—¿Cómo está el banco hoy y cómo lo recibirá el próximo gobierno?
—Está en una situación excelente desde el punto de vista de solvencia patrimonial y de calidad de su cartera. Respecto al resto de los indicadores está muy bien y cumple con holgura lo que exige el Banco Central. A octubre tuvo US$ 64 millones de ganancias. La morosidad tuvo una tendencia decreciente sostenida: la de la cartera en UI (unidades indexadas) y UR (unidades reajustables) en promedio fue de 1,27% a setiembre. La imagen del Hipotecario mejoró mucho en los últimos años.
—¿Por qué cree que no se destacó la gestión del BHU en la última campaña electoral?
—Por parte del banco, siempre fuimos bajo perfil. Se podría haber hecho. Lo que queda es la gestión.
—El presidente electo, Luis Lacalle Pou, dijo que se realizarán auditorías en el Estado, como en el pasado el Frente Amplio lo hizo, en particular en el BHU. ¿Son necesarias ahora?
—Está bien que se hagan auditorías. No hay absolutamente nada para esconder y los resultados van a ser muy buenos. No nos gustaría que se perdiera tiempo y se atrasara un trabajo que tiene que continuar.
—¿Le preocupa que el futuro gobierno haga cambios?
—Todo se puede cambiar, mejorar, cada gobierno tiene esa posibilidad. Pero este diseño del sistema público de vivienda, que hace casi 15 años está funcionando, es muy bueno. En este período el directorio estuvo integrado por el director colorado, Gustavo Cersósimo, y trabajó a la par, no parado en la vereda de enfrente en el rol de controlador. Fue un ejercicio excelente, tomamos las decisiones en conjunto, discutimos los temas.
—¿La oposición debería seguir integrando los entes?
—Ojalá siga siendo así.
—Medido en dólares, a setiembre cayó el nivel de depósitos y de créditos del BHU. ¿Ha perdido participación?
—El banco no tiene ningún producto en dólares. Por tanto, la medición debería hacerse en moneda de origen, en UI o en UR, para sacar conclusiones correctas. En esas monedas, en setiembre hubo una caída de entorno a 2%.
Es verdad que hemos perdido participación, este año; en promedio estamos en 32% o 33%.
En cuanto al otorgamiento de créditos, no podemos decir que este fue un año muy bueno. En eso influyeron varias cosas y el año electoral incidió en todas las decisiones importantes.
Respecto a nuestro público, que fue en el cual se pensó cuando se aprobó la ley de vivienda promovida —que tuvo éxito en mucho de los aspectos en los que se quería impactar y, por ejemplo, bajó el precio de los alquileres— no llegó a incidir en el precio de venta. A su vez, los ingresos de nuestro público aumentaron en UI, pero al mantenerse los precios de las viviendas en dólares se les hizo más difícil acceder.
Por otro lado, el banco no financia a personas jurídicas, y muchos de estos emprendimientos (de vivienda promovida) son financiados o bien con capital propio o a través de bancos. Y esos bancos posteriormente quieren las hipotecas de las ventas de las unidades; contra eso muchas veces no se puede competir. Igual, el BHU sigue cumpliendo su rol básico de ser un ente testigo, que en definitiva fija las condiciones. Otra cosa es que el banco tomó una decisión deliberada desde el principio de ser transparente en cuanto a la información que brinda respecto a lo que necesita un cliente, que entran a la página o vienen a hacer una consulta y tienen una noción clara de cuánto y qué cobra.
—¿Eso no pasa en los demás bancos?
—En las otras instituciones hay muchos costos adicionales, entonces al cliente le resulta difícil saber cuál es la cuota que le va a quedar. El BHU es monoproducto —lo único que puede hacer es captar ahorro para vivienda y dar préstamos para vivienda— y no tiene la posibilidad de ofrecer otros productos, de tener subsidios cruzados, venderle una tarjeta con la cual va a cobrar anualmente determinado dinero o tener un fondeo a costo cero como es abrir una cuenta corriente o pagar los sueldos. Allí hay un público cautivo que tiene cada banco, y nosotros no lo tenemos. Entonces, el BHU tiene mucho menos herramientas para competir y evidentemente se le hace más difícil.
—La reestructura ya cumplió una década. ¿Cree que es tiempo de darle más oportunidades de negocio al BHU? ¿La ley ya le permite prestar a personas jurídicas?
—No sé, hay que ver, porque además van cambiando los momentos económicos. De momento no quisiera opinar sobre el futuro.
Hay una regla dada y el banco se ha manejado con eso. Se trabajó de una manera muy profesional dentro de la regla y el resultado es el banco que tenemos. De pronto, en algún momento alguien dice: “Hay que cambiar la norma y que el banco pueda empezar a hacer tal cosa”.
Hoy está operando en inferioridad de condiciones. Pero, por otro lado, como banco público (la norma) le da un marco para actuar de forma más profesional, prolija y responsable.
La ley permite prestar a personas jurídicas pero con una garantía total del Ministerio de Vivienda, o sea que es prácticamente inviable, impracticable. No está reglamentado; de pronto eso sí es algo que podría estudiarse.
—A pesar del menor nivel de negocios, el BHU mantiene la misma estructura. ¿No hay capacidad ociosa?
—Para nada. Con este nivel de negocios el banco es sustentable. Además, hemos estado cumpliendo con la normativa de que se van tres (funcionarios) y entran dos.
Y estamos embarcados en proyectos importantes justo ahora, como el programa de transformación del sistema de información, que incluye un proyecto de calidad de datos y el cambio del core, que es imperioso para facilitar la gestión y cumplir con alguna reglamentación.
—Por el lado del ahorro, el nivel de depósitos disminuyó. Otros bancos captan en dólares. ¿El banco no está listo para incorporar el dólar?
—Lo que hubo fueron más retiros, no menos captación, que se mantuvo. Y lo atribuimos al crecimiento del (precio del) dólar.
Por el momento el banco debería seguir sin incorporar el dólar, que es un riesgo mayor. Además, el mercado de crédito de viviendas en dólares es muy bajo.
—El año pasado intentaron incentivar la demanda con el Podés Más. ¿No resultó en un gran impulso?
—Anduvo bien. Es el producto más competitivo en esas condiciones, a 15 años, a una tasa de 6% y hasta 70% del valor de vivienda. Hicimos un estudio de mercado y nuestra cuota es la más baja.
Y desde el próximo viernes (por mañana) estará operativo un producto nuevo: el Préstamo Soñado, un crédito en UI por el 100% del valor de la vivienda, con una garantía adicional. Es un excelente producto y va a tener una muy buena respuesta. Fue pensado, en principio, para aquellas personas que no cuentan con el ahorro suficiente, ni tampoco lo tiene su entorno familiar. Pero de repente los padres tienen una vivienda y pueden ponerla como garantía para cubrir entre el 80% o 90% y el 100%, según las condiciones de la persona que venga a solicitar el crédito y por unos años.
La tasa de interés será de 6,9% y de 6,4% para los ahorristas. El plazo hasta 25 años y el monto máximo 2,8 millones de UI (unos US$ 300.000).
La segunda garantía puede ser una vivienda u otro inmueble y puede tratarse de un inmueble ya hipotecado a favor del BHU, aunque ello configure una segunda hipoteca. El segundo inmueble deberá tener un valor contado de tasación equivalente o superior al 40% del inmueble que se adquiere. Y estará de garantía hasta que se haya amortizado entre el 30% y el 50% del capital total solicitado.
Economía
2019-12-05T00:00:00
2019-12-05T00:00:00