Adriana Berezán, nueva jerarca administrativa del Poder Judicial, revela el escaso respeto del Parlamento
Afirma que no pueden “pensar en grandes cosas” sin presupuesto y pone como ejemplo los recursos otorgados para la implementación del expediente electrónico, con los que “no se hace ni la carátula”
Como un tsunami. Así describe Adriana Berezán sus primeras semanas como jerarca máxima de la Dirección General de Servicios Administrativos del Poder Judicial, tiempo que le permitió darse cuenta de que “es el corazón” del órgano, porque, a excepción de las sentencias que son privativas de la Suprema Corte de Justicia, el resto de las decisiones se toman ahí: desde contratar una empresa de limpieza, hasta comprar un inmueble por cientos de millones de pesos, disponer de recursos humanos y económicos o convocar concursos.
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