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Campiani y sus socios insisten en su inocencia y reclaman que un nuevo perito revise los estados contables de Pluna
Los empresarios llevan casi seis años procesados, pero la Fiscalía aún no pudo resolver si los acusará; las defensas han presentado más evidencias y varios recursos
imagen de Campiani y sus socios insisten en su inocencia y reclaman que un nuevo perito revise los estados contables de Pluna
Doce años atrás llegó a Uruguay Leadgate Investment Corporation para encauzar la gestión de la aerolínea estatal Pluna, que se encontraba en una situación muy frágil luego de una frustrada asociación con la brasileña Varig. Los argentinos Matías Campiani, Sebastián Hirsch y Arturo Álvarez Demalde —socios del consorcio— aseguraron que sanearían las cuentas de la aerolínea y la convertirían en una empresa rentable.
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Seis años más tarde, los tres fueron procesados con prisión por un delito de estafa especialmente agravado. Para ese entonces no solo la empresa seguía en números rojos sino que los empresarios fueron acusados por la Justicia de Crimen Organizado de llevar adelante una gestión plagada de irregularidades. Según el fiscal Juan Gómez y la jueza Adriana de los Santos, Campiani y sus socios maquillaron balances, utilizaron empresas conexas para desviar fondos, ocultaron datos a los directores públicos, cobraron suculentos sueldos y bonos, y vendieron edificios emblemáticos de la compañía. El caso pasó a la etapa de juicio y ellos estuvieron entre 4 y 16 meses en la cárcel, de forma preventiva.
Pasaron otros seis años y el expediente aún no se cerró. De hecho, ni siquiera hubo un pronunciamiento de la Fiscalía sobre si pedirá a la Justicia que los declare culpables o no. La demora se explica en parte porque las defensas de los tres procesados están decididas a demostrar que no cometieron ningún delito, y para eso han solicitado varias pruebas a la Justicia y han apelado cada vez que fueron rechazadas. Los abogados aspiran a convencer al nuevo fiscal del caso, Luis Pacheco, de que sus clientes son inocentes para que este pida su sobreseimiento. Aunque están en libertad, los antecedentes penales ensombrecen la reputación de los argentinos en el ámbito empresarial, por lo cual conseguir un sobreseimiento es clave para ellos, explicaron a Búsqueda fuentes vinculadas a la investigación.
El 23 de julio la jueza Dolores Sánchez rechazó el pedido de uno de los abogados de que un nuevo perito analice los “papeles de trabajo” de KPMG —en los que se basaron las auditorías realizadas a Pluna—, a fin de que corrobore si coinciden con las conclusiones de la consultora. La defensa de Hirsch, que había solicitado la prueba, apeló la decisión, por lo cual el expediente volvió al Tribunal de Apelaciones de 1er turno.
No es la primera vez que el tribunal interviene en el caso. En febrero de 2018, cuando la Fiscalía consideró que ya tenía toda la información necesaria para resolver, las defensas interpusieron recursos de apelación, porque consideraban que aún faltaba diligenciar pruebas pendientes. En esa oportunidad el tribunal les dio la razón y ordenó que se incorporaran las pruebas pedidas por las defensas. Entre ellas se encontraban los resultados del concurso de Pluna, mediante el cual Ancap cobró los cheques sin fondo que había emitido la aerolínea para pagarle por combustible, y que fue lo que motivó que el entonces presidente de la petrolera, Raúl Sendic, presentara una denuncia en la Justicia.
Los abogados consideran que esa prueba es fundamental porque demuestra que no hubo un perjuicio económico al Estado, por lo cual entienden que no se configura el delito de estafa, explicaron las fuentes consultadas.
Tras incorporar las pruebas solicitadas, tal como había ordenado el tribunal, restaba un informe pericial sobre la correspondencia de los papeles de trabajo de KPMG con las auditorías realizadas. Para los abogados, ese punto también es muy relevante porque argumentan que si los balances de la aerolínea estaban auditados y no se habían detectado irregularidades, no puede alegarse que se encontraban maquillados o adulterados.
Las peritos que analizaron los balances de Pluna fueron convocadas a una audiencia e informaron que nunca habían objetado la concordancia entre los papeles de trabajo de KPGM y los estados contables, según la documentación que figura en el expediente del caso y que fue revisada por Búsqueda.
La Fiscalía se dio por satisfecha pero los imputados no. El abogado de Álvarez Demalde pidió que se interrogue a KPMG sobre la consistencia de los documentos y el defensor de Hirsch pidió que intervenga un nuevo perito especializado para que compare los papeles de trabajo de KPMG con las auditorías efectuadas a los estados contables de Pluna. La Fiscalía rechazó el pedido por entender que la prueba diligenciada era suficiente, y que lo que se pedía era reiterativo. La jueza Sánchez coincidió con el fiscal y rechazó lo solicitado, pero los abogados apelaron, por lo que será el tribunal el que determine si habilita una nueva inspección de los números de la exaerolínea.
El penalista Jorge Barrera, a cargo de la defensa de Matías Campiani, dijo a Búsqueda que están “convencidos” de que no hay elementos para una acusación fiscal. “La estrategia de la defensa implica demostrar, seis años después, que lo que se dice desde 2013 respecto a que no hubo delito hoy se está comprobando”, dijo el abogado. “Puede discutirse si la gestión de Pluna fue buena o mala, pero quedó demostrado que no hay delito”, aseguró. Barrera señaló como elemento clave la prueba de que en el concurso Ancap cobró la totalidad de los cheques emitidos por Pluna.
Consultado sobre las razones por las que han insistido en la incorporación de pruebas que fueron rechazadas por el fiscal y la jueza, Barrera dijo que las defensas de los empresarios “tienen como objetivo conseguir el sobreseimiento, y para eso quieren que el fiscal cuente con toda la prueba antes de resolver su dictamen”.