En un año sin grandes negociaciones salariales, en el Ministerio de Trabajo (MTSS) pretenden aprovechar para avanzar en una agenda de “modernización” de los Consejos de Salarios y la negociación colectiva, un asunto que forma parte de los compromisos electorales del gobierno. Por eso, en las próximas convocatorias al Consejo Superior Tripartito —el ámbito en el que el Poder Ejecutivo coordina con las gremiales empresariales y sindicales— las autoridades de la cartera plantearán sus planes de modificaciones.
El subsecretario del MTSS, Mario Arizti, dijo a Búsqueda que se les planteará a las dos partes sobre la necesidad de “reagrupar” los diferentes grupos de actividad de los Consejos de Salarios como una forma de aggiornar este ámbito de negociación.
Los Consejos de Salarios se dividen en cuatro grandes sectores: la industria, el comercio y las actividades en general (integrado por 20 grupos); el trabajo doméstico; el trabajo rural (integrado por tres grupos); y el sector público. A su vez, dentro de los sectores del comercio y el trabajo rural hay otras subdivisiones. Este criterio es el que el ministerio propondrá revisar.
“Es lo que está arriba de la mesa y es para conversar con los actores sociales”, aclaró Arizti.
La propuesta de modernizar los Consejos de Salarios es respaldada por las cámaras empresariales. El asesor de estas gremiales, Pablo Durán, opinó que no se puede “seguir aplicando normas anacrónicas de más de 100 años”. Lo que este abogado laboralista planteó fue crear en el Consejo Superior Tripartito un “consejo consultivo” que dicte “pautas diferenciales” por sectores (Búsqueda Nº 2.171).
Caminos
La agenda que el MTSS puso en marcha tiene “varias etapas” y apunta a “mejorar las características de la negociación colectiva”. Esto implica “modernizarla, eliminar algunas rigideces y generar más posibilidades”, dijo el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, al hablar de este tema en la Comisión de Legislación del Trabajo el 16 de junio.
Señaló que estos cambios no tienen nada que ver con “afectar los derechos de los trabajadores” sino con promover “las condiciones para una mejor negociación entre las partes”.
En esa sesión, el diputado de Cabildo Abierto Martín Sodano consultó si se “podría generar un diferencial” entre las pequeñas y medianas empresas (pymes) y las grandes, “ya que no tienen la misma estructura o el mismo pulmón para negociar o planificar”.
Mieres coincidió con esa preocupación. Que las mesas salariales estén integradas por representantes de las empresas y los sindicatos “más fuertes” implica “un riesgo”, porque podrían llegar a acuerdos que sean difíciles de afrontar para las empresas más débiles, argumentó el jerarca.
Sin embargo, “no es fácil” encontrar un criterio que reconozca esa “heterogeneidad” empresarial, planteó Mieres. Si la diferenciación se midiera por el tamaño de la empresa —según el número de trabajadores—, no necesariamente se filtraría bien: hay empresas pequeñas “que tienen un nivel de rentabilidad alto”, ejemplificó el ministro.
Si se estableciera un criterio según la ubicación geográfica, también tendría “problemas”. Si bien los mercados en el interior son “más acotados”, algunas empresas radicadas fuera de la zona metropolitana son exportadoras. “Entonces, tampoco tengo en la radicación del domicilio de la empresa un criterio que me permita distinguir bien, y podría seguir”, afirmó Mieres.
“Lo que uno busca es encontrar caminos, por eso en la agenda pendiente tenemos este tema: cómo logramos una mayor representatividad de todos para que los acuerdos no lleven a una situación de injusticia o inequidad”, agregó.
Descuelgues
Cuando asumieron las nuevas autoridades del Ministerio de Trabajo, uno de los primeros anuncios que hicieron fue que se implementaría un protocolo para las empresas que decidan descolgarse de los acuerdos salariales, argumentando que no pueden cumplir con el convenio de la rama.
Esta flexibilización es un viejo reclamo empresarial. El asesor legal de la Cámara de Comercio, Juan Mailhos, ha planteado su preocupación por el cierre de empresas ante la “imposibilidad” de asumir los pagos que exigen las pautas salariales. Los descuelgues que se concretan en los hechos son “muy pocos” (Búsqueda Nº 2.133).
Lo que el MTSS establecerá es un “proceso administrativo con plazos determinados para analizar y resolver la situación planteada”, comentó Arizti a Búsqueda. Este protocolo será escrito y se requerirá de “pruebas” previo a concretar el descuelgue.
“La idea es hacerlo. Lo primero es empezar por estos temas, aunque pueden surgir más cosas. Por eso es bueno hablar con los actores sociales”, sostuvo el subsecretario del MTSS.
En el Parlamento, Mieres opinó que se debe dejar de lado la “lógica” de que los descuelgues sean una “cuestión prácticamente casuística en función de situaciones que no están predeterminadas”. El nuevo “protocolo” debe establecer “reglas de juego que distingan con claridad qué tiene que hacer una empresa si quiere descolgarse de un laudo, qué papeles tiene que presentar, qué información debe ofrecer (y) de qué manera se resuelve”.
En el Parlamento hay otros dos proyectos de ley referidos a las relaciones laborales. Uno —que fue aprobado en Diputados y se discute en el Senado— faculta a las organizaciones gremiales a tener personería jurídica y el otro pretende levantar observaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que llevaron a que Uruguay esté en una “lista negra” de países que no respetan los convenios y las libertades de trabajo.
Otros planes
Hay otros temas que el MTSS presentará en el Consejo Superior Tripartito.
Deberá plantear los lineamientos de negociación salarial para los sectores más afectados por la crisis de Covid, que en 2021 —cuando la mayoría de las mesas tuvo una ronda normal— tuvieron un período “puente” que venció el 30 de junio. Son 35.000 los trabajadores vinculados a estos sectores, que perdieron en los últimos dos años 10,57% de su salario real, según informó El Observador con datos del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT. El MTSS y el Ministerio de Economía están en negociaciones para definir los lineamientos.
También presentará la regulación laboral para las aplicaciones de deliveries y choferes (Búsqueda Nº 2.182).
Reclamo histórico
Otro cambio que se analiza para el Consejo Superior Tripartito es el de incorporar “una perspectiva de visión cooperativa de la negociación colectiva”, según planteó el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, al participar de la celebración del Día Internacional del Cooperativismo a principios de mes. Dijo que es un sector que no se puede “desconocer” y que hay que “apoyar”.
El presidente del Instituto Nacional del Cooperativismo, Martín Fernández, dijo a Búsqueda que para el sector tener una participación en la institucionalidad de la negociación colectiva es un reclamo histórico, incluso a nivel mundial, que no ha tenido demasiada acción por parte de los gobiernos en general.
Por eso valoró que exista una intención en ese sentido y para implementar en este período. “Se está empezando a trabajar en cómo incorporarlo al Consejo Superior Tripartito, y con la Dirección de Trabajo se conversa sobre empezar a capacitar a los funcionarios en cooperativismo”, comentó.
“Hay cooperativas que se sientan en una mesa de negociación (de Consejos de Salarios) con trabajadores que son socios de las propias cooperativas. No hay una comprensión de cómo funciona el sistema cooperativo, tanto del sector empresarial como de los trabajadores. Hay que dar una mirada distinta”, explicó.