Comisión de Diputados comienza a estudiar ley de eutanasia en un clima tenso en la coalición y sin recibir nuevas delegaciones

escribe Leonel García 

Pasó casi un cuarto de siglo, pero Andrea no olvida cómo cambió el rostro de su padre. Del ceño fruncido, los ojos apretados y los labios crispados, señales de un dolor inaguantable y desesperante, pasó a una expresión mucho más aliviada y serena. “No quiero sufrir más”, le había dicho tres días antes a su única hija. Ella, médica de profesión, entendió el mensaje de este hombre, siempre tan vital, enérgico y destacado, completamente alejado de fatalismos, pero que en cuatro meses se había visto consumido por un cáncer de pulmón que ya había hecho metástasis en los huesos.

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