Durante la interpelación al ministro de Defensa, Jorge Menéndez, el viernes 24 de febrero en la Comisión Permanente, Bordaberry mostró una vieja foto de Vázquez y Salgado, presidente de Cutcsa, a bordo de un ómnibus de esa empresa de transporte urbano y recordó que la inmensa mayoría de sus unidades tienen motores y chasis Mercedes Benz, la compañía alemana que representa en Uruguay y Ecuador Carlos Bustin, propietario del avión en cuestión.
El principal argumento del legislador colorado fue que el Poder Ejecutivo y el Ministerio de Defensa incluyeron en la licitación especificaciones y cláusulas cuyo cumplimiento solo era factible para la empresa Floridian SA, que pertenece a Bustin, lo que daría lugar a su anulación inmediata, según el artículo 49 del Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera (Tocaf).
“Floridian SA (que) pertenece a un amigo de un asesor del presidente de la República” recibió el beneficio de un 20% de puntaje porque el avión es el único que cuenta con el certificado de aeronavegabilidad que otorga la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) vigente, dijo Bordaberry.
También recordó que la licitación incluía plazos que solo podía cumplir, de forma razonable, el avión de Bustin y que el tope de antigüedad de 40 años dispuesto coincidía con los 38 que tiene el ganador y único oferente de la licitación.
¿Presidencial o multipropósito?
El ministro Menéndez, asistido por el comandante en jefe de la Fuerza Aérea (FAU) Alberto Zanelli, intentó rebatir los argumentos de Bordaberry.
Menéndez contestó las 25 preguntas formuladas por el miembro interpelante e insistió en que el jet Hawker HS 125-700 no será un avión presidencial, como ha repetido la oposición, sino que se sumará a los de que dispone la FAU para ambulancia, rescate en el mar y también “uso ejecutivo” por parte del presidente, ministros u otros jerarcas del gobierno e incluso del Parlamento.
“A nuestro presidente se le ha acusado de frivolidad. No se trata de eso, no es un capricho sino una necesidad. No aceptamos que sean denostadas instituciones que son de todos. Estamos deseosos de que esta aeronave esté al servicio de la gente”, sostuvo el ministro.
“No les gusta que hablemos de avión presidencial. Vamos a hablar de avión presidencial que le compran a los amigos”, respondió a su turno el líder de Vamos Uruguay.
El diputado blanco Pablo Abdala se sumó a las críticas de Bordaberry y dijo que se trató de “una compra con nombre y apellido” mediante “algo que se parece a un acomodo”.
El representante comunista Gerardo Núñez defendió la adquisición: “La camilla entra, vamos a ver cómo se puede aclarar”, sostuvo con relación al argumento utilizado con insistencia en los últimos meses de que la plataforma no sirve para el traslado de enfermos.
El brigadier general Zanelli ofreció explicaciones sobre los criterios técnicos utilizados por la FAU para redactar la licitación. Dijo que con una pequeña modificación en el interior y la incorporación de un elevador portátil de camillas se podrá adaptar el avión para uso de ambulancia, como ocurre en otras partes del mundo. También afirmó que, igual que en otras plataformas de que dispone la fuerza, se pensó en un uso multipropósito que se adapte a las necesidades y a las posibilidades del país.
Acerca de los años de construido y el precio del avión (1.010.000 dólares) Zanelli dijo que al confeccionar la licitación se tuvo en cuenta que precisamente en la década de 1970 se produjo una importante transformación en la industria aeronáutica, con plataformas menos ampulosas y más prácticas y además las mejoras en la aviónica que tiene el CX CIB del empresario Bustin.
También defendió que se pagara un precio más elevado que el que se pide en el mercado internacional por algunos aviones similares, incluso más nuevos, debido a los elementos tecnológicos, como una aviónica de última generación, sistema integrado de alarmas, prevención de colisiones para operar en espacios aéreos congestionados, equipos de comunicaciones de alta frecuencia, aparatos meteorológicos modernos y un teléfono satelital, que aportan una mayor seguridad durante el vuelo. Zanelli detalló las mejoras que fueron introducidas y su costo.
Explicó que una de las características del avión buscado era que, en pocos minutos, pudiera ser transformado según las necesidades de uso.
El comandante en jefe descartó también que la aeronave tuviera dificultades para aterrizar en algunos aeropuertos del país y ofreció detalles de la ecuación entre carga útil y combustible que se necesita llevar para cada caso.
También destacó que puede volar sin escalas a la mayoría de las capitales de América del Sur y con escalas a África y Antártida, a un costo sensiblemente más bajo que con los aviones actuales de que dispone la fuerza.
Antes de ser del empresario uruguayo de la industria del caucho, que en 2003 compró la representación de Mercedes Benz a Ambrois & Cía., el pequeño jet fue propiedad de la empresa estadounidense de informática Burroughs y de la de salud Chemed Corporation, entre otros.
“El poder del monarca”.
Bordaberry, sin embargo, no pareció prestar atención a los argumentos técnicos esgrimidos por Zanelli y se concentró en ironizar acerca de “los gustos de derecha de la izquierda “caviar”’ que antes criticaba pero que cuando llega al gobierno quiere tener “un avión vip”.
Para reforzar sus críticas, mostró a los legisladores una foto del interior de la aeronave en la que se ven cómodas butacas de cuero y una comida servida. “El presunto avión multipropósito sanitario”, tituló como ironía Bordaberry esa imagen que proyectó en sala.
Otro “indicio” de un “proceso ilícito” destacado por el legislador es que el avión, que tiene 13.500 horas de vuelo y ya no se fabrica, figuraba en una página especializada como propiedad de la FAU desde 2013 y que además estaba guardado en un hangar de la fuerza en Carrasco.
También citó el artículo 3 de la ley 17.060 (anticorrupción) que define que “se entiende que existe corrupción, entre otras cosas, en el uso indebido del poder público o de la función pública, para obtener un provecho económico para sí o para otro, se haya consumado o no daño al Estado”.
El senador opositor sostuvo que desde el siglo XVIII se imponen “limitaciones al poder del monarca” y que en este caso se produjo un “avasallamiento de las normas republicanas para beneficiar a un tercero”.
El tercero, en este caso es el empresario Bustin, amigo y proveedor de Salgado, el asesor honorario y a su vez amigo del presidente Vázquez.
Bordaberry recordó que Salgado jugó un papel destacado durante la campaña electoral de 2014 que llevó a Vázquez por segunda vez a la Presidencia. Durante la campaña, el jefe de Estado contó con el respaldo logístico de Cutcsa, que puso a disposición un micro exclusivo para el candidato, ómnibus para trasladar gente, un escenario móvil para los actos y otros.
Vázquez y Salgado se conocieron en la Asociación Española, donde el presidente trabajó como oncólogo; fue presentado por el ex administrador y dirigente colorado Oscar Magurno. Los tres integraron la Masonería.
Salgado reforzó sus vínculos con Vázquez cuando este fue intendente de Montevideo y volvió a aparecer públicamente cuando aceptó ser candidato por segunda vez a la Presidencia. En marzo de 2015 fue designado asesor honorario en temas logísticos y ha acompañado al presidente en la mayoría de sus viajes al exterior.
Con los 6 votos del oficialismo, la Comisión Permanente del Parlamento declaró satisfactorias las explicaciones de Menéndez.
Bordaberry, por su parte, estudia la documentación para resolver si presenta una denuncia penal por presunta corrupción.
Información Nacional
2017-03-02T00:00:00
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