Algunos conflictos sindicales surgidos en los últimos días, en ciertos casos con fuerte impacto económico, son seguidos con preocupación por el Poder Ejecutivo.
Algunos conflictos sindicales surgidos en los últimos días, en ciertos casos con fuerte impacto económico, son seguidos con preocupación por el Poder Ejecutivo.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEsa conflictividad creciente, que puede tener en la recién iniciada ronda de Consejos de Salarios otro motor adicional, ocurre al mismo tiempo que de un lado y del otro empiezan a velar armas de cara al probable referéndum contra la Ley de Urgente Consideración (LUC).
Además del paro de actividades por 72 horas en el Puerto de Montevideo, que se extendió hasta las 11 del jueves 30, está vigente una paralización por tiempo indeterminado del sindicato de Acodike —en el marco de un conflicto que incluyó ocupaciones en la planta de supergás— por el despido de tres empleados. También los trabajadores del sindicato de la construcción (Sunca) detuvieron sus tareas en la planta de UPM que se construye en Paso de los Toros.
El ministro de Trabajo, Pablo Mieres, dijo a Búsqueda que hay “varias cosas” que se “conjugan” al analizar estos conflictos. Por un lado, las explicaciones que tiene cada uno de los sindicatos para perseguir sus reclamos y, por otro, que la situación más controlada de la epidemia de Covid-19 “permite que las movilizaciones sean de otra magnitud”. Sumó un tercer elemento: “Hay un contexto en donde por detrás hay un debate sobre lo que va a ser un casi seguro referéndum” contra la LUC.
“Uno no puede hacer una abstracción del contexto político. No soy de los que creen en las teorías conspirativas, pero tampoco soy ingenuo”, señaló el jerarca, aunque aclaró que, por su rol en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), prefiere “analizar cada conflicto por su contenido específico”.
Uno de los conflictos más duros está ocurriendo en el Puerto de Montevideo, por reivindicaciones laborales.
“Pensábamos que el último acercamiento iba a implicar una apertura”, dijo Mieres, en referencia a la instancia negociadora del miércoles 29. Sin embargo, la asamblea de trabajadores decidió continuar con la medida y, cuando finalice el paro, seguirá el diálogo entre las partes.
El ministro sostuvo que este caso es “preocupante” por su impacto sobre el comercio exterior. Agregó que la paralización se da en un momento de “dificultades para captar flujos de barcos que llegan a la región”.
Mieres señaló que un “tema a analizar” por el gobierno es qué otras medidas se pueden tomar mientras se busca un arreglo. Consultado sobre la eventualidad de decretar este servicio como esencial, dijo que es un asunto que “trata, en la medida de lo posible, de evitar”, aunque “en la mesa” del Poder Ejecutivo están todas las posibilidades. “Tenemos conciencia de que la gravedad de la afectación de la economía y de la producción amerita evaluar distintas medidas. De todas maneras, no digo que esto esté formulado”, aclaró.
“Es un golpe al hígado de la economía nacional”, evaluó el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, en Telemundo de Canal 12.
No es el único frente abierto para el gobierno en torno a la terminal de contenedores, ya que el acuerdo que firmó con Katoen Natie —accionista mayoritario de TCP— para extenderle la concesión hasta 2081 está siendo cuestionado en diversos ámbitos, incluso el judicial. El miércoles 29 en Twitter, y tras una denuncia ante la Fiscalía presentada por senadores del Frente Amplio, el presidente Luis Lacalle Pou respaldó a los funcionarios que participaron en esas negociaciones y aseguró que actuaron bajo su “supervisión y responsabilidad”.
Mientras en el MTSS buscan terminar lo antes posible el conflicto en el puerto, en la sede de esa cartera continúa la novena ronda salarial. El panorama en las distintas mesas es heterogéneo, con algunos sectores más cerca de acordar que otros, informó Mieres. Si bien el “ritmo” de las negociaciones es similar al de las rondas anteriores —con la excepción de la octava, cuando se acordó un período “puente”—, el ministro consideró que “es momento de empezar a mandar señales” para que las partes cierren acuerdos.