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El mensaje de Lacalle Pou a los suyos sobre Cardama: “El error no forzado” de Orsi y la advertencia de una agenda “destructiva” del gobierno
Los dirigentes blancos celebraron que el expresidente "lidere" el contraataque a las "operaciones políticas" contra su gobierno desde la Torre Ejecutiva
Luis Lacalle Pou tras la reunión del directorio del Partido Nacional para tratar el caso Cardama, en la Casa del Partido Nacional en Montevideo.
Desde hace meses sobrevuela en buena parte de la dirigencia del Partido Nacional la idea de que el actual gobierno tiene preparada una serie de ofensivas mediáticas para pegarles políticamente; intuyen que, detrás la designación de Jorge Díaz como prosecretario de Presidencia, hay una estrategia de buscar vicios administrativos para desarmar proyectos encaminados en el periodo anterior. Pero, cuando en la tarde del miércoles 22 se anunció una conferencia de prensa en la Torre Ejecutiva liderada por el presidente de la República, Yamandú Orsi, y sus dos secretarios, ninguno de los blancos pensó en el contrato con el astillero español Cardama. Los tomó por sorpresa.
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Y entonces, tras asimilar un golpe no esperado, fueron apareciendo lentamente las reacciones. Fueron más rápidas las subterráneas que las públicas. En los grupos de WhatsApp de distintos sectores nacionalistas se habló de un capítulo más de la “cacería” que tiene “encargada” hacer el prosecretario Díaz. Una fuente blanca comentó a Búsqueda que hay una corriente de pensamiento dentro del Partido Nacional convencida de que se está craneando desde el piso 11 de la Torre Ejecutiva un “lawfare a la uruguaya”, una serie de “operaciones políticas” que se terminan judicializando, con el objetivo de disminuir rivales de cara a la futura competencia electoral o directamente desviar el foco de atención de asuntos incómodos para el oficialismo. “No termina pasando nada en la Justicia, pero el enchastre queda”, resumió la fuente.
Después de la conferencia del miércoles, el senador y exministro de Defensa, Javier García, pasó al centro de las miradas. Y tras unas horas de silencio, se expresó a través de una publicación en la red social X. De alguna manera fue el primero en exteriorizar ese sentimiento que se expresaba por lo bajo entre los blancos tras esa salida pública del mandatario en el prime time de los informativos: fue una “maniobra política de la peor especie” a la que Orsi se había “prestado”, escribió García. “La política menor lamentablemente le ganó al presidente”, agregó. Un concepto que sería replicado en los días posteriores por otros actores de la oposición y por el propio expresidente Luis Lacalle Pou, que primero se movió bajo cuerda, discreto, y horas después decidió quebrar un mutismo autoimpuesto y bajar al terreno político para ofrecer, obligado, una más de sus dosificadas apariciones públicas.
Embed - Declaraciones de Lacalle Pou
La ansiedad por el contraataque y la celebración al líder
Al tiempo que los blancos masticaban y digerían la embestida del miércoles, crecía la ansiedad de una respuesta rápida. Lacalle Pou lo hizo primero, pero sin que fuera un hecho público.
Telefoneó al presidente y le hizo saber su malestar por las formas en que se había presentado el caso ante la opinión pública. El expresidente comentó a dirigentes cercanos que este tema había que “seguirlo hasta el final” y les trasladó que a Orsi “lo habían hecho cometer un error no forzado”, una línea que días después expresaría públicamente y que empezaba a ser repetida como un mantra por el resto de los blancos: Orsi se había dejado llevar por una estrategia política pergeñada por Díaz y el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez. Y que el anuncio de la rescisión del contrato con Cardama tendría consecuencias: efectos no deseados y costosos para el Estado uruguayo.
Con estas cartas sobre la mesa y con la convicción de que había elementos para poder devolver el golpe, además de la ansiedad, fue subiendo el malestar por la ausencia de una respuesta institucional. Hubo dirigentes que querían hacer una conferencia de prensa el jueves siguiente al anuncio de Orsi; no querían esperar al lunes ni les bastaban ni conformaban las salidas de García en redes y una puntual en Radio Carve. Y además, por lo bajo y entre propios integrantes del sector del exministro de Defensa, reprocharon que se hubiera ido en viaje personal a Chile todo el fin de semana sin dejar instrucciones para una defensa articulada.
Por eso mismo, los blancos respiraron aliviados cuando en la mañana del lunes 27 vieron llegar al directorio a Lacalle Pou sin aviso previo. El expresidente escuchó, a un costado, el informe los exministros García y Armando Castaingdebat. Y después se sentó a la mesa de los miembros del directorio para informar sobre la trama de las patrullas oceánicas y el astillero español y ofrecer su parecer sobre la jugada del gobierno. Según dijeron fuentes blancas a Búsqueda, a grandes rasgos les señaló a los suyos lo que luego expresaría ante los micrófonos. Opinó que Orsi había sido “arrastrado a una operación política”.
“Luis bajó a liderar y a ordenar la cancha”, dijo uno de los miembros del directorio. Y agregó que la intención del expresidente fue “situar en el mapa político a Cardama como un episodio que no es aislado”. Y que entonces les insistió en que al actual gobierno le “ha costado construir una agenda propia” y “está dedicado en gran parte a hablar del pasado y tratar de destruir cosas” que se hicieron durante la pasada administración. “Y, obviamente, indirectamente llevarse puestos a él y a sus ministros”, resumió la fuente.