• Cotizaciones
    jueves 08 de mayo de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    “Los papeles de Admunsen”, la inédita ópera prima de Vázquez Montalbán

    Fue un muchacho estudioso y con talento que nació en una familia republicana y proletaria en el barrio barcelonés del Raval, el mismo año en que finalizó la guerra civil. Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003) se convirtió —entre otras cosas— en poeta, novelista, ensayista y periodista, varias veces premiado. Con Los mares del Sur, obtuvo el Premio Planeta en 1979 y el Premio de la Literatura Policíaca en Francia en 1981) y llegó a un público masivo a hombros del personaje Pepe Carvalho, un detective catalán de origen gallego, como su autor. Amante de la cocina en una época en la que no tenía tantos adeptos, Pepe Carvalho fue inspirador para el italiano Andrea Camilleri, quien lo homenajeó al bautizar Montalbano a su entrañable comisario siciliano, también devoto de la gastronomía.

    Otros premios que obtuvo fue con su novela política Galíndez, que cuenta vida y muerte en el exilio de un dirigente vasco a mediados del siglo pasado. Con ella ganó el Premio Nacional de Narrativa de España en 1991 y el Premio Europeo de Literatura en 1992.

    Casi veinte años después de la muerte del escritor, ocurrida por un infarto en una escala en el aeropuerto de Bangkok, investigadores de la Biblioteca de Cataluña desenterraron Los papeles de Admunsen, una inédita opera prima. Su publicación en cuidada edición de tapas duras, presentada por la editorial barcelonesa Navona en octubre de 2023, contiene, además de la novela, una documentada introducción del editor, el catedrático gallego José Colmeiro. Allí cuenta el extraño camino recorrido —o no recorrido— por la obra desde que fue presentada a un concurso de la editorial Seix Barral, y analiza el contexto de la novela y del propio autor, además de presentar un valioso estudio en el que incorpora 112 notas, útiles para situar a un lector del siglo XXI.

    Un nórdico barcelonés

    Estamos en la década de 1960. Admunsen, el personaje central de la novela, es un escritor y periodista camino a la treintena que reside en un apartamento con su esposa Ilsa. Ella no sale de su casa debido a que está enferma y él se siente frustrado porque, en contra de su deseo, debe dedicarse a la creación publicitaria.

    La narración se desarrolla en un lugar llamado Leyden que evoca vagamente a Holanda. Sin embargo, no hace falta ser un lince para encontrar referencias a España y a la Barcelona desarrollista, “una sociedad de consumo en ebullición” que aspira a vacaciones y a “un cochecito” (el famoso Seat 600) pero que vive aún bajo la añeja fusta del generalísimo Franco, algo que entonces no ocurría en Holanda ni en ningún lugar de Europa, salvo España y Portugal.

    La novela, escrita para eludir la censura pero a la vez llena de referencias ideológicas como al pensamiento de Lenin o al temido italiano Antonio Gramsci, transcurre en varios ambientes: el departamento en el que Admunsen convive con su esposa, el mundo laboral, donde el protagonista se relaciona con su empleador del momento, un empresario de la publicidad llamado Laarsen, y con otros colaboradores, sobre todo mujeres. Además se enfrenta al más abigarrado de los textos: unos papeles aún sin editar, cuya lectura corre en paralelo a la trama, y que en la novela aparecen con otra tipografía.

    Aunque tiene un nombre nórdico y un pasado de aventuras a través de medio mundo, Admunsen transita en el presente del texto una vida que se parece mucho a la del autor. Es que Vázquez Montalbán y su esposa Anna Sallés, igual que los protagonistas, estaban en cierta forma en libertad provisional luego de haber sido presos políticos del franquismo. En ese momento, el autor se ganaba la vida con la escritura de artículos anónimos para enciclopedias y revistas para el hogar, es decir, se dedicaba a la “literatura alimentaria”, a falta de trabajo en su profesión.

    El escritor estuvo dos años detenido en la cárcel de Lérida por haber participado en una manifestación de solidaridad con una gran huelga de los mineros asturianos. Luego de ser liberado, tuvo dificultades para ejercer el periodismo. En 1969, sin embargo, logró publicar una serie de reportajes en la revista Triunfo bajo el título Crónica sentimental de España, aunque recién después de la muerte de Franco destacó en medios como Cambio 16, Interviú y El País.

    En la novela encontrada en los archivos y ahora disponible para el público, aunque las referencias a España son pocas y vagas, el lector podrá reconocer no solo barrios barceloneses, como El Raval, el icónico y cercano Rompeolas y la Feria de Muestras cercana al Montjuic, sino un ambiente psicológico que aparecerá en el resto de la obra del autor. Al respecto, Colmeiro explica que en esta obra los límites entre la realidad y la ficción, la memoria y la imaginación “son porosos” y “los espejos están trucados”, porque si bien “no hay una correspondencia exacta entre los protagonistas de la novela y la propia biografía del autor, sí se evidencian múltiples y obvios paralelismos” que uno va descubriendo con o sin la ayuda de la introducción.

    Militante intermitente, durante el tiempo que se desarrolla la novela, el autor estaba fuera del Partido Comunista, al que volverá y abandonará varias veces. En el texto, de manera bastante sutil, se reflejan el efecto traumático de la cárcel, el pesimismo y las dudas acerca de la dirección partidaria y del sentido de la lucha clandestina.

    Admunsen, como luego Pepe Carvalho, Ventura y otros personajes, es un alter ego del novelista con sus definiciones políticas, pero también sus miedos, inseguridades y dudas que están impregnadas por un “radical escepticismo” y una “sensación de impotencia del intelectual frente al poder”, como explica Colmeiro.

    Escritura subnormal

    El autor, que igual que Joan Manuel Serrat y Javier Cercas fue un catalán con fuerte sangre de fuera de Cataluña, publicó en 1970 el Manifiesto subnormal, tomando al marxismo y al surrealismo como base pero en clave de parodia. Antes había debutado con los relatos cortos titulados Recordando a Dardé. Sin embargo, según su editor, este lente deformado para leer la realidad ya se encontraba en Los papeles de Admunsen. Era la forma que encontró el autor de escribir sobre las condiciones que se vivían entonces mezclando datos de realidad con los “subnormales”. Estos últimos, si bien están cada tanto en toda la novela, son más fáciles de ver en los textos intercalados del escritor ficticio Admunsen, que toma como base a los amantes Erec y Enide, personajes del siglo XII del ciclo literario del rey Arturo, que son tratados en clave del siglo XX y cuyas vidas transcurren en Leyden, una ciudad en la que no se sienten realizados.

    Cuarenta años después de estos papeles inéditos, el autor tituló su última novela Erec y Enide (2002), otra relectura del primer roman artúrico de Chretien de Troyes, publicado alrededor del año 1176, en la que un matrimonio no es feliz, porque el personaje de la corte del rey Arturo ha abandonado la caballería. De la misma forma, Admunsen ha abandonado el periodismo.

    No solo en estas sino en casi todas las obras de Vázquez Montalbán abundan al mismo tiempo las referencias a la cultura clásica y a la popular. Durante la dictadura se refugiaba en la literatura y en la filosofía para contener su frustración, su incomunicación, su alienación. Y quizás luego también.