ACAC denunció a tres sindicalistas por el robo de una base de datos para usarla a su favor en un conflicto en la cooperativa

En un contexto de menor demanda de préstamos y a la reducción del capital de trabajo de la cooperativa —que dejó de contar con líneas de crédito en cinco bancos—, ACAC puso en marcha una reestructura para reducir los costos operativos.

La Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU) reivindica su accionar porque afirma que la cooperativa lleva adelante una “persecución sindical tremenda” y usa el conflicto para “ocultar” su “mala gestión”.

Conflicto.

Los problemas sindicales se arrastran desde mayo del año pasado. Según relató Daufin, surgieron por la decisión de aumentar el sueldo a cinco jefes de área (dos afiliados al sindicato y tres no), tras observar un desfase con el resto del mercado. El ajuste no fue negociado con el sindicato

Ello desencadenó medidas gremiales, pero como ACAC mantuvo la decisión, en agosto “AEBU salió a presionar a cinco bancos: Santander, Scotiabank, Itaú, BBVA y Bandes, para que nos hicieran un boicot financiero”, afirmó el ejecutivo. Como consecuencia de eso el capital de trabajo de la cooperativa se redujo.

En ese contexto y buscando bajar costos, en octubre ACAC envió a 20 empleados al seguro de paro, y comenzó otra etapa de negociación con el sindicato y el Ministerio de Trabajo. En febrero pasado AEBU rechazó la última propuesta de ACAC y los empleados fueron despedidos.

Actualmente la cooperativa emplea a 65 personas.

“Pérdida de confianza”.

El miércoles 5, ACAC presentó una denuncia penal por la sustracción y uso indebido de la base de socios y clientes de la entidad. El 9 de marzo, una cantidad “importante” de afiliados recibió un mensaje de texto donde se les alertaba sobre el valor de sus partes sociales en la cooperativa, consta en la denuncia. “Solicite información de la situación, contactándose con su agencia más cercana”, agregaba el mensaje, surge del escrito judicial.

La denuncia informa que las llamadas y mensajes fueron realizados desde una línea que utiliza AEBU y a través de un servicio de call center contratado por el gremio bancario.

Además, señala que en el uso indebido de la base de datos participaron Viviana Grajales (funcionaria de la cooperativa y dirigente sindical), su esposo, Elbio Monegal, presidente de sector de banca privada de AEBU, y Lucía Ferraro, empleada del sindicato.

La cooperativa reclamó a la Justicia investigue los hechos por “violación de secreto profesional” y afirmó que la acción sindical causó “grandes perjuicios” económicos y morales puesto que han “dañado la imagen comercial” de la institución. “La situación es dramática (…) no por la solvencia patrimonial sino porque es un riesgo para todo el movimiento cooperativo y el sistema financiero que un sindicato tome medidas de tipo ilícito”, acusó Daufin.

ACAC abrió un sumario a Grajales, por lo cual hubo una instancia de mediación en el Ministerio de Trabajo, pero el expediente sigue su curso.

Persecución “tremenda”.

Consultado por Búsqueda, Monegal aseguró que “hace un tiempo” recibió en un sobre anónimo un CD con el “padrón” de socios de ACAC y que no lo utilizó “hasta que vinieron los despidos” de personal afiliado a la AEBU. “Hay una persecución sindical tremenda que lleva desde febrero 17 trabajadores despedidos, todos ellos afiliados. En función de eso yo resolví mandar a los socios un mensaje con relación a los derechos que tienen. Si hubo una corrida de socios es porque se hicieron mal las cosas; ese mensaje no puede generar una corrida”, agregó.

Según Monegal, ACAC utiliza el conflicto para “ocultar una pésima administración, con un problema de gestión muy grande. Están pidiendo a los socios que paguen (sus préstamos) anticipadamente y eso es lo que hace que se desafilien”.

El dirigente de AEBU afirmó que el mensaje enviado a los socios de ACAC fue para informarles que tienen derecho a partes sociales apuntando a que consultaran y averiguaran sobre la situación de la cooperativa. Descartó así que hubiera intención de que “el padrón, porque no es una base de datos”, llegara “a manos de nadie”.

Monegal desvinculó a su esposa del envío del mensaje a los asociados.

“El conflicto sigue como hasta ahora, con todas las medidas gremiales que tengamos que hacer”, agregó el dirigente.

“Pende de un hilo”.

Además de presentar una denuncia penal ante la Justicia por el “hurto y uso indebido” de la “base de datos”, ayer miércoles 19 ACAC también informó del hecho al Banco Central, aseguró Daufin.

“Si no se toman cartas en el asunto el sistema pende de un hilo, porque si esto vuelve a suceder mañana en otra institución que capte ahorro, se genera una corrida”, fundamentó el ejecutivo.

Y agregó: “El abuso sindical se transforma en un riesgo sistémico. (…) Hoy es ACAC, que no capta ahorro, pero ¿qué pasaría si fuera en un banco cualquiera, que se hacen de su base de datos y generan también una movida instando a la gente a retirar sus ahorros?”.