—Ya hay una política de Estado porque en los últimos tres gobiernos se han mantenido las definiciones político institucionales. Ahora los partidos de la oposición dicen que si llegan al gobierno van a seguir adelante con la misma política o algo así. Bueno, bienvenida esa definición, porque hasta el momento no la tuvieron.
—El martes los candidatos ratificaron su compromiso en la búsqueda de detenidos desparecidos y se alegraron de los avances en el Batallón Nº13.
—Si bien hoy se están manifestando sensibilidades en ese sentido, si cualquiera de los dos principales partidos de la oposición hubiera accedido al poder en el gobierno pasado, hoy no estábamos encontrando restos, no habrían excavaciones.
—¿No les cree a los candidatos?
—No, no les creo. Su actuación en el Poder Legislativo a la hora de votar normativa y tener posicionamientos políticos en la materia, sus programas de gobierno, sus discursos, todo indica otra cosa. Me alegraré muchísimo si acompañan ahora el proyecto de ley que fue al Parlamento, en donde le encomienda a la Institución Nacional de Derechos Humanos la misión de continuar, profesionalmente, con más énfasis aún la búsqueda de las personas detenidas desaparecidas. Veinte años de gobiernos blancos y colorados y quince años de gobiernos del Frente Amplio en esta materia tienen una diferencia brutal. Acá hay un parteagua importantísimo. Bienvenida la sensibilidad de los otros, ojalá se concrete en acompañar el proyecto en el Parlamento.
—Falta medio año para que el gobierno finalice su período. Si tuviera que destacar logros de la administración, ¿cuáles serían?
—En estos cinco años me parece que hay varios hitos bien importantes, y es que a pesar de las dificultades a nivel nacional, regional e internacional, el gobierno del Frente Amplio logró mantener la senda del crecimiento. Eso nos diferencia claramente de los cuatro primeros períodos de gobierno posdictadura en que el Partido Nacional y el Partido Colorado gobernaron en coalición. Tuvimos crecimiento: en algunos momentos buenos, en otros con dificultades como ahora, pero sobre todo redistribuyendo la riqueza mejor que cualquier otro país de América Latina y el Caribe.
—La oposición argumenta que los gobiernos del Frente Amplio tuvieron en su mayoría una coyuntura internacional favorable.
—Vientos de cola tuvieron todos los períodos y dificultades tuvieron todos los períodos. Cuando en 1999 devaluó Brasil, en el 2000 Argentina empieza con dificultades y el economista Talvi, que era presentado como un economista promesa, decía que la economía uruguaya era muy sólida, y sin embargo en el 2002 se cayó el Uruguay. Cuando se cayó el Uruguay el Frente Amplio, con Tabaré Vázquez a la cabeza, le acercó una serie de propuestas al presidente Batlle para hacer frente a la situación de crisis que básicamente tenía que ver con mover al mercado interno, la inversión pública, la protección social. Obviamente no se implementaron esas medidas y todos conocemos los resultados.
—Parecía haber cierto consenso político en que la salida a la crisis había sido buena. ¿Cree que las medidas tomadas durante el gobierno de Batlle no lo fueron?
—Por las políticas públicas aplicadas en aquel entonces fue que llegamos a la crisis; si no, no hubiera impactado la crisis como impactó. Después, cuando el país se cae y quiebra, obviamente lo que queda es para arriba. El Frente Amplio le aseguró la institucionalidad al presidente Batlle para terminar el período y pusimos cosas sobre la mesa para colaborar en esa salida, que no sé si es tan elogiable porque dejó al país estancado y generó índices de pobreza históricos. En base a la experiencia que después tuvimos en el gobierno, creemos que se pudieron haber hecho las cosas de diferente manera y evitar un impacto tan grave en la población, del que al día de hoy estamos recogiendo pedazos.
—¿Cree que el Frente Amplio hubiera superado de mejor manera la crisis de 2002?
—En el 2008 tuvimos la crisis financiera global, se cayó el mundo por el famoso colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Eso fue gravísimo, a veces perdemos de vista lo que fue aquel entonces. ¿Y qué hizo el Frente Amplio? Aplicó la receta que había propuesto antes: seguir con la inversión pública y evitar el impacto en los sectores más vulnerables, y el resultado está a la vista. Y ahí no había viento de cola. El gobierno del Frente Amplio en momento de crisis propone otra cosa. Porque la crisis de 2008 fue brutal en todo el mundo, ahora está la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la situación de Argentina, la situación de Brasil... Si hiciéramos una proyección de políticas del Partido Colorado y el Partido Nacional ante estas situaciones, hoy estábamos ruedas para arriba. En estos cinco años el gobierno no solo no siguió la receta que nos propusieron todo el tiempo los que hoy son candidatos a la presidencia de la República, sino todo lo contrario.
—¿Puede el país ponerse ruedas para arriba con un gobierno de la oposición?
—A mí me tiene preocupado que la oposición viene hablando de ajuste fiscal y viene hablando de atraso cambiario y de todas esas cosas que ya las conocemos. Me preocupa porque ya las escuchamos a esas expresiones en el pasado. Lo que están anunciando es que si ganan, inmediatamente van a proceder a un ajuste fiscal y también, quisiera creer que no, a una devaluación, y todos estamos viendo lo que pasa en los países vecinos. En los veinte años de gobiernos blancos y colorados cada asunción del gobierno implicaba un ajuste fiscal y todos conocemos los procesos de devaluación de la moneda.
—Usted advierte de un hipotético ajuste fiscal, ¿pero este gobierno no implementó algo parecido?
—Fue una consolidación fiscal, bien diferente a los ajustes que se hicieron en los gobiernos de los partidos de la oposición. Evidentemente tuvo su peso y su carga pero de una manera muy diferente a la que se hizo en el pasado. Vayamos a la evidencia: los trabajadores no perdieron poder adquisitivo, siguió creciendo su salario real, quizás no en los guarismos que queríamos, pero no hubo un retroceso.
—Las calificadoras de riesgo y economistas de distintos partidos políticos advierten sobre una realidad fiscal que necesariamente deberá atenderse en el próximo período.
—El Frente Amplio también dice que hay que trabajar el déficit fiscal. El gobierno no ha dejado de trabajar en este tema y hay expectativas positivas para los próximos meses, ni siquiera para los próximos años, en virtud de todas las medidas que se vienen tomando, como el auxilio a determinados sectores productivos.
—Algunas de esas medidas, ¿no coinciden con la mayor eficiencia del gasto que propone la oposición?
—¿Pero por dónde pasa la mayor eficiencia del gasto en la propuesta de Talvi y de Lacalle Pou? Ya lo vivimos. Nos olvidamos de que en el gobierno de Lacalle se dictó una norma en donde se prohibía el ingreso de funcionarios públicos, pero como los servicios hay que seguirlos prestando, siguió ingresando gente, ya no a través de los mecanismos del Estado sino de mecanismos irregulares. La política que mantuvieron en el gobierno nacional la mantienen hoy en los gobiernos departamentales, hay ejemplos de sobra. También están anunciando una revisión de temas laborales.
—Tanto Lacalle Pou como Talvi aseguraron que mantendrán los consejos de salarios.
—En el pasado, en los cuatro gobiernos posdictadura, yo no recuerdo que dijeran “vamos a eliminar los Consejos de Salarios”: de hecho, no los eliminaron, pero no los convocaron, no funcionaron en su gran mayoría. El Estado se retiró de las políticas públicas en materia de empleo, respondió con determinadas políticas muy ineficientes que hasta generaron deterioro social y violencia. Por eso cuando uno escucha, a mí me da un poco miedo. Simplemente dicen que van a hacer algún ajustecito a los Consejos de Salarios, los ajustecitos es la eliminación de los Consejos de Salarios.
—¿Concuerda con dirigentes del oficialismo que un triunfo de la oposición supone un futuro económico como el de la Argentina actual?
—Las recetas de la oposición podrían conducirnos quizás a situaciones de esas, porque además los candidatos de la oposición son los candidatos que tienen sintonía con el jefe de gobierno de Argentina y sus políticas. Lo expresaron en su momento cuando fue electo y lo expresaron también a lo largo de estos años de gestión a partir de las medidas que iban tomando. Ahora parece todo el mundo despegarse y decir “yo no fui”, pero está el registro. Talvi es coherente, cree en esas políticas, por eso en el 2000 dijo lo que dijo y por eso ahora fue y aseguró que el equipo económico del gobierno argentino era muy sólido y muy bueno. Ya no está ese equipo económico, pero dijo eso.
—¿Su posición no es una paradoja? Vázquez ha tenido con Macri una sintonía mucho mejor que con los anteriores gobiernos argentinos.
—Lo que pasa es que el gobierno del presidente Vázquez no se mueve solo por afinidades ideológicas, se mueve por los intereses del país y de los habitantes del Uruguay, y ahí las afinidades ideológicas quedan en un segundo plano. Hablamos y trabajamos con todo el mundo y no hay diferencias entre la Unión Europea y China, o Macri y el kirchnerismo. Creo que un gobierno que se alinee a una cuestión ideológica internacional puede perder de vista su obligación primera que es la calidad de vida de los uruguayos y las uruguayas. Por eso también nos preocuparon los impulsos de la oposición frente a situaciones del ámbito internacional, porque eran impulsos a una posición ideológica.
—¿Venezuela, por ejemplo?
—Por ejemplo, Uruguay brega por la paz, eso es una política de Estado, no de este gobierno, y brega por los intereses de los uruguayos. El elemento ideológico es secundario cuando el elemento central que guía la política exterior es la vida cotidiana de la población. Se lo ha criticado al presidente Vázquez de reunirse con Bush, de ir a China, hasta de hacer los oficios necesarios para los pagos de las deudas de Venezuela con los productores uruguayos.
—Usted señala que existe una gran diferencia entre los gobiernos pasados de la oposición y los del Frente Amplio, pero Talvi, por ejemplo, ha planteado que mantendrá a algunos cuadros del oficialismo si llega al poder.
—Los veo tratando de maquillarse de centro. El otro día hasta leí progresista: Talvi dijo que es liberal, humanista, progresista e internacionalista, y si había algo más en el camino te lo pone también. No habló con su asesora Ana Inés Zerbino, que dijo que no le encuentra una definición económica al progresismo, pero bueno, se pondrán de acuerdo, espero que antes de las elecciones. Ahora todo el mundo se va disfrazando de lo que necesita electoralmente, supongo.
—Las encuestas marcan que la elección será de las más reñidas en décadas. ¿Por qué cree que eso es así?
—Yo estuve en el comando electoral de la última campaña de Vázquez y la verdad es que muchas de las cosas que escucho y que veo hoy son parecidas o iguales a las que vivimos en el proceso electoral pasado. Más allá de algunos elementos nuevos, en términos generales el clima podría decirse que es parecido. El fin de semana recorrí muchos comités de base y me encontré con que esa supuesta desazón no era tal, por lo menos en determinados circuitos de militancia, en donde no solo había muy buena participación de gente, sino además un ánimo rebelde, de pelearla.
—¿Las encuestas pueden estar nuevamente equivocadas?
—Yo no desprecio que cuando sale una encuesta genera un estado de ánimo, y es cierto que terminando un tercer período de gobierno del Frente Amplio puede haber elementos que generen desgaste o una percepción diferente de la gente, porque no es lo mismo la euforia de la campaña de 2004 que todo el proceso ya vivido. Ahora, la gente es sensible e inteligente. Y ve los cuatro gobiernos de la oposición y los tres del Frente Amplio y tiene notables diferencias, y creo que la gente se va a guiar por eso. Claro que inciden las fake news, las encuestas, el marketing electoral, pero en definitiva, cuando se hace el análisis, las propuestas de la oposición son las mismas que hicieron de 1985 a 1999.
—¿El Frente Amplio es el favorito?
—Sinceramente creo que el Frente Amplio va a ganar las próximas elecciones porque incluso ante la adversidad, las situaciones de crisis regionales y mundiales, el Frente Amplio se ha comportado de manera diferente a como lo hicieron los partidos de la oposición. La opción que hoy se le presenta a la ciudadanía, que son los candidatos del Partido Colorado y del Partido Nacional, son proyectos que ante las crisis sus políticas nos llevaron a los peores momentos en la historia del país, en términos de recesión, de estancamiento y de guarismos de pobreza. Lo que plantea la oposición hoy es gestionismo puro, gestionismo sin carne. Los slogans son “Vamos a administrar mejor”. Muy lindo decirlo, pero no solo no lo hicieron en veinte años de gobierno, sino que no lo están haciendo hoy en los gobiernos departamentales, porque si están saliendo adelante es por la transferencia histórica que ha hecho el gobierno nacional.
—Pese a ese optimismo y a las diferencias que recalca con la oposición, ¿no cree que el gobierno actual tuvo errores?
—Yo no creo en los gobiernos perfectos, claro que hay dificultades, claro que hay áreas donde no hemos logrado el desarrollo que queríamos. Por ejemplo, en la educación, a pesar de tener la mayor inversión histórica, la gente se merece más. Igual, aún con dificultades ostensibles, como en Secundaria, hay un proyecto.
—¿Y en seguridad?
—Bueno, nosotros nos planteamos metas extremadamente exigentes y todavía tenemos algunos guarismos que nos exigen trabajar mucho más. Pero se ha venido haciendo con una inversión histórica en equipamiento, capacitación, reestructura, tecnología y salarios para la Policía. Se instalaron miles de cámaras, se invirtió en el PADO, en la Guardia Republicana, en los Operativos Mirador, una intervención inteligente contra el narcotráfico y el crimen organizado que permitió desarticular bandas históricas sin disparar un tiro. Falta mucho por hacer, pero estamos entrando sin un tiro a los lugares del crimen organizado. En Brasil entran a los tiros a las favelas y mueren no sé cuantos, los narcos te bajan un helicóptero con una bazuca. Los Operativos Mirador no hubieran sido posible con la vieja Policía.
Contratapa
2019-08-29T00:00:00
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