No sería arriesgado apostar que la palabra que más se repite entre los discursos de los ganadores de los premios Oscar es gracias. Suena obvio, pero no solo en la edición del domingo 2 de marzo de 2025, sino cada año, cada una de las personas que sube al escenario a recibir una estatuilla da las gracias. Los actores al director, el director a los actores, los integrantes de un elenco se agradecen entre ellos. Muchos reconocen los méritos de los nominados en su misma categoría. Agradecen a su pareja los que la tienen, a su familia, a algún referente.
Pero, además de los agradecimientos, en muchos discursos de ganadores del Oscar siempre se cuelan temas coyunturales. Asuntos que tienen que ver con la política o con la lucha por los derechos de alguna minoría. Ejemplo de esto fue el lema Black lives matter (las vidas de los negros importan), que marcó la ceremonia de entrega de los Oscar en 2021. Actores y cineastas de raza negra, y también otros que decidieron solidarizarse con la causa, expresaron su profundo rechazo a la muerte de George Floyd, un afroamericano asesinado en mayo de 2020 por un oficial de Policía blanco en Minneapolis, Minnesota, durante un arresto. Se lo acusaba de haber usado un billete falso de 20 dólares en una tienda.
El 2 de marzo pasado, en la 97ª edición de la entrega de los Oscar, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos solicitó a todos no referirse en forma directa a la política ni a Donald Trump, quien ejerce su segunda presidencia desde hace menos de dos meses. Tanto el anfitrión de la ceremonia, Conan O’Brien, como los ganadores de estatuillas, respetaron la premisa. Sin embargo, una vez más hubo temas de coyuntura, no necesariamente políticos, que circundaron los discursos.
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Sean Baker, ganador del Oscar a Mejor director por Anora
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Grandes batallas
La causa o lema global de esta edición fue la solidaridad ante quienes perdieron sus hogares, parte de ellos o sufrieron destrozos a causa de los incendios forestales que azotaron a la ciudad de Los Ángeles durante todo enero y principios de febrero. Un homenaje a los damnificados dio comienzo a la ceremonia y, a partir de allí, el resto de las luchas fueron individuales.
La gran ganadora de la noche fue la película Anora, que logró cinco galardones: Mejor director, Mejor guion original y Mejor edición para Sean Baker; Mejor actriz en un rol protagónico (para Mikey Madison), y el premio mayor, Mejor película.
Al subir al escenario para recibir su primer premio, Baker dijo que el amor a las películas surge en las salas de cine. Ver un filme allí es una experiencia que incluye llantos, risas, sustos y silencios colectivos; algo que se vuelve muy individual en una televisión. “En una época en la que el mundo puede sentirse muy dividido, esto es más importante que nunca”, resaltó. El director de Anora advirtió que la experiencia de ir al cine se ve amenazada en la actualidad. Las salas, sobre todo las independientes, aún sufren los coletazos de la pandemia del Covid-19, que implicó el cierre de casi 1.000 salas de Estados Unidos, dijo Baker.
“Si no revertimos esta tendencia, estaremos perdiendo una parte vital de nuestra cultura. Este es mi grito de batalla. Cineastas, sigan haciendo películas para la pantalla grande. Yo sé que lo haré. Distribuidores, céntrese ante todo en el estreno de sus películas en cines (…). Padres, presenten a sus hijos las películas en las salas de cine y estarán moldeando a la próxima generación de amantes del cine y cineastas. Y para todos nosotros, cuando podamos, veamos películas en el cine y mantengamos viva y saludable la gran tradición de la experiencia de ir al cine”, añadió.
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Mikey Madison, ganadora del Oscar a Mejor actriz por Anora
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Anora, que ya está en salas de cine uruguayas, tiene como uno de los temas centrales el del trabajo sexual. Cuando Mikey Madison, actriz protagonista, tomó su estatuilla dorada la noche del 2 de marzo, aprovechó a “reconocer” y “honrar” a la comunidad de trabajadoras sexuales. Dijo que siempre las apoyará y será su “aliada”.
El premio a Mejor actor en un rol protagónico lo ganó Adrien Brody, por su papel en El brutalista, dirigida y producida por Brady Corbet. Su lista de agradecimientos fue larga y le tocó sufrir la amenaza de la tradicional música que le indica al premiado que su discurso debe concluir de inmediato. Él pidió por favor que apagaran esa música para poder agregarle esa cuota de coyuntura y hacer referencia al trasfondo histórico del filme: la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto y la inmigración.
“Estoy aquí una vez más para representar los traumas persistentes, las repercusiones de la guerra y la opresión sistemática. Y del antisemitismo, del racismo y de otros. Rezo por un mundo más saludable, más feliz y más inclusivo, y creo que si el pasado puede enseñarnos algo, es un recordatorio de que no debemos dejar que el odio quede sin control (…). Luchemos por lo que es correcto. Sigan sonriendo, sigan amándose unos a otros. Y reconstruyamos juntos. Gracias”, finalizó Brody.
El director de cine palestino Hamdan Ballal, la directora israelí Rachel Szor, el periodista israelí Yuval Abraham y el activista palestino Basel Adra subieron juntos al escenario para recibir el premio a Mejor largometraje documental por No other land. El documental cuenta la historia de Adra, quien lucha desde su infancia contra la expulsión masiva de su comunidad por las autoridades israelíes.
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Hamdan Ballal, Rachel Szor y Yuval Abraham recibieron el premio a Mejor largometraje documental por No other land
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“Hace dos meses me convertí en padre, y mi deseo para mi hija es que no tenga que vivir la misma vida que yo vivo ahora, siempre con miedo, siempre temiendo la violencia de los colonos, la demolición de los hogares y los desplazamientos forzosos que mi comunidad, Masafer Yatta, vive y enfrenta cada día bajo la ocupación israelí. No other land refleja la dura realidad que hemos estado soportando durante décadas y aún resistimos, mientras hacemos un llamado al mundo a tomar medidas serias para detener la injusticia y detener la limpieza étnica del pueblo palestino”, expresó Adra.
En la misma línea, Abraham dijo que palestinos e israelíes decidieron hacer esta película juntos porque así sus “voces son más fuertes”. “Vivimos en un régimen en el que soy libre según la ley civil, y Basel (Adra) está bajo leyes militares que destruyen su vida y que él no puede controlar. Hay un camino diferente, una solución política, sin supremacía étnica, con derechos nacionales para nuestros dos pueblos. Y tengo que decir que, mientras estoy aquí, la política exterior de este país está ayudando a bloquear este camino”, agregó.
Primeras veces
Si bien Zoe Saldaña no está ni cerca de ser nueva en el universo del cine y de Hollywood, y acumula premios importantes en su haber, sí obtuvo su primer Oscar en la ceremonia de este año, a Mejor actriz de reparto. Se lo dio su interpretación de la abogada Rita Mora Castro en la película Emilia Pérez, dirigida por el francés Jacques Audiard, y de habla hispana. Saldaña dedicó el reconocimiento a su abuela, que llegó a Estados Unidos en 1961, y subrayó que ella es hija de padres inmigrantes.
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Zoe Saldaña recibió el Oscar a Mejor actriz de reparto por su actuación en Emilia Pérez
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“Con sueños, dignidad y manos trabajadoras, soy la primera estadounidense de origen dominicano en aceptar un Premio de la Academia, y sé que no seré la última. Espero. Por el hecho de que voy a recibir un premio por un papel en el que pude cantar y hablar en español, mi abuela, si estuviera aquí, estaría encantada”, dijo la actriz.
Por la misma película también estuvo nominada a Mejor actriz en un rol protagónico Karla Sofía Gascón. De nacionalidad española, Gascón fue centro de polémicas por varios tuits publicados años atrás, pero que salieron a la luz en esta campaña de premios y que expresaban críticas hacia los propios Oscar, y opiniones islamofóbicas y discriminatorias en varios sentidos.
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Walter Salles, director de la película brasileña Aún estoy aquí, recibió el Oscar a Mejor película internacional
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Sobre el final, llegó un premio que para Brasil se vivió casi como el triunfo en un Mundial de fútbol. El filme Aún estoy aquí, dirigido por el brasileño Walter Salles, obtuvo el Oscar a Mejor película internacional. Salles subió al escenario a recibir el primer premio de la Academia de la historia de su país y lo dedicó a la abogada brasileña y activista del movimiento contra la dictadura militar en Brasil Eunice Paiva, fallecida en 2018. En ella se inspira Aún estoy aquí, protagonizada por Fernanda Torres, nominada a Mejor actriz por interpretar a Paiva.
Para quien tiene la posibilidad de dar un discurso ante las figuras más importantes de Hollywood del momento, y de ser visto y escuchado por decenas de millones de personas alrededor del mundo, agradecer y alzar su bandera es lo mínimo esperable. Los ganadores de Oscar reincidentes ya lo saben y cumplen. Los protagonistas de primeras veces ¿supieron cumplir?