La producción agrícola uruguaya registra una magra cosecha de soja, debido a la caída de los rendimientos en kilos de granos que por estos días se levantan de las chacras.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEste año, el promedio nacional “andará en los 1.300 kilos por hectárea”, y “siendo positivo” se podría llegar a 1.400 kilos, lo que representará algo así como 1,5 millones de toneladas de volumen producido, dijo a Búsqueda el presidente de la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP), Eduardo Díaz. En la zafra del año pasado esa misma actividad alcanzó el récord de 2.951 kilos y una producción de 3,2 millones de toneladas, según datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Ante la disminución prevista para la actual cosecha sojera, los productores analizan la posibilidad de apostar al trigo en la próxima siembra, que comenzará a fines de mayo, considerando el incremento registrado en el precio de ese grano en el mercado de Chicago y en la plaza local, de cerca de los US$ 200 por tonelada.
Díaz, que además es gerente general de la empresa granelera Cargill, valoró la señal del mercado para ese cereal, pero consideró que es necesario contar con políticas activas para impulsar ese cultivo de invierno.
La CMPP transmitió al Poder Ejecutivo la importancia de “alentar” la producción de trigo, “con un reintegro” a las exportaciones o “por la vía de algún beneficio en la utilización de fertilizantes para incrementar la aplicación de tecnología, lo que permitiría que el trigo uruguayo tenga un mejor posicionamiento” en el principal mercado, que es Brasil, señaló Díaz. Comentó que “desde hace varios años el trigo uruguayo se comercializa en el mercado brasileño a un descuento del trigo argentino, no es un problema por la calidad en sí del grano, sino por los antecedentes y porque en algún momento no cumplimos la calidad comprometida”.
En cuanto a otros argumentos para favorecer la producción triguera, ese empresario destacó que es importante hacerlo “por las rotaciones de cultivos para el cuidado de los suelos y por una cuestión de sustentabilidad económica para la cadena, que precisa una estructura destinada a unas tres millones de toneladas de soja, pero esa estructura tiene un volumen mínimo para poder funcionar y diluir costos”.
“El sistema agrícola no tiene que dejar sola la soja, porque eso representa un problema de sustentabilidad en el tiempo, hay que apoyarlo con un trigo competitivo en cuanto a la calidad y el posicionamiento en el mercado brasileño”, recalcó.
La siembra de trigo en Uruguay tuvo una expansión hasta la zafra 2011-12, cuando alcanzó las 593.000 hectáreas y que, con un rendimiento promedio de 3.398 kilos por hectárea, derivó en un volumen de producción de poco más de dos millones de toneladas. Por la pérdida de rentabilidad y problemas climáticos que perjudicaron la calidad y el resultado de las chacras, esa actividad perdió peso en la agricultura local y el área sembrada cayó a 193.000 hectáreas en la zafra 2017-18.
Consultado sobre las expresiones del ministro de Economía, Danilo Astori, quien dijo el jueves 26 a periodistas que “no hay crisis en el sector agropecuario”, el presidente de la Cámara Mercantil respondió: “Depende dónde y cómo se mira y qué se define como crisis”.
Más allá de que eso sea una “cuestión semántica”, Díaz planteó que “hace cuatro o cinco zafras el volumen de producción de granos de Uruguay, entre trigo, soja y maíz, estaba en 5,5 millones de toneladas de granos y en esta campaña estará por debajo de 2,5 millones de toneladas”.
“No sé si crisis es la palabra para definir esa situación, pero no encuentro otra”, acotó.
Ese ejecutivo reconoció lo favorable de algunos asuntos planteados por el gobierno para afrontar la situación actual del sector agropecuario y particularmente del agrícola, como la posibilidad de refinanciar las deudas con el Banco de la República por un plazo de hasta cuatro años.
“Todos los temas planteados son positivos y por ahora están en enunciados. Si el productor decide plantar trigo hoy es porque está recibiendo señales del mercado de que los precios están mejorando”, señaló.
Sobre la idea de generar un fondo sojero, que opere con un esquema parecido al del fondo arrocero, Díaz dijo que “es algo positivo”, aunque admitió desconocer la manera en que se implementará.
El fondo arrocero se repaga con una retención a las exportaciones del grano.
“El endeudamiento de la cadena agrícola es un tema que ahora fue un disparador por la sequía y los resultados de la cosecha de soja, pero la Cámara Mercantil en los últimos dos años lo venía poniendo sobre la mesa, atendiendo a la descapitalización del sector debido a la pérdida de rentabilidad y el nivel de costos insostenible”, advirtió.
Actualmente “lo positivo es que la ecuación económica de los precios de los granos es buena, ahora lo que debemos preguntarnos es: ¿qué pasó en las zafras anteriores para que el productor se fuera endeudando y el área de siembra de trigo y maíz se fuera achicando?”. Es que “a 200 kilómetros del puerto no se puede producir trigo porque los costos no lo permiten”, indicó a modo de ejemplo. Y acotó que en el caso del maíz no hay autoabastecimiento desde hace cuatro años y se deben importar entre 250.000 y 300.000 toneladas.
Para el titular de la CMPP, “en la medida en que la actividad se ha ido achicando, endeudando y disponiendo con menos recursos financieros se va generando la crisis que hoy estamos viendo”; por eso “hay que generar medidas financieras de corto plazo y contemplar la pérdida de competitividad, para que esto no se agrave”. Y planteó que “es una necesidad que la rueda siga funcionando” en el campo uruguayo.