Decenas de focos iluminan las grandes paredes de roca, las pisadas en piedras mojadas se escuchan cada vez más fuerte. A algunos metros se comienza a ver una gran mancha naranja, segundos después se ve con más claridad a un ejército de personas con un mismo atuendo. De mameluco naranja con reflector, lentes, guantes, audífonos y casco con lámpara, decenas de mineros salen a la superficie de la única mina subterránea mecanizada del Uruguay.
“Se empezó a producir en estos días pero ya se sacó material porque mientras construís el desarrollo para explotar el mineral ya tenés algo de mineral en la roca que se produce”, agregó.
La obra es una de las cuatro minas que están en explotación junto a una mina a cielo abierto en Florida y otras dos en Minas de Corrales. La mina subterránea emplea a 180 de los 610 trabajadores que tiene la empresa —con sede en Chile—, entre los que hay más de 500 uruguayos, decenas de chilenos, colombianos, venezolanos, peruanos y guatemaltecos.
Salazar destacó que en 2010, cuando se tomó la decisión de hacer esta “fuerte apuesta de riesgo”, la vida útil del proyecto en Uruguay era de dos años pero con la explotación en la mina subterránea “se estiró entre tres y cuatro años más”.
El precio.
“Si el precio del oro no hubiera alcanzado el nivel que tiene, la subterránea no la hubiéramos hecho”, sostuvo el gerente general de Orosur, Juan Lacerda.
Esta semana la onza de oro fue valuada en U$S 1.585,5 pero en los últimos años el precio aumentó drásticamente, pasando de valer menos de U$S 800 en 2008 a ubicarse cerca de los U$S 1.800 en 2012.
Esto permitió que, pese al descenso en la producción de onzas, Orosur registre mayores ingresos. En 2006 produjo más de 100.000 onzas que vendió a poco menos de U$S 50 millones. En 2007 y 2009 los ingresos por ventas fueron cercanos a los U$S 62 millones, sin embargo en 2007 se registraron 96.420 onzas mientras que en 2009 fueron 70.147, según datos aportados por la empresa.
Desde 2010 en adelante Orosur mantuvo una producción de 55.000 onzas pero registró ventas por U$S 60 millones en 2010, U$S 78 millones en 2011 y U$S 95 millones en 2012.
A partir de la producción de la mina subterránea “se prevé llegar a las 65.000 onzas” para el cierre del próximo balance —unos U$S 15 millones más en ventas que los últimos años—, debido a que en la roca extraída hay más oro que en la que se saca de las demás minas.
“En la subterránea la ley de mineral —cantidad de oro— está en torno a los 3 gramos por tonelada, mientras que arriba estaba en 2 gramos por tonelada”, afirmó Lacerda.
“Es grande, ¿cierto?”.
Dos kilómetros de “rampa” llevan desde la luz solar hasta el nivel más bajo de la mina subterránea. Mientras descienden, los mineros observan los avances de las obras y dialogan sobre las mallas de seguridad que falta colocar o los ajustes para la próxima voladura. El zumbido lejano se transforma en ruido y se hace cada vez más fuerte. Los mineros quedan en silencio y se dirigen a uno de los “refugios” —espacios libres— que existen a un costado cada 50 metros. El ruido ensordecedor hace valer los auriculares que llevan puestos. Dos grandes focos abren el camino y, tras una bocina, se ve pasar uno de los tantos camiones, con sus ruedas de 1,5 metros, llevando entre 30 y 50 toneladas de roca.
“Es grande, ¿cierto?”, dijo el nuevo gerente de mina, el ingeniero chileno Carlos Amaya. Los enormes camiones realizan decenas de viajes llevando a la planta entre 600 y 1.000 toneladas de roca por día, exclusivamente de la mina subterránea.
“Los mineros trabajan en dos turnos de 12 horas por día, en los que se hacen entre una y dos voladuras por turno. El mecanismo es hacer varios agujeros con una perforadora, los llenás de explosivos, sacás a toda la gente y se vuela el frente. El turno siguiente comienza sacando el material que se voló y empieza el ciclo nuevamente”, explicó Lacerda.
“En un día de producción se llevan a la planta en total unas 4.000 toneladas de material, de las que se sacan unas 180 onzas, equivalente a una barra de doré —oro y parte de plata—”, agregó Lacerda.
Mientras continúan bajando por los dos kilómetros de rampa, los trabajadores se van separando en grupos por las decenas de vías de acceso que hay a los costados, por las que se accede a la roca donde se encuentra el yacimiento de oro.
Al llegar al nivel 70, el gerente de mina se detiene frente a un gran contenedor blanco. “Así quedaron los otros dos”, le comenta al gerente general, mostrándole uno de los tres refugios que existen.
“En caso de accidente pueden permanecer hasta 12 personas con comunicación permanente con el exterior, oxígeno, abrigo y provisiones para cinco días”, relató Amaya.
Accidente.
A la entrada de la planta de producción existe la tradición de cambiar cada día un letrero con el número de jornadas que pasaron sin accidentes, pero semanas atrás eso no ocurrió. Se colocó el cartel con el cero, ya que en la mina subterránea hubo un “desprendimiento de roca de tres o cuatro metros”.
Lacerda informó que no hubo lesionados, pero por el riesgo al que quedaron expuestos los trabajadores, el anterior gerente de mina fue despedido.
“Si no tomás todas las medidas de seguridad hay riesgos. Anteriormente el equipo de ingenieros dio ciertas indicaciones que el gerente de mina no siguió. Nada es casualidad, ya veníamos pensando en cambiarlo”, recordó.
“Otra subterránea”.
“Tenemos ganas de hacer otra mina subterránea”, aseguró Lacerda al explicar cómo funciona Orosur y cómo se prolongó un proyecto que “hubiese terminado varios años atrás”.
Mientras explotan entre cuatro y cinco minas de forma simultánea, los geólogos de Orosur realizan trabajos de prospección y exploración en todo el país buscando nuevas vetas para explotar y extender su proyecto en Uruguay.
“Tenemos un costo de U$S 1.100 la onza, que está a U$S 1.500, a lo que hay que agregarle el costo de inversión, lo que hace que a veces tengamos ganancias marginales”, dijo el gerente general.
Según indicó Lacerda, la empresa está haciendo exploración en Treinta y Tres, que “está arrancando”, y en San José, en la zona de Mahoma, que “está avanzada la exploración y podría transformarse en una mina”.
“Ahí estamos pensando en hacer una mina subterránea”, indicó, porque “Mahoma tiene una buena ley, con valores de hasta 10 gramos” pero “está lejos de la planta y la veta es fina”.
Desarrollo
2013-04-11T00:00:00
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