnología creciente e información de los socios, y todo eso termina constituyendo un único bloque orientado hacia lo más importante, que es el socio. Nuestro socio es central, a su alrededor se genera todo.
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Adrián Echevarriaga
—¿Considera que eso es lo que ha llevado a MP al lugar de éxito donde está hoy?
—Por ahí es el éxito que hemos tenido. Cuando un socio ingresa no le decimos que no va a tener ningún problema, somos una empresa de servicios con cientos de miles de contactos con el socio por año, con lo cual a veces puede haber algún aspecto que no sea adecuado. Pero cuando eso sucede, rápidamente buscamos subsanarlo y aprender. Tan es así que la empresa tiene cinco directores y cada uno está disponible 24 horas, un día por semana y nos rotamos los fines de semana, para resolver diversas situaciones y tomar decisiones. Quizás por una derivación de las guardias médicas.
—Usted es médico especializado en medicina intensiva. ¿Qué de su trabajo como médico en una emergencia móvil mantiene hoy como director de una compañía de salud?
—Ha sido toda una transición. Empezamos como médicos de emergencia, desarrollamos la especialidad de medicina intensiva —personalmente, fui el director de un Departamento de Medicina Intensiva— y nos fuimos formando en otros aspectos, no solo médicos asistenciales, sino organizativos y muchas otras disciplinas que se requieren para el manejo de una empresa. También la biología existe. Cuando empezamos esto hace 30 años, éramos mucho más jóvenes y hoy estamos en una situación empresarial de transición planificada. Tenemos algunos directores más jóvenes, hemos empezado la transición natural obligatoria que tienen las empresas para seguir vivas.
—¿Qué significa para usted haber cumplido tantos años al frente de MP?
—Tengo compañeros que se han ido jubilando y nos preguntan por qué seguimos. Y seguimos porque nos encanta, porque contribuimos junto con muchos otros a desarrollar esto y es algo a lo cual uno le ha tomado ese cariño que es difícil dejar de lado. Pero la biología va cambiando los límites y esta empresa está destinada a permanecer en el tiempo.
—¿Qué aspectos definen la identidad que MP ha logrado construir en estos 30 años de historia?
—Nos dedicamos con cuerpo y alma a lo que hacemos, a poner al socio en su centralidad y resolver los problemas. Porque, en definitiva, la medicina es un servicio en el cual la persona que concurre tiene un problema específico, su propio organismo tiene alguna dificultad de funcionamiento y requiere diagnóstico y tratamiento. Pero lo requiere en un entorno no solo técnico. La medicina tiene componentes de ciencias exactas, de arte y de humanismo, que es el más importante, y a eso nos dedicamos y es lo que tratamos de transmitir a todos los colaboradores.
—¿Cómo se visualiza a usted y a la empresa en los próximos años?
—Dentro de muy poco voy a estar con mis nietos y la empresa va a seguir pujante o más pujante. Pensamos que las empresas requieren impulsos, ideas y procesos nuevos y estamos seguros de que esta empresa va a proseguir con mucha fuerza, con mucho más desarrollo del que tenemos hoy, como lo hemos hecho desde el día cero. Aquí nos vamos a seguir atendiendo, porque todos los médicos de MP y todos los colaboradores de MP también nos atendemos en MP. Y eso ha sido un elemento muy importante, porque usamos la mismas estructuras y los mismos médicos que todos nuestros socios.