Actualmente, la Dirección está trabajando en la preparación de las misiones que el ministro Nin Novoa y el presidente Vázquez programan por países de Europa y Asia, la participación de la ministra de Turismo en la feria de Milán el próximo 25 de agosto y la presencia en la Expo de Esteio en Porto Alegre del 29 de agosto al 6 de setiembre, entre otras actividades.
Lo que sigue es un resumen de la entrevista con Julio Tealdi.
—¿Cómo evalúa el trabajo realizado por la Dirección?
—La evaluación es positiva y está reflejada en la enorme diversificación de mercados que ha tenido el comercio uruguayo. Hoy estamos exportando a más de 170 mercados en el mundo. Un ejemplo es el sector lácteo, que a pesar de la crisis que está enfrentando, donde se han caído mercados importantísimos como Rusia, Vietnam, Argentina, Venezuela, China, Colombia y Perú, que son países que absorbían importantes cantidades de producto, las exportaciones crecieron un 2,46 % en volumen físico. Tuvieron una caída en precio de 27,55 % en dólares, pero se ha podido colocar, más o menos, en volúmenes, la misma cantidad, y eso lo da la diversificación de mercados. Estamos exportando a 75 mercados y si bien cayeron algunos, otros han crecido en forma importante, como Brasil, Argelia y México.
El hecho es que, a pesar de todas las dificultades que se han vivido, se siguió vendiendo. Se demuestra que existen mercados y que de pronto hay que hacer más esfuerzo. Quizás no los tenemos aquí al lado y hay que salir un poco más, pero ya el sector privado ha hecho ese esfuerzo. Nosotros hemos ayudado a impulsar al exportador a que salga y que busque mercados por fuera de la línea regular.
—Desde los sectores exportadores muchas veces se insiste en la necesidad de mejorar el acceso a esos mercados, y sobre todo cuando hay competidores como Australia o Nueva Zelanda que han avanzado mucho en esta materia a partir de negociaciones bilaterales. ¿Cómo estima estos reclamos?
—Comentarios sobre este tema nos llegan permanentemente y nosotros, cuando organizamos una misión, tenemos que ver cuáles son los competidores y cuáles las condiciones de competencia. Si Nueva Zelanda o Australia hacen un acuerdo con China, es obvio que nuestros productos van a tener más dificultades de ingreso. Aparte de la cercanía, también van a tener una ventaja arancelaria, es cierto, pero la política comercial no la hacemos nosotros. En esta Dirección trabajamos con las herramientas que tenemos para colocar más productos uruguayos. Por supuesto que somos consultados. La inteligencia es utilizada como insumo e instrumento para la toma de decisiones estratégicas, pero el país tiene un compromiso con la región y tiene que avanzar con la región. Uruguay es importante para el mundo porque está en la región. Si así no fuera, perdería un poco de fuerza como centro de atracción de inversiones y a su vez este país es importante para la región por sus vinculaciones con el mundo. Uruguay está llamado a estar vinculado y abierto al mundo, pero el camino no es fácil y lo estamos haciendo como podemos. Sabemos las dificultades que hay, pero hay que tomar las cosas con realismo y trabajar con lo que tenemos, tratando de superar las dificultades y enfrentando los desafíos con entusiasmo y optimismo de que se pueden obtener resultados como los que estamos viendo hoy, cuando exportamos carne a 87 mercados y lácteos a 75 mercados, por ejemplo. Quisiéramos exportar a otros países, pero tenemos dificultades para obtener acceso, como con la carne a Japón, por ejemplo, pero que se van superando. Las condiciones de competitividad de nuestros productos son claras. Los resultados muestran que somos competitivos a pesar de todas las dificultades que estamos pasando.
Nuestra Dirección lo que debe hacer es construir las pistas de aterrizaje para que venga el sector privado y haga los negocios. Nosotros no hacemos los negocios, tenemos que preparar las condiciones, pero no podemos ir más allá de ello.
—Ese “compromiso con la región” al que alude, ¿frena las posibilidades de avanzar en acuerdos bilaterales entre Uruguay y otros países?
—No, digo que la vinculación con la región es un beneficio que tiene el país, que es atractivo para el mundo. Nosotros aportamos a la región nuestra misión de estar conectados al mundo y ahí estamos presionando para que se siga negociando y el Mercosur se convierta en una plataforma de regionalismo abierto para nuevos mercados, pero obviamente tenemos que avanzar en conjunto dentro del Mercosur.
No nos impide, sino que simplemente estamos haciendo acciones con el Mercosur en China, India, y otros mercados. No nos quedamos quietos.
Hay definiciones de políticas que están bien claras en el país en cuanto a nuestra vinculación con la región y no se han tomado decisiones en otro sentido. Tenemos que empujar con lo que tenemos, que es tratar de mover al Mercosur hacia ese tipo de acuerdos. La verdad es que el mundo hoy está fragmentado, quisiéramos que fuera distinto pero no lo es, y tenemos que movernos con realismo. Uruguay sabe lo que quiere y tiene que caminar hacia eso.
— Si la región no avanza ¿está entre los objetivos buscar otros caminos para mejorar los accesos a los mercados?
— Nosotros partimos del sector privado. No hablamos de la región, hablamos de ayudar y apuntalar a nuestro sector productivo. Esta dirección no genera políticas comerciales. Estamos para apoyar la inserción del país y la diversificación e incremento del comercio con las políticas que están trazadas, no estamos para cambiarlas. Si se pueden mejorar en la negociación las condiciones de acceso u obtener certificaciones sanitarias donde no las hay, para ese tipo de cosas estamos en permanente contacto con las demás dependencias del Ministerio. Pero lo referido a la negociación comercial no es una función nuestra.
Lo que sí hacemos es incorporar nuestra visión e informes sobre las distintas corrientes comerciales, y las oportunidades y desafíos en los mercados.
—¿Cuáles son las principales ventajas de Uruguay a ser explotadas en el exterior?
—Algunas de las principales fortalezas son la calidad, la inocuidad, la trazabilidad, la seriedad del país. Ese es uno de los elementos fundamentales para promover nuestras exportaciones, y es claramente reconocido en el mundo. Estamos vendiendo a precios bastante más altos que a los que veníamos vendiendo antes.
—¿Y cuáles las limitantes?
—El desafío que encontramos es que vemos que hay oportunidades en mercados a los que hay que impulsar un poco a los empresarios a lanzarse. Las dificultades que encuentran los empresarios deberían ser de competitividad, pero creo que se están desenvolviendo muy bien porque estamos exportando y vendiendo a una gran cantidad de mercados.
Tenemos que mirar más a regiones que tienen mucha potencialidad, como África Subsahariana, donde Uruguay vende U$S 120 millones, que es lo mismo que le vendemos a Canadá, y estamos hablando de 1.200 millones de habitantes y 50 países. Ahí hay una oportunidad para el desarrollo de productos. Tampoco tenemos un comercio significativo con Asia Central, cuando son países que tienen un gran potencial. Hacia allí estamos poniendo los ojos, para ver qué podemos hacer en África y en países como Turquía, o Azerbaiyán, a donde en pocas semanas estará viajando nuestro vicecanciller, o en Kazajistán, donde esperamos participar en 2017 en una feria comercial y tratar de focalizar las miradas del sector privado hacia esos destinos que ofrecen oportunidades. Trabajamos en el sudeste asiático, donde hay países con enormes potencialidades como Indonesia, con más de 250 millones de habitantes, o Filipinas, que prácticamente hoy no figuran en nuestros registros comerciales y que deberían tener un peso mayor. Hay muchas oportunidades en el mundo que hay que salir a buscar. El mundo no nos va a salir a buscar a nosotros. Desde esta Dirección tratamos de apoyar, de impulsar, y generar esas pistas de aterrizaje para que el sector privado venga de atrás y pueda hacer negocios.
—¿Notó un cambio en Cancillería a partir de la asunción de Rodolfo Nin Novoa como ministro?
— Es público y notorio que el ministro Nin Novoa, desde que asumió, ha marcado un perfil propio en su gestión, más orientado hacia lo económico-comercial. Y eso se nota en su propia voluntad de ponerse al frente de la promoción de los productos del país. Es muy difícil comparar con gestiones anteriores, porque esta recién comienza, pero es obvio que el ministro ha marcado una impronta muy clara en cuanto a que tenemos que avanzar en los temas del comercio y las inversiones. Y allí estamos desplegando mayor acción, con recursos limitados porque es obvio que necesitamos más personal y más recursos económicos, ya que es muy difícil hacer promoción sin dinero. Pero trabajamos con los recursos que hay y creo que se está haciendo una buena gestión. Esperemos ver resultados pronto, pero se está tratando de poner un énfasis importante en esa línea.
—El director de Asuntos Internacionales del MGAP, Mario Piacenza, declaró a Campo (ver N° 48) que el modelo a aplicar en comercio exterior para los productos del agro era el de reciente aplicación con Venezuela, de intercambio de alimentos por energía. ¿Su Dirección tiene indicaciones en ese mismo sentido?
El MGAP tiene sus ámbitos para participar de las decisiones que se toman en política comercial. Hasta ahora sigue funcionando el Comité interministerial de comercio exterior en el que participan los cinco Ministerios involucrados en el área de comercio, donde se toman las decisiones estratégicas. El MGAP tiene un lugar allí, y participa de las decisiones. La Dirección nuestra no negocia acuerdos de ese tipo, sino que está orientada hacia la parte de promoción e inteligencia, pero no en la negociación propiamente dicha. Hemos participado en alguna reunión dando nuestra visión sobre cuáles son las oportunidades sobre un país u otro con los que pudiera estar planteado este tipo de acuerdos, pero no participamos de la negociación.
Podemos marcar luces rojas y determinar si hay un problema que puede ser un insumo para la negociación, o tener nuestra visión en cuanto a oportunidades o lugares donde sería conveniente tener una presencia diplomática mayor, pero no tomamos las decisiones en esa área y no negociamos este tipo de acuerdos.
Inversión extranjera
—¿La coyuntura actual implicó un enlentecimiento en el ritmo de captación de la inversión extranjera?
—No veo que se hayan enlentecido. Las consultas siguen teniendo un ritmo importante. Las solicitudes de preferencia dentro de la COMAP, indican que se mantiene, que es muy importante el interés y que se enfocan en distintas áreas. Hay un fuerte peso del sector industrial, pero también en el área servicios, logística, y en los sectores agrícola y turístico. Hay una diversificación de las áreas de interés, sobre todo en los últimos años con el peso de grandes inversiones en el área industrial como ha sido Montes del Plata.
—¿Existe hoy algún proyecto de inversión importante?
—Siempre hay proyectos importantes, como es el caso del puerto de aguas profundas, o en la minería, donde seguimos observado interés y en gas y petróleo hay una fuerte dinámica inversora. También en el sector forestal hay varios proyectos que siguen mostrando interés. Hace poco recibimos una misión de Finlandia con intención de invertir en la construcción de muebles, fábricas de pallets, etc.