Acuerdos de confidencialidad con laboratorios son “estándar”, aunque otros países divulgan más información que Uruguay

REDACCIÓN  

Por más poderoso que un país sea, la alta demanda por vacunas contra el Covid-19 ha dejado a los gobiernos en posición de relativa debilidad a la hora de negociar con los laboratorios que las desarrollan. Para intentar conseguir las dosis necesarias para su población, los gobiernos han firmado contratos que establecen cláusulas de confidencialidad estrictas que en algunos casos impiden revelar el costo, protegen la patente del producto y establecen inmunidad de responsabilidad para las empresas en caso de que algo salga mal.

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