“El cuerpo es la cáscara, adentro está la chispa, el tesón, la terquedad”
Tras cinco años con Deborah Colker y el Cirque du Soleil, Rosina Gil volvió al Ballet Nacional del Sodre como primera bailarina, y debutará como Blanche Dubois en Un tranvía llamado deseo
“Este año viene más rápido que el año pasado”, dice Rosina Gil Banchero, la bailarina uruguaya que tras vivir varios años a ritmo de vértigo en la élite mundial de las artes escénicas, pandemia mediante, en 2020 vio cómo su reloj se detenía y el tiempo transcurría más lento que nunca: el Cirque du Soleil, donde estaba enrolada, paralizó su actividad —por razones de pública notoriedad— y debió atravesar varios meses de total incertidumbre sobre su futuro artístico, hasta que sobre fin de año recibió una llamada que le devolvió la sonrisa. María Noel Riccetto, ya designada para dirigir el Ballet Nacional del Sodre, la convocó para el rol de primera bailarina desde este año, y no dudó en dar el sí.
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